capitulo 79 ( llegó el gran día )

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—Tranquila, preciosa... Está escogiendo un libro de aventuras, ya sabes—asentí—.¿Tú solo quieres ese libro?

                     

—Sí, amor. Es el que buscaba

                     

—Escoge otros, mi amor—iba a decirle algo pero me interrumpió besándome—.No me salgas con tu "No es necesario"

                     

—Es que es cierto, amor...—ella negó

                     

—Necia. Bec, tú escoge los libros que quieras, sabes que por eso trabajo mucho para ti y mi hija—se acercó a besarme—.Voy con la niña. Te veo en la caja, amor

                     

La necia era ella no yo. Suspiré y tomé un libro al azar que estaba en la parte de rebajas porque sabía que si no escogía mínimo uno más, no nos iríamos de la tienda hasta que escogiera otro. Decidí irme a formar a la caja porque había un poco de gente, máximo seis personas iban enfrente de mí, cuando ya solo me faltaba una persona para que fuera mi turno, llegó Freen y Sam con cuatro libros infantiles y un rompecabezas.

                                 

             
                   

—¿Todo eso leerás, Sam?—mi hija asintió—.¿Seguro? Ya sabes que no me gusta que hagas que mamá te compre cosas y luego las dejes ahí

—No, mami. Si voy a leer y armar mi rompecabezas de Leones

—¿Tú qué más escogiste, amor?— Freen miró el segundo libro que escogí—¿Es enserio, amor? ¿Esto te llevarás?—asentí—.Ok, ok... Apuesto que ni si quiera te fijaste de que es

—¿De qué es, mamá fre?

—Pues al parecer mami irá con Tee a cantar alavanzas—dijo ríendo y fruncí el ceño—.Escogiste un de cantos religiosos, Bec—dijo sin parar de reír y decirle al muchacho que comenzara a cobrar las cosas

Al salir de la tienda, decidimos ya irnos a casa porque yo ya estaba muy cansada y quería recostarme.
Justo cuando íbamos entrando al estacionamiento el celular comenzó a sonar.

—¡Hola, Tay!....¿Cómo est.... ¿¡Cómo dices!?—en ese momento miré a una Freen preocupada—Voy de inmediato—me miró—.Solo deja paso a dejar a Becky y a la niña a la casa y voy para allá....—colgó

—¿Qué pasa, amor?

—Mi mamá se puso mal de nuevo, se desmayó de nuevo. Vámonos, las paso a dejar a la casa para que descanses y yo me regreso a casa de ellos

—No, amor. Vamos contigo—negó—.No sea necia, quiero estar contigo

—Necia tú porque solo mirate, amor. Te vez cansada y enserio no quiero que te pase nada, cariño—me acerqué a darle un beso en sus labios

—Voy contigo

Suspiró rendida, así que caminamos hasta el auto y nos dirigimos a casa de los padres de Freen. Al entrar Taylor abrazó a Freen quien le pregunto lo que había pasado, la chica sin para de llorar le explicó a su hermana sobre el desmayo de su madre.

—¿Ya llamaron al doctor?—Taylor asintió

—Papá está arriba, mejor sube porque el doctor insiste en que es mejor llevarla a un hospital, pero ella no quiere

Freen de inmediato subió hasta las habitaciones dejándome a mí y a nuestra hija con Taylor, la abracé tratando que se calmara un poco.

—No es normal, Bec... Siempre anda con dolores de estómago y ella solo los quita con sus pastillas

—Es mejor que la lleven al hospital para que ahí le puedan hacer estudios

—Eso es lo que nosotros le decimos pero ella no quiere... Espero y Freen pueda convencerla—asentí y la volví abrazar

Decidí irme a sentar al living, enserio me sentía cansada, acaricié mi panza y de inmediato comencé a sentir a mi bebé moverse, sonreí.

—Ya casi es es el día que llegue, ¿verdad?—dijo Taylor sentándose enfrente de mí

—Sí, ya casi—sonreí—.Ya tenemos todo, ya solo es esperar

—¿Te sientes cansada?

—Un poco... No te preocupes

—Si gustas puedo decir que te acomoden una habitación para que te acuestes—negué—O sube a mi habitación para que estés más cómoda—volví a negar—.Que terca eres. Entonces deja ir por una frasada y mis pantunflas para que tus pies descansen

Taylor no tardó mucho y me dió la pequeña frasada y sus pantuflas, de inmediato me quité mis zapatos y sentí una sensanción increíble de descanso.
Acaricié mi panza y el imaginarme ya teniendo a mi bebé en brazos me ponía feliz. Moría de ganas por cargarla y besar su carita por primera vez.

Cuando nos encontrábamos nuevamente en casa, a Freen la notaba triste y es que Lisa se volvió a poner mal y es que era alarmante su situación porque ese dolor estomacal ya no era algo sin importancia llegando ya al punto que volviera el estómago y con sangre.

—Amor...—le hablé a Freen cuando salía del baño

— Bec, pensé que ya estabas dormida—se acercó a mí y me dió un besito en la frente—¿Estás bien?—negué—.¿Qué pasó?

—Te noto triste y preocupada... Eso no me gusta—ella hizo una mueca

—Es por mi mamá... Me duele verla así y no poder hacer nada porque ella no quiere ir al hospital—me tomó de las manos y besó mis nudillos—.No te pongas mal tú, no te hace bien

—Cariño, ya verás que tu mamá quedrá ir a un hospital—ella asintió

—Eso espero, mi amor—acaricié su mejilla—.¿Me das un abrazo?

—Los que quieras, mi amor—en ese momento rodé su cuello con mis brazos—.Te amo

—Y yo a ti—besó mis labios—.¿Lista para ir a descansar?

—Sí, amor... Estoy cansada. Acomoda la cama en lo que yo voy al baño, ¿si?

Freen asintió, fui a  el baño hice mis necesidades y cuando me estaba lavando las manos comencé a sentir un un hilo de líquido tibio chorreándome por las piernas

—¡Freen!—le grité

—¿Qué?

—¡Amor, se me acaba de romper la fuente!—comencé a sentir miedo, en ese momento entró Freen— Freen, la bebé ya va a nacer


           

A promise is a promiseWhere stories live. Discover now