-Déjala en paz -lo apartó un poco para que no llegara a mí.
-Ah, o sea que no niegas lo de tu novia -se dio cuenta entonces el moreno.
Los demás reprimieron una risa y yo saqué el dedo a Ansu por un lado de Gavi.
-Para tú también -se giró hacia mí echándome un poco para atrás.
-Has tenido suerte -escuché que decía Ansu, porque Gavi me tapaba.
-Si eres un perdedor no es mi culpa -me burlé.
-Valentina -me cogió Gavi se las manos.
Solté una risita y las apoyé en su pecho mientras trataba de mirar a Ansu.
-Ah, Gavi, mañana ya te llevaré la cartera, que te la dejaste anoche en mi casa -habló Ferrán.
Automáticamente dejé de fijarme en Ansu y centré mis ojos en Gavi, quien me tapaba de todos los demás por la cercanía a la que se encontraba de mí.
-Tranquilo, ya me la darás -murmuró el sevillano mirándome orgulloso.
Sonreí levemente al darme cuenta y él me empujó un poco hacia atrás para que entrara al comedor, a lo que hice caso.
Me solté y me di la vuelta, dispuesta a recoger mis cosas mientras Gavi se dirigía hacia la puerta.
-Te dejas esto -entró Pedri con mi portátil.
-Ah, gracias -alcé las cejas mirándolo.
Fui a cogerlo y él lo apartó de mis manos, para después tendérmelo otra vez.
-No te enfades, ya te contaré -dije un poco más bajito.
-Más te vale -me miró amenazante pero en broma.
Sonreí levemente y le guiñé un ojo antes de dirigirme hacia la puerta.
Me despedí de los demás con un grito y seguí al sevillano hacia el coche.
-¿Cómo es que has querido que te llevara yo? -preguntó mientras arrancaba.
-No sé, como has dicho que también te ibas -me encogí de hombros.
-Ah -asintió incrédulo.
Reprimí una sonrisa y tomé aire.
-¿Tu madre está ya en casa? -se interesó sin mirarme.
-Sí, me ha enviado antes un mensaje -contesté tranquila.
-Qué pena -murmuró alzando las cejas.
-¿Cómo que pena? Sino no tendría... Ah -sonreí al darme cuenta.
-¿Qué?
-Nada -negué con la cabeza.
-Aún así puedes venir a dormir a mi casa -ofreció provocador.
-No, gracias -sonreí girándome hacia él.
-¿Qué tengo que hacer para vengas? -preguntó acelerando un poco.
-Nada, porque no voy a ir -solucioné.
-Algo se me ocurrirá -aseguró pasando de mí.
Rodé los ojos y volví a mirar hacia delante.
Al poco rato llegamos frente a mi casa, y cuando fui a abrir la puerta del coche, de nuevo la mano de Gavi se posó sobre mi muslo.
-Le estás cogiendo el gusto a esto, eh -me giré hacia él.
-Le estoy cogiendo el gusto a muchas cosas -alzó las cejas.
-¿Qué? -me quedé observándolo.
-¿Vas a darme un beso? -preguntó entonces.
-No.
-¿Puedo dártelo yo?
-Tampoco -sonreí.
Bajó la mirada a mis labios y volvió a subirla a mis ojos.
-¿Puedo pasar a recogerte mañana? -siguió.
-¿Si te digo que no, vas a hacerme caso? -alcé las cejas.
-No.
Negué con la cabeza y él se encogió de hombros.
-Si tú tomas decisiones yo también -habló de nuevo.
-Sí, la cosa es que yo tomo las decisiones por mí -maticé.
-Claro, y yo también las tomo por ti -sonrió sarcástico.
-Mira, es la única cosa en la que tienes razón desde que nos conocemos -me sorprendí de forma irónica.
-Tengo razón en muchas cosas -aseguró.
-¿Ah, sí?
-Valen... ¿Qué te he dicho sobre decirlo de esa forma? -tensó la mandíbula.
-No lo he dicho de ninguna forma -argumenté.
Se repasó los labios con la lengua y yo a duras penas pude apartar la mirada de ahí.
-No vuelvas a hacerlo -pidió como ahogado.
-¿O sino qué? -me acerqué un poco.
Se acercó también, algo más serio y recorrió mi cuerpo con la mirada de arriba abajo, haciendo que a la vez me recorriera un escalofrío.
-Sino vas a necesitar muchas almohadas para...
-Shh -lo corté de golpe.
Sonrió orgulloso y repasó mi cara de forma rápida, a lo que lo imité.
-No le has contado a Pedri lo de ayer -recordó.
-No -negué con la cabeza.
-¿Por qué? -preguntó algo más bajito.
Me encogí de hombros y tomé aire.
-Porque fue una tontería -solté para provocarlo.
Asintió y sonrió, sabía que no lo decía en serio.
-Si fue una tontería, ¿Por qué no dejas que te bese otra vez? -se le ocurrió.
-Ayer tampoco te dejé, lo hiciste directamente.
-¿Duermes encima de mí pero no quieres besarme? -alzó una ceja.
-Tú dormías conmigo y no querías sentimientos -lo miré de la misma forma.
Se mordió el labio y no dijo nada.
-Jaque mate -murmuré victoriosa.
Soltó una risita y llevó su mano a mi nuca, para acercarme a él y dejar un beso sobre mi mejilla.
-Nunca he sentido tantas cosas como cuando despertabas a mi lado -susurró muy cerca de mí.
-Si quieres que vuelva a hacerlo vas a tener que demostrármelo -susurré también.
Se separó un poco como para analizarme a ver si lo decía de verdad, a lo que sonreí de forma suave.
Soltó mi nuca y llevó la mano a los asientos de atrás, para después poner entre nosotros un ramo de rosas.
-Ayer no te lo llevaste -advirtió tendiéndomelo.
Tomé aire y cogí el ramo.
-Gracias -alcé las cejas.
-De nada, señorita -sonrió tranquilo.
Me di la vuelta y abrí la puerta del coche para bajarme y llamar al timbre.
-Hasta mañana -bajó la ventanilla.
-Chau -me despedí entrando a casa.
Agitó la mano y yo sonreí antes de cerrar a modo de respuesta.
YOU ARE READING
Olas de intensidad
FanfictionA veces no se conoce a una persona de la forma más bonita, pero lo importante es lo que pasa después. Justo eso es lo que ocurre con Valentina y Gavi: el principio no es lo más agradable, pero sí lo son las coincidencias de después, cuando ella ter...
Capítulo 28. Hasta mañana.
Start from the beginning