Historias para Monstruos

Capítulo III

Sublime perfección

Escucha lo lejos mi nombre y salgo de mis pensamientos, mientras camino al lado de mi amigo.

—¿Quinn me estás escuchando? Como siempre dónde está tu mente?—

—Muchas veces me pregunto lo mismo—

—Eres mi amigo pero te pierdes feo. Te estaba diciendo que vamos a salir con los muchachos esta noche te guste o no—

—Me das Gracias, Quién te dijo que iré René? —

—Solo anímate Alister por una vez—

Llegó a mi casa y el camina a la suya que esta en frente, al él entrar hago lo mismo.

• Necesito un lugar donde quedarme, aquello duro solo un instante pero hubiera podido eclipsar la eternidad éramos algo caótico y hermoso al mismo tiempo, lamentablemente volviste a hacer mi Musa Urania. La primera vez que nos vemos, dudó que sepa mi nombre como yo sé el suyo.. Rosalin.

Cuando te vi pensé que era lo más sublime y hermoso que he visto en lo que llevo de vida tú eras la perfección y equilibrio que necesito en mi mundo, idóneo, tú eres un ser perfecto para mí maravilloso mundo interno.

Estaba escuchando Arctic Monkeys 505
En las escaleras del pasillo y tú pasaste, lo vi todo en cámara lenta. Tomaste el ascensor y estaba allí esperando, hablabas con otra chica sonreías alegre en tus ojos se notaba la euforia y solo pensé que perfección.