‼️Importante‼️ Este capítulo va a ser narrado desde la perspectiva de Tsukishima, déjenme saber si les gusta la idea para hacerlo otra vez.
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Sus pecas volvían a estar cerca de mi, permitiéndome volver a divisar la bella vista que me había conquistado cuando éramos pequeños, esos bellos ojos y esa bella sonrisa que se acercaron a mi cuando más lo necesitaba por fin estaba conmigo, de nuevo.
Comencé a besar su cuello, bajando lentamente hasta llegar a su abdomen, el cual tenía algo tonificado, me impresionaba ya que él no realizaba alguna actividad física como tal. Quité por completo su camisa y por fin observé esos bellos botones que tanto me gustaban besar, toque uno y observé como correspondieron dando como resultado un pequeño gemido.
—T-tú también quítate la ropa, no quiero ser el único —mencionó entre lágrimas de placer.
Hice caso y comencé a quitarme la playera que traía conmigo, dejando mostrar mi pálido abdomen aunque, por lo visto, a mi pequeña fresa le gusta demasiado. Seguí bajando y note aquella erección pasando mi mano por encima de ella, dando pequeñas caricias esperando su respuesta.
Quité lentamente sus pantalones y pude ver aquella incomodidad de su entrepierna, lleve mi boca y comencé a hacer algunas embestidas mientras comenzaba a estimular su pequeña entrada.
Solamente escuchaba el goce de mi pequeño, provocando que se encorbara del placer que llegaba a sentir pero yo estaba en mi borde, así que espere a que se viniera y comencé a quitarme mis pantalones para dejar al aire lo que tanto disfrutaba Tadashi.
Comencé a acariciar su entrada recibiendo una cálida bienvenida, coloque un condón y por fin entre en las apretadas paredes. Después de hacerlo durante tanto tiempo esto nos parecía una maravillosa experiencia, deseando que esto nunca terminará y así fue, hasta que llegamos a un par de horas y decidimos parar para por fin descansar.
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Al abrir mis ojos note que era un día nuevo y para arruinarme el momento tenía que levantarme para ir a entrenar en el equipo que había sido seleccionado, los Sendai Frogs. Antes de levantarme por completo observé la bella vista que tenía, no podía asimilar lo hermoso que era después de estar tantos años a su lado, estaba totalmente enamorado.
Cuando por fin pude entrar a la ducha aclarando mis ideas tomé un par de pantalones ligeros para el entreno, al igual que empaque una toalla para poder bañarme en el gimnasio, me despedí de Yamaguchi y agarré las llaves del auto para emprender el camino.
En menos de treinta minutos ya estaba cruzando la puerta del gimnasio del equipo siendo recibido por el entrenador y algunos compañeros.
—Pero miren quien llegó, ya se estaba siendo tarde —un compañero que era, al igual que yo, bloqueador centrar, mencionó aquellas palabras.
