8 días después.
Pov Narrador.
Sophia y Toni.
Después de los sucesos de aquella noche en dónde ambas acordaron darse una nueva oportunidad las cosas habían marchado de maravilla para las esposa, habían ido a cenar a la hermosa cabaña de las esposas Hernández, durante los días siguientes hicieron actividades al aire libre como caminatas, recorridos en el río y sentarse a observar el atardecer a la orilla de este, hicieron una caminata guiada hacia una pequeña cascada “secreta” que se encontraba en medio del bosque, se dedicaron a preparar las comidas juntas y en especial las cenas y es que después de aquel día en el que hablaron hasta que la madrugada llegó las cosas entre ellas habían quedado más que claras… No era quiebre emocional, no era falta de confianza y mucho menos falta de amor, lo que había ocurrido entre ellas era el miedo de perderse una a la otra y la felicidad de encontrarse con antiguas personas, sin embargo Toni sabía perfectamente que Gianna tenía que salir de su vida y de la vida de su familia.
Los besos robados y las tiernas caricias dejaron de faltar entre ambas y aunque Toni aún dormía en el sofá, sabía que las cosas entre ellas estaban bien y que simplemente era cuestión de tiempo para que las cosas estuviesen mejor que nunca…
El reloj marcaba las 6:30pm y era la última noche que la pareja estaría en el lugar por lo cuál Sophia se ofreció a preparar la pasta que a Toni tanto le gustaba, por esa misma razón se habían comunicado con el señor Klein para obtener las cosas que aún les faltaban. Mientras Sophia se encontraba en la cabaña preparando la comida Toni hacia su viaje de regreso a la misma pues por petición de la ojiazul había caminado por casi 35 minutos en busca de flores que ella le había pedido.
Cuando Toni entró a la cabaña un maravilloso aroma inundó sus fosas nasales haciendo despertar sus papilas gustativas, caminó hacia la cocina en dónde observó a su esposa de espalda a la puerta por lo que en total silencio se acercó a ella hasta rodearle la cintura con sus brazos.
-Esa pasta huele muy bien- susurró haciendo sonreír a la ojiazul- Aquí están las flores, espero que te gusten-
-Están muy hermosas Toni, tan hermosas como tú-dijo para después girarse y rodear con sus brazos a su esposa- Gracias por amarme…-
-Yo soy la que debo agradecerte por amarme a pesar de todas las estupideces que he hecho- le respondió la morena con una sonrisa antes de plantar un beso en los labios de su esposa. Se separaron para comenzar a servir la cena para ambas que consistía en: Pasta, pan tostado, queso y una magnífica botella de vino…
Cenaron siendo acompañadas por la cálida y magnífica brisa que entraba por la gran ventana y golpeaba contra sus cuerpos, tenues melodías se escuchaban sonar, ambas rieron, sonrieron y se regalaron dulces caricias llenas del más profundo y puro sentimiento del amor. Después de 1 hora en la que ambas permanecieron sentadas una frente a la otra Toni se colocó de pie para después ofrecerle a Sophia su mano y finalmente salir a la pequeña terraza de la cabaña el clima de esa noche era cálido en comparación con el resto de los días, la luna iluminaba aquel hermoso cielo en compañía de las estrellas…
Toni le pidió a Sophia que esperara unos segundos y nuevamente ingresó a la cabaña en dónde de inmediato se acercó al pequeño reproductor de música, buscó entre los discos/cd’s de música hasta que encontró el que ella había visto días atrás, lo colocó en el reproductor y salió hacia la terraza en dónde su esposa se encontraba admirando la belleza de el cielo, justo en ese momento una dulce melodía comenzó a sonar, se trataba de:
Can’t Help Falling In Love de Elvis Presley.
-¿Me harías el honor de permitirme esta pieza?- preguntó Toni a su esposa quién de inmediato aceptó con una sonrisa, ambas unieron sus manos y cuerpos dejándose llevar por aquella melodía, sus ojos se conectaron dejándoles saber que ellas estaban destinadas…
