Una noche contigo

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_¡No grites, Solo ven conmigo de una vez!

Tapo mí boca con su mano y empezó a llevarme, yo trate de resistirme pero no podía.

Sin darme cuenta cai al suelo un poco brusco, mire al lado mío y el tipo estaba en el suelo tapándose la nariz y quejándose, le salía sangre, yo quedé en shock mirando.

Alguien me tomo de los brazos y me levanto, estaba por resistirme pero cuando vi quien era me calme.

_tranquila preciosa, lo siento tanto.... Perdón por no llegar más rápido en verdad lo siento.

Me abrazo tan fuerte como pudo y su cara mostraba dolor y culpa, Aquiles llego por mí. Luego de eso me dio un buzo que llevo para mí, me ayudó a ponerlo y me ayudó a caminar hasta su motocicleta.

_Perdon princesa pero mis papás no me quisieron prestar el auto, tuve que rogarle a mí hermano que me preste la moto, solo por favor.. agárrate fuerte de mí.

Yo no hablaba, solo lo mire a los ojos y asentí, me puso su casco, me ayudó a subir e hizo que me agarre fuerte de el, de todas formas con una de sus manos sostenía las mías y con la otra manejaba.

No sé en qué momento perdí la conciencia y ya no recuerdo más nada.

No recordó bien la dirección de mí casa ya que yo me había mudado sola hace poco, así que me llevo a la casa de el que vivía con sus padres.

Me llevo a su habitación, logré despertar un poco pero no entendía nada.

_¿Dónde...a dónde me trajiste?_dije con los ojos un poco cerrados y confundida, media dormida y ebria_

_A mí casa Mae, no recuerdo la dirección de tu casa lo siento.

El me había sentado en su cama y el se sentó al lado mío, por mí borrachera me tiré hacia atrás y me acosté en ella.

De adolescente no había entrado muchas veces a su habitación ya que mayormente salíamos y no nos quedabamos en su casa.

Cuando me tiré hacia atrás el se sonrojo un poco, ya que traía vestido cuando me acosté mis muslos se ensancharon un poco más, y tenía las piernas un poco abiertas así que como el estaba sentado si el quería podía ver entre ellas mí ropa interior.

Simplemente se sonrojo y volteo la vista.

_Mae esos no son amigos, no puedes salir así con ellos, te deberían de cuidar_ su tono y su expresión cambio a una seria_

_Ay ya, lo siento_dije un poco molesta y me di vuelta en la cama dándole la espalda_

Error mio, eso solo lo hizo que no quiera verme, ya que me hice medio bolita y se marcaban más mis curvas.

El se acostó al lado mío, tomo mí cintura y me dio vuelta para que lo mirara.

_Mae hablo en serio.

Yo lo mire a los ojos y le dije _...Oye no me agarres asi, mí cintura es sensible al tacto.

Mis ojos estaban grandes, brillaban en su habitación, el tenía luces led en ella y estaban prendidas en color morado, se quedó un momento confundió a lo que le dije y no paraba de ver mis ojos.

_¿Tengo algo en la cara?¿Se me corrió el maquillaje?

El no dijo nada, solo volvió a agarrarme ligeramente de la cintura y escondió su cara de mí cuello, yo no me esperaba eso.

Su respiración en mí cuello... Yo.... Eso me daba escalofríos y hacia que toda mí piel se erice, mí respiración por un momento se cortó y empecé a respirar un poco agitada.

_Aquiles n-no hagas eso..

_¿Qué no haga que?_ siguió moviendo su nariz contra mis cuello y seguía respirando cerca de él.

_E-eso, no está bien, somos amigos desde hace...años.

Se quedó quieto un segundo, supongo que se quedó pensando, dejo un frío beso en mí cuello y se alejo de el. Mí cuerpo al hacer eso se estremeció y mí cuerpo quería algo más pero...eso estaba mal! Somos amigos y no podíamos hacer eso.

_Lo siento Mae no debí... No sabes cómo me encanta escuchar tu respiración así pero perdona, se que no debí.

_Solo cállate... ¿Que perfume tienes? Me gusta mucho el olor, quisiera que.. no te alejes y vuelvas aquí.

El me miró confundido y como deseando hacerlo pero negó con la cabeza_ No sabes cuánto quiero Mae pero...solo dices eso porque estás borracha, y tampoco quiero aprovecharme de la situación, quisiera que me dijeras todo esto cuando estás consciente...

Apagó la luz de su pieza y me dejó acostada ahi, me tapo, me quito los tacones, me soltó el pelo, por último me dio un beso en la frente y se acostó en un puf que tenía ahí en su habitación.

Me quedé mirando el techo un buen rato, hasta que caí rendida.

El algo de mí aquiles Where stories live. Discover now