flowers for a punk • Hobie Brown

03. Music Store

Sus mejillas y orejas estaban completamente rojas, estaba avergonzada.

—¿Estás bien, Alice?— pregunto uno de los empleados de la tienda, Rocco.

Alice suspiró y lo miro.

—Era él...— dijo en un susurro. Los empleados, que eran sus amigos, la miraron con curiosidad.

—¿Qué dijiste?—pregunto otro de ellos, Millie.

—Era él— respondió tapándose la cara, ya que de nuevo se había convertido en un tomate —. Es el chico del que les hablaba— explicó.

Sus amigos voltearon a verse entre sí con una sonrisa.

—Estuvo viendo toda la tienda, jamás lo habíamos visto por aquí— dijo otro de ellos, Cam.

—Si...recordaría esa cara en cualquier lugar—todos voltearon a ver a Millie— ¿qué?, digo, no es alguien que se vea todos los días...—dijo apenada.

Los demás asintieron de acuerdo con ella.

—En fin, ¿te gusta?, sabemos que si— volvió a preguntar Elise mirándola con una sonrisa

—Ya les dije que no, sigo sin conocerlo— respondió Alice con una pequeña sonrisa en su rostro.

—Admite que se te hace lindo— dijo Millie mientas le daba un leve empujón en el hombro.

—¡Oye!— se quejó ante el golpe y la acusación —Eso no es cierto.

—Aja, y mi papá esta en casa— dijo Rocco riendo, dejo de hacerlo cuando se dio cuenta de que nadie más lo hacía.

—No da risa, es deprimente, Rocco— le dijo Elise mientras lo miraba como bicho raro.

—Era una broma...—dijo viendo a Elise, igual con cara de bicho raro.

Alice dejó de ver su discusión por varios mensajes de su tía.

"¿Dónde estas?

¿Sigues con esos vagos de la tienda de discos?

Si no vuelves pronto, iré a esa tienda a sacarte de las orejas, ven rápido."

Cerró los ojos y suspiró.

—Me tengo que ir chicos— dijo caminando a la puerta.

—Quédate un rato más— pidió Cam.

—Lo haría si pudiera, pero ya saben, mi tía quiere que regrese— dijo antes de abrir la puerta— Nos vemos chicos.

—¡Cuídate, Alice!

—¡Cuidado con tu tía!

—¡Adiós!

Escucho que la despidieron mientras ella salía y vagamente sonrió sin verlos, quería mucho a esos tontos.

Rápidamente camino a la tienda, no estaba lejos, solo tenía que caminar 3 tiendas delante y listo.

—Ya llegue, tía— anunció mientras entraba a la tienda.

—Vuelves a irte y no vivirás para contarlo— amenazo su tía mientras la apuntaba con un girasol.

Alice solo le sonrió con pena y fue a sentarse detrás del mostrador.

[...]

Ya había terminado su turno en la tienda y se dirigía a su casa cuando una alerta llegó a su teléfono, había un nuevo problema y debía ir a resolverlo.

Se metió a un pequeño callejón y se quitó su ropa de diario para dejar ver un divertido traje de araña. Se fue columpiando mientras veía un edificio medio destruido.

Se había sorprendido, pues había una persona con varios "tentáculos" metálicos saliendo de sus espalda, pero eso no era lo que le impresionaba. Lo que pasaba era que ella recordaba ya haber tenido una batalla con el Doctor Otto, se supone que ni siquiera debía estar con vida.