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—Bueno,— habló el chico mientras ajustaba su reloj con dirección a la base —yo me tengo que ir.
—¿Así qué no eres de aquí?— pregunto Alice viendo con curiosidad lo que hacía en su reloj.
—No, pero puede que vuelva— abrió el portal.
—Te veré luego, supongo— dijo viendo el gran portal frente a ella, algo increíble a su parecer y que jamás se imaginó ver.
Hobie se despidió de la chica con una seña mientras él estaba de espaldas, listo para entrar al portal. A la chica se le hizo conocida la seña pero lo dejo pasar sin pensar en ello, viendo como el más alto entraba en el portal frente ambos arrastrando al Doctor Octopus aún inconsciente con una telaraña.
En cuanto el chico pasó al otro lado junto con el doctor, el portal se cerró. Alice seguía viendo el lugar aún emocionada por lo que acababa de ver y saber que no era la única Spider que existía, al menos no en el multiverso.
[...]
Ya estaba en su casa con su pijama puesta y lista para dormir pero aunque quisiera, no podía. Era una lamentable víctima del insomnio, además de que los sucesos ocurridos horas antes todavía los tenía en procesamiento.
¿Ese chico no era de su mundo?, ¿Entonces de dónde era?
Muchas preguntas sin respuestas se cruzaban por su mente y eso la molestaba, quería que Hobie le respondiera la mayoría de ellas. Alice siempre había sido una persona muy curiosa y el no tener por qué a todas las cosas que habían sucedido le daba dolor de cabeza, hasta que recordó lo que le dijo el Doctor antes de golpearlo.
"Supongo que no conoces el multiverso"
¿Hobie venía de otro universo?, ¿Quién era en realidad, sin la máscara?, ¿Existían muchos más Spider-mans?
—Qué fastidio— pensó Alice cerrando sus ojos un momento y poniendo sus manos sobre su cara demostrando lo que sentía, fastidio.
Cuando quito las manos de su cara y abrió los ojos se quedó mirando el techo. Pensó un rato hasta que se le prendió el foco en algunas de sus miles de dudas.
Por fin logro recordar de donde encontraba familiar esa forma de despedida, era el chico que había entrado a la florería diciendo que se había equivocado. Lastima que no se lo podría contar a sus amigos de la tienda de discos, los habría vuelto locos.
¿Cómo rayos metía todo su cabello en su máscara?, a ella aveces se le dificultaba y eso que no lo tenía tan extravagante como él.
También recordó que Hobie dijo qué probablemente regresaría a su mundo, tal vez podría encontrarlo en la tienda de discos o entraría de nuevo a su florería por error. La última menos probable.
Siguió así por un muy buen rato, pensando y pensando en todo lo qué pasó y podría pasar en un futuro. Cuando encontró suficiente el tiempo de todos esos pensamientos, se acomodó en su cama y cerró sus ojos, sabía que aún no podría dormir por culpa del insomnio pero intentarlo tal vez le daría un resultado.
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