-¿Qué hace aquí despierta a las 4 de la mañana?- cuestionó Tom entrando al estudio. Lizzie secó el pincel en un papel antes de girar a verlo.

- No podía dormir- respondió. 

Hace tres días que habían mandado la carta y por las noches se escuchaban a los guardas buscando por los alrededores quien pudo hacerlo.

- Tiene que- Tom caminaba por la habitación, admirando las pinturas.

- ¿Cómo supiste que no estaba en mi habitación?

- Desperté por el ruido y fui a ver como estaba. Como no la vi- agarró un dibujo del escritorio que le llamó la atención debido a la falta de color-. ¿Por qué no va a dormir?

- No tengo sueño, y no me hables de usted- dijo sonriendo haciendo que se le quede viendo-. Déjame terminar una cosa y voy a dormir. Si quieres quédate.

No tardó mucho en terminar la pintura bajo la mirada del castaño veía cada movimiento delicado que hacía con la muñeca. Terminó de guardar los pinceles para así poder ir a dormir, o al menos intentarlo.

Las horas pasaron y Owen ya estaba corriendo rumbo a la piscina con Kris detrás. En el patio trasero, Miranda y Danielle los veían entrar y como el pelinegro tomaba la manguera, ansioso de que su hermana entrará.

Por su lado, ella terminaba de cambiarse cuando Tom apareció en el marco de la puerta, vestido con su traje.

- No vas a ir así- comentó la morena para llevarlo a su cuarto y sacar un bañador.

- No me voy a meter.

- Conociendo a mi hermano vas a acabar mojado de una forma u otra- Lizzie salió para dejarlo cambiarse y espero fuera hasta que saliera.

Llegaron al patio trasero y lo primero que sintió Lizzie fue un chorro de agua encima de ella y algo a Tom. Owen reía a la vez que cerraba la manguera.

- ¡Tu puta madre!- exclamó empujándolo al agua. Danielle se quitó las gafas de sol para mirar bien la escena de sus hijos pelean. La morena saltó a la piscina para acabar metiéndole la cabeza dentro del agua consiguiendo que Tom se meta para separarla.

- Casi me ahogas, puta loca- dijo Owen pasando su mano por su pelo-. ¿Y de dónde sacas tanta fuerza?

- No es fuerza, es que tú eres débil. Hasta un niño de 10 años puede contigo.

Kris se puso en medio para así evitar que sigan discutiendo, lo cual no sirvió de nada, porque Owen le empezó agua a Lizzie y de esa forma empezar una guerra de agua en las que los Holland se habían metido sin darse cuenta. Tom fue el que consiguió salir de ahí y así poder a la cocina en el momento que el timbre sonó. Al abrir la puerta se encontraron Jordan, quien al verlo cambió su sonrisa por una de desagrado.

- ¿Necesitas algo?- preguntó tranquilo.

- ¿Esta mi novia?- el castaño asintió para buscar a Lizzie.

- Lizzie, tu novio está aquí.

Salió corriendo, creando un rastro de agua que luego le tocaría limpiar. Cuando vio al pelinegro, se abalanzó hacia él y así poder besarlo.

- No te esperaba- comentó sonriendo.

- Me imaginó- dijo Jordan sarcástico. Ella frunció su ceño, confundida.

- ¿A qué te refieres?

- A que debes estar muy ocupada con tu nuevo amigo.

- ¿Tom? Es mi guardaespaldas. Ya te dije que tendría uno, igual que mi hermano- respondió ya sin sonrisa y acostumbrada a los ataques de celos de su novio.

- No me gusta que estés con un chico todo el tiempo. Digo, te va a tener que cuidar y te va a estar siguiendo a todos lados- Jordan se acercó para acariciar su mejilla-. Yo puedo cuidarte también.

- Pero tú no puedes quedarte. Mi padre te mataría.

- ¿Y a él no?

- Solo piensa que es mi hermano.

- Pero no lo es.

Lizzie suspiró, cansada-. Pues piensa que lo es, así dejarás de decir estupideces.

Jordan bajo su mano al cuello de Lizzie para apretarlo algo fuerte. Se notaba molesto y ella asustada mientras intentaba quitar su mano.

- Suéltame- pidió, de no ser por Owen tal vez no lo habría hecho y esta sería otra historia.

- Solo vine a saludarte- la besó-. Te escribo luego.

- ¿Estás bien?- cuestionó su hermano notablemente preocupado.

- Perfectamente- sonrió de forma falsa.

Cuando se hizo de noche y Lizzie dormía, Owen entró para empezar moverla con intención de despertarla.

- Lizzie. Despierta- decía.

- ¿Qué carajo quieres?- preguntó dormida y de mala gana.

- Que me cubras unas 4 horas.

- Claro, y cuando vuelvas te tendré preparada una pizza-dijo con sarcasmo-. No me jodas, Owen, y vete a dormir.

- Te lo pido- suplicó. Lizzie suspiró para asentir.

Este sonrió y agarró la cuerda de sábanas que tenía en el cuarto de su hermana. Bajo por el balcón y seguido de él iba Lizzie, medio dormida.

- Vine solo para recordarte de que Kris y Tom están ayudando a patrullar.

-Gracias, ahora ve a la cama

- Ten cuidado, y mándale saludos de mi parte.

Y después de ver a su hermano escaparse, subió a su cuarto y por fin pudo dormir bien. Pero no duró mucho, porque a las horas un fuerte ruido hizo que despertara sobresaltada. Miró por su balcón, encontrándose con humo saliendo del bosque. Bajó corriendo para ver a su padre y a Alan hablando por teléfono, desesperados. Por su lado, ella sentía que debía ir, solo para ver si Tom y Kris estaban bien. Y así fue. Ni Alan ni Jonathan pudieron pararla. Lizzie era así, cuando se le metía en la cabeza, costaba sacarla de ahí y en el momento que pisó el bosque sintió como sus pulmones se llenaban de humo y gases. Tuvo que taparse la nariz y la boca para poder seguir buscando.

- ¡Tom! ¡Kris!

BodyguardWhere stories live. Discover now