—¿Hay algo de malo en mí?
—Prefiero llamarlo "un reclamo"
—¿Debo de temer?
—Ve y habla con él, te está esperando en su oficina.
Su corazón latió rápidamente mientras su respiración se intensifica de manera descomunal, su amado la llama de una forma desesperada luego de cometer un error que le costó su felicidad, ahora con un nudo en la garganta sonrió dando una leve reverencia aquel hombre de gran corazón.
—Me temo que mi cuñado busca de mi presencia
—Me gustaría volver a verla señorita, fue una plática bastante entretenida
—Me siento apenada por esta situación
—No se disculpe, seguramente hay mucho de que discutir cuando me visite en mi hogar
—Espero estar disponible los próximos días
—Un gusto saludarla. —Muto sé acercando hacia su mejilla dando un beso corto—. Espero quedar entre los pretendientes seleccionados
—Seguramente así será.
Una sonrisa se dibujó sobre su rostro para alejarse del jardín dando pasos grandes, dejando ver como su vestido se mueve con la caminata repentina.
—Un gusto saludarlo... Hanma Shuji, si me lo permite me retiro ya no hay nada que pueda hacer en este lugar
—Esperamos su proxima visita. —Las intenciones están ocultas detrás de un semblante despreocupado—. Tal vez será mejor que huyas.
Las advertencias fueron ignoradas por el simple hecho de amar a una mujer ajena, la ira lo invadió luego de observar con descaro como el hombre de gran cuerpo beso sus mejillas de una forma poco disimulada.
Un plan siniestro surgió rápidamente después de ver como la mujer que ama trato de alejarse, sus intenciones van más allá de la venganza y el deseo de ver sangre sobre el suelo y su espada que ha sido heredada por los últimos años.
"La necesidad de tenerte a mi lado me genera una ilusión que solo tú puedes arreglar, mi mente desea tenerte en ella toda la vida, aquellos sentimientos vacíos son llenados por la calidez de tu mano, tu sonrisa risueña y aquellos ojos que esconden miles de secretos"
La joven caminó rápidamente por su hogar dejando ver su afán por llegar hacia el último cuarto de la casa, donde se esconde su ser amado, su corazón palpita y el vestido de tela se mueve con el viento que afecta su velocidad, su vida y las decisiones que está tomando son merecedoras de culpabilidad para su espíritu, pero a pesar de la culpa que siente su obligación como descendiente de rey venery es cumplir aquel juramento que alejo a su verdadero amor de ella después de una discusión que simplemente afecto su integridad como mujer y donde el despecho gano la batalla.
—¿Kisaki? —Kamari abrió la puerta con rudeza, dejando ver su necesidad de cariño—. ¿Me pediste que viniera?
—Amada mía... —El joven se acercó hacia su cuerpo, donde sin dudarlo un segundo devoró su boca introduciendo su lengua rápidamente—. Finalmente estás aquí
—¿Acaso hay una excusa?
—¿Por qué me hiciste esto?
—¿Te refieres a buscar un esposo digno de mí?
—¿Acaso no soy suficiente?
—Eres el hombre que más amo. —Su mirada risueña se posó sobre sus ojos azules llenos de vitalidad—. Rompiste mi corazón luego de huir de esa manera
