Mientras Heather se encargaba de un par de niños, Britta al escuchar el escándalo corrió hacia la cabaña en la que sus hermanas y sus primos se encontraban, observó como el techo de esta comenzaba a arder en llamas por lo que no dudo en apresurarse hasta llegar dónde ellos estaban, golpeó la puerta un par de veces pues esa se encontraba bloqueada, para su fortuna cuando logró abrirla los pequeños corrieron rápidamente hacia ella, justo en ese momento Olivia llegó tomando a sus primos mientras ella sujetaba las manos de sus hermanas, comenzaron a correr en dirección hacia el gran comedor pero antes de que pudieran llegar un grupo de personas las interceptaron, no importaron las pataletas, gritos, llantos y sollozos, simplemente las tomaron y las llevaron hacia una camioneta qué se encontraba entre los arbustos del lugar, Leah y Mía lloraban sin parar mientras que Britta las refugiaba entre sus brazos pues frente a ellas se encontraban dos personas apuntándolas con armas, 5 niños y niñas más fueron subidos a la camioneta para que segundos después esta saliera del lugar con rumbo totalmente desconocido perdiéndose entre el bosque y la oscuridad de aquella terrible madrugada.

~Tiempo Actual/ Lugar desconocido~

-Hora de comer inútiles- dijo la voz de un hombre al otro lado de una puerta de madera, segundos después una bandeja se deslizó por el piso entre una pequeña abertura qué se encontraba en la parte baja de esta- Ya lo saben, acaben con toda la comida o de nuevo recibirán un castigo- habló por última vez el hombre antes de marcharse-

Leah se acercó tomando la bandeja entre sus manos, la colocó sobre una mesa de madera y sé giró para observar a sus hermanas… Las niñas desconocían totalmente la identidad de las personas con las que se encontraban, desconocían el lugar al qué habían sido llevadas, desconocían el motivo por el cuál se encontraban ahí, pero, ellas sabían que aquellas personas con las que están son terriblemente malos y una muestra clara de eso son los golpes qué Britta había recibido 5 días atrás luego de que se rehusaran a comer los alimentos que en esa ocasión les habían entregado.

-De nuevo es la misma pasta qué tú no dejaste que comiéramos, Bri- le explicó Leah mientras le mostraba el plato a su hermana mayor- Sé mira horrible igual que la última vez-

-¿Tendremos qué comer esa pasta?- preguntó Mía observando a su hermana mayor quién con una sonrisa vacía negó- ¿Qué haremos? Tengo mucha hambre-

-Ven Leah- dijo Britta palmeando sobre el colchón qué se encontraba en el piso, el cuál durante los últimos días se había convertido en su cama. Leah tomó asiento junto a Mía mientras que Britta se colocaba de pie, sin hacer mucho ruido la pelirroja mayor levantó un tablón del piso y tomó dos pequeños empaques qué habían escondidos, dirigiéndose a sus hermanas habló- Mientras limpiaba la habitación de la cocina ayer por la tarde, pude tomar 2 galletas para ustedes, coman eso y deban el jugo y yo comeré la pasta- le entregó las galletas a sus hermanas junto al único vaso de jugo qué se encontraba sobre la bandeja.

Una sonrisa apareció en su rostro al ver la felicidad en los ojos de sus hermanas luego de ambas le dieran el primer mordisco a las galletas, por su parte, tomó el tenedor con un poco de pasta y antes de llevarse el alimento a su boca soltó un silencioso suspiro mientras sus papilas gustativas identificaban el sabor de aquella “salsa verde” qué la pasta tenía sobre ella, aquella salsa no era nada más y nada menos que césped en consistencia de salsa. Britta lo había identificado desde el primer momento pues ella recordaba la vez que había probado la tierra junto con el césped mientras entrenaban con el equipo del colegio.

Tomó un nuevo bocado mientras sentía como su estómago luchaba contra su fuerza para devolver aquellos alimentos, sin embargo, Britta sabía que si eso sucedía sería un gran error, el dolor en su cuerpo era una muestra clara de eso, pues hacía 5 días atrás esa misma comida les había sido servida al igual que en ocasiones anteriores, Britta se ofreció para comer aquello pero sin pensarlo su estómago la traicionó haciéndola devolver todo lo que había consumido y como consecuencia habían sido golpeada.

-Bri, te dejamos un trozo de galleta- dijo Leah-

-Y también un poco de jugo- dijo Mía unos segundos después-

-Gracias niñas, pero bébanlo y coman ustedes, yo estoy bien con la pasta- mintió –

-¿Cuándo volveremos a casa? No me gusta estar aquí-habló de nuevo Mía- extraño a mamá Sophia y a mamá Toni… también extraño a Scarlett y a las niñas y a Aiden-

- Yo extraño la deliciosa comida de mamá Sophia- dijo Leah guardando silencio por varios minutos hasta que habló una vez más- Estamos aquí porque fuimos unas niñas malas, ¿verdad?- preguntó con sus ojos cristalizados, por lo que Britta al notar aquello se acercó hasta sus hermanas y las abrazó con todo el amor que tenía por ellas, mientras las pequeñas comenzaban a sollozar-

-Tranquilas niñas… Todo estará bien- decía tratando de tranquilizarlas- Ya, esto pronto terminará- Les susurró-
-Volvamos a casa… prometo no desobedecer a Mamá- dijo Leah mientras se aferraba más a su hermana mayor-

-Ya no seremos malas… Quiero volver a casa, no me gusta estar aquí, no me gusta el sonido del camión de helados qué se escucha cada vez que nos dan las duchas frías- sollozó Mía… con cada lágrima que sus hermanas derramaban Britta sentía su corazón estrujarse, ella había hecho todo lo posible para que sus hermanas no sufrieran ningún tipo de maltrato sin embargo había habido 2 ocasiones en las cuales ella simplemente no pudo haber nada-

-Pronto estaremos en casa niñas… sé los prometo- susurró y así con sus hermanas entre sus brazos, las 3 observaron por una pequeña ventana como el sol se ocultaba una vez más…




Pov Toni.

Solté un suspiro mientras me dejaba caer en la enorme cama de aquella habitación de hotel, había sido un día muy agitado y exhausto, las reuniones qué tuve se habían extendido más de lo debido pues el reloj marcaba las 10:30pm y ni siquiera había cenado, para mi fortuna Gianna se encontraba conmigo pues ella se había encargado de escribir todo los puntos importantes y las observaciones qué se habían hecho en la reunión para el caso que el estudio jurídico atendería pronto.

-Ya pedí la cena, un delicioso plato de salmón al horno y una copa de vino blanco para ti- escuché que dijo Gianna mientras se acercaba a mi- la espera será de 20 minutos-

-¿Pediste algo para ti?- cuestioné apoyándome sobre mis codos para poder verla asentir- Gracias Gia, si tú no me hubieras venido conmigo, prestar atención a la reunión hubiese sido un caos-

-No tienes nada que agradecerme Toni, sabes que estoy para ti siempre- dijo guiñándome el ojo mientras un escalofrío recorría mi cuerpo ante su acción. Decidí colocarme de pie para quitar el abrigo que aún llevaba conmigo, abrí mi maleta y tomé la pijama qué ocuparía esa noche, y sin decir más me encaminé al baño para tomar una ducha y relajarme para antes de cenar, dejé el agua caer sobre mi cuerpo, tomé un poco de jabón líquido y justo cuando estaba por esparcirlo sobre mi cuerpo observé a Gianna de pie justo frente a la ducha, ella al igual que yo, también se encontraba desnuda…

Sin poder evitarlo mis ojos recorrieron cada centímetro de su piel, sonreí al observar el lunar qué se encontraba sobre su seno izquierdo, segundos después observé sus labios y finalmente nuestras miradas de cruzaron desprendiendo un solo sentimiento.

Deseo…

-También quiero una ducha- dijo con una sonrisa coqueta en su rostro mientras comenzaba a acercarse con lentitud- ¿Puedo acompañarte?- y sin previo aviso sus boca de unió con la mía comenzando así un beso desenfrenado, lleno de lujuria y deseo. Coloqué mis manos sobre sus caderas acercándola más a mi, sintiendo como mi miembro comenzaba a responder por el roce de nuestros cuerpos- sólo tenemos 15 minutos- susurró mientras mi boca se posaba sobre su cuello-

-Eso es suficiente por ahora, seguiremos después- le respondí y sin pensar en nada más la alcé en mis brazos mientras ella enrollaba sus piernas alrededor de mi cadera y nos dejábamos llevar ante lo que nuestros cuerpos pedían…

SEMPITERNO llWhere stories live. Discover now