-Ah, mirad quién viene por ahí -me miró Ansu-. La que no quería echarse siesta.
Todos se giraron hacia mí y rieron, a lo que rodé los ojos.
-Lo que no quería era echársela sola -murmuró Pedri travieso.
-No pienso hacerte ni caso, que lo sepas -le quité importancia.
Soltó una risita y yo me tiré en el sofá dispuesta a observarlos.
Siguieron haciendo un par de toques y yo cogí el móvil para contestar varios mensajes de mis amigas.
Al poco salió Gavi algo dormido todavía y se dejó caer a mi lado.
-Ay, justo te iba a pedir que me trajeras el portátil -lo miré al darme cuenta.
Rodó los ojos y suspiró levantándose otra vez sin decir nada. Sonreí siguiéndolo con la mirada y de repente Pedri se me puso en medio, así que volví a mirar el móvil como sin haberlo visto.
-Tú y yo tenemos que hablar -aseguró quitándomelo de las manos.
-Dámelo -ordené intentando aparentar seriedad.
-¿Desde cuándo no me ocultas las cosas? -me ignoró.
-No te oculto nada, Pedri, venga, devuélveme el móvil -me levanté hacia él.
Lo levantó en alto para que no llegara y yo salté para cogerlo, alcanzándolo y cayendo un poco encima del canario, quien llevó su mano a mi espalda baja al instante. Justo en el momento en el que volvía a salir Gavi.
Miré a Pedri seria y lo aparté un poco, a lo que él rió y se dio la vuelta para ir con los demás. Sin embargo, para mi sorpresa, el sevillano no pareció prestarle demasiada importancia a eso, sino que dejó el portátil sobre la mesa y se sentó tan tranquilo con la capucha puesta.
Me volví a sentar también algo entrañada y cogí el ordenador para hacer lo que faltaba. Por suerte no me llevó mucho tiempo, así que después de guardar todos los documentos y enviármelos al correo, volví a dejarlo sobre la mesa.
-¿Vamos a cenar aquí? -preguntó Ansu a los hermanos mientras se acercaban a donde estábamos Gavi y yo.
-No sé, lo que queráis -se encogió de hombros Fer.
-Yo voy a irme a casa, que ya toca -murmuré mirando la hora.
-Yo igual -coincidió Gavi a mi lado.
-¿Me llevas? -pregunté girándome hacia él.
-Claro -accedió rápido.
Sonreí levemente y todos los chicos me miraron alzando las cejas.
-O podéis hacer un sorteo entre todos para ver quién tiene la suerte de llevarme -ofrecí al ver sus expresiones.
-Querrás decir mala-suerte -puntuó Ansu.
-Entonces no me mires así, payaso -bromeé.
-¿Qué has dicho? -me miró amenazante.
Yo reí y me levanté corriendo cuando vi que se levantaba hacia mí.
-¡Para, que era broma! -me dirigí hacia el medio del jardín.
-Ven aquí -ordenó tratando de pillarme.
-¡Ansu! -grité esquivándolo.
Volví rápido hacia donde estaban los chicos riendo y me puse detrás de Gavi, quien ya se había levantado.
-Venga, parad ya -ordenó el sevillano.
-Eso díselo a tu novia -soltó Ansu frente a Gavi, mientras yo lo mantenía de escudo.
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Olas de intensidad
FanfictionA veces no se conoce a una persona de la forma más bonita, pero lo importante es lo que pasa después. Justo eso es lo que ocurre con Valentina y Gavi: el principio no es lo más agradable, pero sí lo son las coincidencias de después, cuando ella ter...