Dulce Obsesión

Capítulo 3

Mi papá nos dejó a mi madre, hermano y a mí, y no entendía bien el motivo.

Para empeorar el día, tendré que empezar en una escuela nueva, cosa que no será muy divertida.

Caminaba de la mano de mi madre mientras ella intentaba animarme.

-Cariño- habló con voz dulce- ¿No es emocionante? Conocerás nuevos amigos- concluyó con entusiasmo.

-Mmmm-asentí simplemente.

Mi madre hizo una pequeña mueca triste, pero no dijo nada más. Seguimos el camino en silencio hasta llegar a la escuela primaria Lincoln.

-Bueno cariño, llegamos- soltó mi mano y besó mi mejilla- No olvides que te quiero mucho, todo saldrá bien- tranquilizó.

-Adiós mami-contesté besando yo ahora la suya.

Ella se quedó esperando hasta que entrara, así que comencé a caminar a mi aula.

Giré mi cabeza para ver si seguía allí, pero para mi desgracia ya se había ido.

Continué mi camino con la cabeza gacha. Ya tenía mi horario y sabía perfectamente cual era mi clase, el problema era que no sabía donde se encontraba.

Esperaba poder encontrarla antes de que terminara, pero iba a ser una tarea difícil.

-¿Necesitas ayuda?-preguntó alguien a mi espalda.

Al girarme, pude ver un chico de contextura pequeña y de pelo castaño.

-Mmm si, estoy buscando la clase cinco-le extendí el papel.

-¡Ah! Si, yo voy también, ¿vienes conmigo?- preguntó con amabilidad.

-Sí claro- contesté simplemente.

Caminamos a la clase en silencio, un silencio bastante incómodo la verdad.

No lo conocía y no quería parecerle borde, porque no lo soy, pero estoy pasando por un mal momento y no deseo hablar con nadie.

Llegamos después de un rato caminando, pero antes de entrar hablé.

-Gracias- dije con una sonrisa.

-No es nada, espero que podamos vernos en el descanso- yo asentí y él se fue a sentar con los que imagino que son sus amigos.

Pasaron unas clases muy aburridas y para hacer peor del día, el chico misterioso, cuyo nombre no sabía, no vino conmigo en el descanso.

No sabía porque me importaba tanto, en cualquier caso, es solo un chico que me ayudó del cual ni su nombre sabía.

Esperaba en la entrada de la escuela a mi madre, yo ya era consciente de que llegaría tarde, porque tiene que trabajar, pero esperaba que no tardara tanto.

Balanceaba mis pies para delante y detrás para matar el tiempo. De pronto, comenzó a llover y tuve que meterme dentro.

Suspiré, solté mi mochila y me senté en uno de los bancos de la recepción. El aburrimiento me iba consumiendo, ya habían pasado veinte minutos desde que salimos de las clases y mi madre aún no llegaba.

En mi campo de visión apareció ese chico misterioso. Iba acompañado de la que pienso que es su madre mientras charlaban tranquilamente.

De pronto se giró y conectó miradas conmigo mientras sonreía. Le dijo algo a su madre y se acercó a mí.

-Hola-dijo tranquilo.

-Hola-contesté secamente.

-Perdón por no ir contigo, el profesor de matemáticas nos castigó y no nos dejó salir al recreo- explicó.

-No te preocupes, por cierto, me llamo Alex-extendí mi mano para que la tomara.

-Encantado, yo soy Carlos- en el momento en el que conectó su mano con la mía, sentí algo extraño dentro de mí, que por esos tiempos no supe explicar, pero creo que desde ahí empezó todo...

Nuevo capítulooo!
Espero os guste
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Se despiden Julia Black y la Puticornio