Ahogando penas en fuego ardiente

Tal imprudencia, ¿Cómo se atreven los ancianos del clan a dejarte salir...

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Tal imprudencia, ¿Cómo se atreven los ancianos del clan a dejarte salir solo? Realmente estoy preocupado por ti.

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El director Huang estaba a punto de extender la mano y empujar la puerta cuando Xiao Zheng, que estaba medio paso por detrás de él, se apresuró rápidamente: –Yo lo haré.

Xiao Zheng llevaba un anillo de banda ancha en su mano, con un círculo de símbolos grabados en su interior. Cuando el anillo tocó la puerta, una nítida línea de luz blanca pasó entre las runas, y el marco de la puerta crujió. Xiao Zheng, imperturbable, fue el primero en entrar y sostuvo la puerta para el director Huang. Susurró en voz baja: –No toque nada aquí, no es seguro debido a la 'Conferencia de Penglai'.

La expresión del director Huang se volvió más grave, pero no entró en pánico. Dio unas palmaditas en el hombro de Xiao Zheng mientras entraba lentamente, era un antiguo centro de conferencias de un hotel, de tres plantas en total, que había sido alquilado por completo. En la entrada había un cartel temporal que decía 'Seminario de Cultura y Arte de Penglai'.

El director Huang, junto con Xiao Zheng y varios agentes de campo, entraron y la puerta se cerró de golpe tras ellos, y en el momento en que la puerta se cerró, todos se sintieron como si estuvieran sumergiendo la cabeza en el agua, y los sonidos del exterior del edificio de conferencias desaparecieron por completo.

Varios oficiales de campo rodearon cautelosamente a la única persona común, el director Huang, en el centro, con Xiao Zheng liderando el camino, las luces de alarma de sus dispositivos de vigilancia de habilidades especiales no dejaban de titilar. De repente, Xiao Zheng, que estaba al frente, se detuvo y levantó la vista hacia una estatua de piedra en la entrada de la escalera: la estatua de piedra era originalmente una decoración para el edificio de conferencias del hotel, representaba a una pequeña hada elegante con un vestido ondeante. Sin embargo, la piedra era barata y tenía un tono verdoso.

Esta estatua de piedra, con su feroz cara ovalada, sobresalía con sus gestos pulidos. Incluso había un trozo de su cara desprendido; quién sabe quién se llevaría un susto de muerte con esto.

En cuanto se acercaron, la estatua de piedra se movió de repente. Dio media vuelta con un sonoro traqueteo y giró de lado a lado para mirar al director Huang y a los demás. Luego, como si fuera un espíritu inquieto, se deslizó hacia ellos y en un abrir y cerrar de ojos se acercó mucho. Uno de los agentes de campo que estaba junto al director Huang dio un paso adelante y se interpuso entre él y la espeluznante estatua de facciones rotas, casi tocando su rostro.

Xiao Zheng frunció el ceño, sospechando que la otra parte estaba tratando deliberadamente de intimidar al director Huang, una persona común.

Aunque el director Huang era un hombre común que no podía ni lanzar agua ni prender fuego, no era un hombre común y corriente para esta posición, su expresión no se movió en absoluto, levantando su mano para presionar el hombro del agente campo, asintió cortésmente a la estatua de piedra –¿Es usted la legendaria 'Anciana Yu'?

La estatua de piedra retrocedió ligeramente unos centímetros y abrió la boca para decir palabras humanas –Director Huang, he oído hablar de usted durante mucho tiempo, es un placer por fin conocerlo... Agent... eh, no, debería llamarlo director Xiao ahora. Todavía luce tan enérgico.

Xiao Zheng asintió con brevedad, guardando silencio.

–Por favor, síganme –La estatua de piedra dio al Director Huang una mirada profunda y arrastró su voluminoso cuerpo de piedra, deslizándose hacia el ascensor –Todos los viejos amigos ya están aquí.