Narra Steve
Últimamente llevo con dolores de espalda y la verdad que pensé que se me quitaría, pero no es así... obviamente no iré al médico, no creo que sea nada grave.
- ¿Estás bien? Te noto preocupado. - preguntó Princess haciendo que yo volviera a la Tierra.
- Sí. Estoy bien... sólo estaba pensando.
- Ok... Danny nos ha invitado a todos a comer en su casa.
- ¡Genial! ¿Lo saben los niños? - Pregunté por lo que Princess asintió.
- De hecho, ya están allí. Quisieron pasar el rato con Grace y Charlie. Luego se irán a un partido de fútbol americano donde jugará Chin, por si quieres irte con ellos.
- Claro. ¿Qué vas a hacer tú?
- Estaré con Kono porque me dijo que necesitaba hablar sobre una cosa conmigo urgentemente y después iremos a ver a Chin. - contestó Princess mientras guardaba sus cosas para irnos ya.
- No sé qué llevarme a parte de la pistola y la placa.
- Será el fin del mundo el día que no vayas a cualquier sitio sin tu pistola y tu placa.
Nos reímos y decidimos irnos ya de casa para no tardar mucho en llegar. Durante el trayecto nos pusimos a escuchar a todo volumen Bon Jovi aunque a Steve le recordase a Danny.
- ¿Qué te pasa, Steve? Sé que algo te pasa, así que no me escondas nada porque te conozco muy bien.
- Ay... sólo estaba un poco preocupado por mi espalda y ya. No es nada más y nada grave.
- Deberías ir al médico por si acaso.
- Mira, llegamos.
Narra Princess
Steve se bajó rápido del coche haciéndome entender que no quería hablar del tema por lo que decidí dejarlo y seguirle. Sinceramente se notaba bastante su dolor de espalda ya que, siempre le veo frotando la espalda como si algo le molestara.
- ¡Hola, chicos! Pasad. - Comentó Danny.
Pasamos y lo primero que me encontré fue a Charlie y a John jugando a videojuegos mientras que Grace y Kiana escribían en sus diarios.
- ¡Hola, mamá! - gritó Kiana mientras corría a abrazarme.
- ¡Hola, mi pequeña! ¿Sigues escribiendo en tu diario secreto con Grace?
- ¡Sí! De hecho, estamos compartiendo secretos porque nos tenemos mucha confianza.
- ¡Eso está muy bien! - volví a abrazarla.
- ¡Iré a saludar a papá! - volvió a gritar para después irse corriendo hacia Steve.
Decidí saludar a los demás ya que, estaban sentados en el sofá mientras comentaban lo que estaba jugando Charlie y John.
- ¡Oye, tu hijo juega muy bien! - Comentó Kono mientras me cedía el asiento de al lado.
- Pues mira que no tengo ni idea de esas cosas, sólo sé que tienes que disparar hasta que quedes el último.
- ¿Cómo se llamaba el juego, chicos? Porque mi hijo se la pasa día y noche jugando a eso. - preguntó Lou mientras miraba detalladamente la televisión.
- Se llama Fortnite, tío Lou. Es un juego muy adictivo ya que lo único que tienes que hacer es disparar y ganar. - Contestó John.
- Ah... ni idea.
- ¡Chicos! ¡Ya está la comida! - gritó Danny.
Narra John
Decidimos esperar a que terminara la partida por mucho que el tío Danny nos dijera que lo pausáramos y nosotros le intentábamos convencer diciendo que no se puede pausar porque estamos en online.
- ¡Victoria magistral! - gritamos a la vez.
- ¡Vamos, chicos! - volvió a gritar el tío Danny.
Fuimos hacia la mesa y nos sentamos en los sitios que estaban desocupados.
- Y bueno, ¿Qué tal la comida? - preguntó el tío Danny mirándonos a todos.
- Un poco salado. - respondió papá.
- Tu opinión no vale.
- ¿Por qué?
- Porque no sabes opinar.
- ¿Cómo que no sé opinar?
- No, Steve. No sabes opinar por lo que estaría agradecido que cerrases un poco tu boca.
- ¡Encima que te soy sincero!
- ¡Que me da igual!
- ¡Chicos, basta! - gritó mamá mientras los demás intentábamos contenernos la risa.
- ¡Pero si es Danno que no quiere que opine de su comida cuando él mismo dijo qué tal la comida!
- ¡Es porque tú no tienes experiencia a en gustos gastronómicos! - gritó el tío Danny.
- En verdad... la comida está un poco salada, papá. - está vez comentó Charlie.
- Choca los cinco, Charlie. - respondió papá.
- Vale, pues que la próxima comida sea en la casa de Steve. Verás la de opiniones que te voy a dar yo.
- Pues te esperaré impacientemente, Danno.
- No me llames así.
- Ya se ha enfadado.
- ¡Que no me he enfadado! ¡Es que eres tú que me estresas todos los días a todas las horas!
- ¡Pero si te estresas tú solo! ¡Siempre estás echándome la culpa cuando no la tengo!
- ¡Siempre tienes la culpa de que esté así! ¡No puedo aguantar ni un día más a tu lado!
- ¡Entonces no me invites a tu casa!
- ¡No te he invitado solo a ti par de engendro! ¡He invitado a todo el mundo! ¡A parte de estresante, eres un egoísta!
- ¡Basta ya! ¡El próximo que vuelva a abrir la boca se lo coso con hilo y aguja! - gritó mamá.
De repente hubo un silencio en el ambiente haciendo que Charlie y yo nos mirásemos entre los dos mientras nos reíamos en silencio.
Narra Steve
Mira que soy un hombre bastante duro y valiente, pero cuando Princess se enfada así hace que lo duro y valiente se esconda dentro de mí y crezca un miedo increíble.
- ¿Traigo el postre? - preguntó Danny con un tono muy delicado.
- ¡Claro! - respondió Kono con una sonrisa de oreja a oreja sabiendo que Danny lo hizo para cortar la tensión que había en la mesa.
Danny se levantó no sin antes mirarme con una cara desafiante y se fue a por el postre.
- Papá... ¿Iras con nosotros a ver al tío Chin jugar contra los Bulldog Rebels? - preguntó John mientras jugaba con el tenedor.
- ¡Claro! Nunca me perdería a Chin jugando. Es una máquina en el fútbol americano.
- Aquí tenéis el postre. Flan casero y ya.
- Buen título para tu flan. - contesté riéndome de él.
- No empecemos, Steve... - está vez habló Princess por lo que asentí y me callé.
Cada uno cogió un pequeño plato con flan y lo probamos a la vez.
- Vaya. Esto está buenísimo. - Contesté.
- ¡Papá, no hablé con la boca llena! - respondió Kiana y la pedí perdón.
Después de terminarnos el flan de Danny, nos preparamos para irnos a ver a Chin, nos pusimos su camiseta, nos pintamos algunos la cara y nos fuimos a por el coche.
¡Será una gran noche. A por todas, Chin!
¡Hola a tod@s! ¡Estoy muy contenta de volver por aquí!
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𝑴𝒊 𝒅𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒐 𝒆𝒓𝒆𝒔 𝒕𝒖́ (𝐒𝐭𝐞𝐯𝐞 𝐌𝐜𝐆𝐚𝐫𝐫𝐞𝐭𝐭)
RandomSoy la agente Reyes, pero para los amigos soy Princess, trabajaba con NCIS hasta que Henrietta me dijo que tenía que cambiar de aires, a Hawaii... Aventuras por explorar, casos por cerrar, familias por proteger, personas por amar...