¿Servían los dioses sólo para sacrificarse...?

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El ejército se precipitó hacia la zona de Chi Yuan con gran furia, en una operación con el nombre de 'Primera Batalla de Pingyuan' Sin embargo, el resultado fue que Ping fue vencido por Yuan.

En la primera batalla murieron un emperador, dos príncipes, varios nobles, elites militares y civiles, el reino fue cortado de un solo golpe. Después de eso, los mapas fueron quemados, las joyas reales se hicieron añicos, la emperatriz huyó y la capital imperial cayó en manos del enemigo. Sin un gobierno central y sin ninguna autoridad a la que recurrir, las diferentes regiones y etnias se vieron obligadas a autogobernarse y comenzaron un período de más de veinte años de guerra y caos.

Este período se conoce como la «Era de la Gran Confusión».

En la comunidad histórica se ha debatido mucho sobre lo que fueron las 'Minorías étnicas del suroeste' y se han abierto diversos debates en foros y comunidades, con numerosas hipótesis planteadas, pero cada una tiene sus propias lagunas, porque al fin y al cabo hace 3.000 años es demasiado tiempo, y hay demasiadas cosas imposibles de examinar. Además, las pruebas materiales que han sobrevivido son escasas, y a lo largo del país no se puede encontrar ni siquiera una sala de exhibición, ya que la mayoría de los objetos de valor se encuentran bajo el control de la Oficina de Investigación de Artefactos Anómalos y están sellados.

La Oficina de Investigación de Artefactos Anómalos posee una biblioteca completa que alberga diversos artefactos de la Era de la Gran Confusión, todos ellos objetos con energías excepcionales.

Porque la verdad es que la llamada 'Minoría étnica del Suroeste' no es un antepasado humano en absoluto, sino que era una raza no humana que fue separada de la raza humana por el Cañón de Chi Yuan.

En 1981, la Oficina de Control de Anomalías consiguió romper una formación mágica en la zona exterior de Chi Yuan y encontró una cueva con los restos de un hueso de ave gigante, que pesaba 300 kilogramos por sí solo. A la entrada de la cueva había una lápida de piedra con la inscripción 'El Guardián de la Tumba, Yanming de la tribu Bi Fang'.

La lápida tenía un residuo de energía de rayo y fuego. Después de realizar pruebas y comparaciones minuciosas, se determinó que los residuos de energía en la piedra coincidían con los del esqueleto. Por lo tanto, se concluyó que la piedra fue tallada por el propio ave.

En otras palabras, los huesos pertenecían a un ave con un coeficiente intelectual muy elevado y un alto nivel cultural, y su aspecto físico era muy similar al del legendario «Ave Dios del Fuego Bi Fang». El Departamento de Estudios Antiguos considera que estas razas no humanas son muy probablemente los prototipos de los seres 'fantásticos' en los cuentos populares.

La Era de la Gran Confusión, de hecho, fue la única catástrofe en la historia causada por la guerra entre humanos y no humanos.

El período de la Era de la Gran Confusión llegó a su fin con el sucesor del Emperador Ping, el Emperador Wu³ Sheng Xiao.

Se dice que este Emperador Wu de Da Qi, Sheng Xiao, era el hijo ilegítimo del Emperador Ping, nacido en el mismo año de la Primera Batalla de Pingyuan. Desde su nacimiento, nunca tuvo un solo día de paz. Ya sea huyendo o vagando, creció comiendo de la mano de diferentes familias durante los tiempos de guerra. Luego, con el poder de la violencia, reunió a todas las tribus humanas y con su propia fuerza, reprimió a los demonios que dominaban en la confusión. Derrotó al Rey de los Demonios, erigió piedras fronterizas y estableció la División Qingping, dejando una huella imborrable en la historia.

Tras la restauración del reino, durante el final de su reinado, el Emperador Wu reveló una faceta inusualmente despiada y de sangre fría, llegando a volverse completamente loco... Saltó al abismo de Chi Yuan y se quitó la vida. Debido a que no quedaron restos de su cuerpo, la tumba del Emperador Wu en las generaciones posteriores es solo un montículo ceremonial.

Ahogando penas en fuego ardienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora