Capítulo II

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Una obra única

Te diré lo que jamás había salido de mi boca. Fue una equivocación que valió cada instante y todo fue por tocar la puerta errónea.

Venía de comprar algunas cosas para desayunar, estaba vestida con una playera deportiva, un short, unas gomas blancas con negro y unas medias largas blancas que me llegaban por la rodilla y en las manos unas bolsas de compras, con algunos segundos de haberme despertado.

Toco la puerta que yo creía que era la de mi depa, al no tener respuestas vuelvo a tocar se escuchaba algunos sonidos de música pero al abrir la puerta fue una sorpresa encontrarme frente a una obra de arte, fue lo más hermoso, lo que no había experimentado hace tiempo.

Él estabas allí moviendo tu cabeza, hombros y caderas al ritmo de Night Rider de Joji de espalda a mí cantando full pasión con una sonrisa plena en tu rostro. Cuando se percataste de mi presencia se te quedaste asombrado y avergonzado, yo solo estaba allí con un millón de sensaciones.

Trago saliva para pronunciar las tontas palabras —Oh ah te pido disculpas me he equivocado —

Lo cual él responde —Entiendo, eh pido que no digas nada por favor —

—Tranquilo no diré nada —

En ese momento mariposas revolotean en mi mente pensé que ya estaban muertas.

Salí y como un trueno hasta mi departamento, al cerrar la puerta me tumbé detrás de ella y solo se repetía esa escena una y otra vez.

Detalle su camisa celeste opaco con short negro, descalzo, su cabello casi amarillo despeinado sus ojos marrones con una mirada de melancolía, su perfecta sonrisa y labios rosa vivo

¿Por qué no lo había visto antes? Será nuevo?

Esa fue la primera vez que se cruzaron nuestras miradas.

—Solo es un simple chico —dije en voz alta.

Historias para MonstruosWhere stories live. Discover now