Tardé un poco en rodear a todo el mundo y cuando llegué me apoyé también en la barra al lado del futbolista.
-¿Estás bien? -me miró frunciendo el ceño.
-Cuanta gente -tomé aire muy cansada.
Alzó las cejas y no me dio demasiada importancia, porque volvió a mirar el móvil.
-¿Necesitas algo? -preguntó entonces.
Lo miré tratando de enfocar y recomponiéndome un poco.
-Que dejes de mirarme como si hubiera intentado matarte -contesté obvia.
Se giró hacia mí incrédulo y yo traté de mantenerme seria.
-No lo he dicho a malas, y si te ha sentado mal, lo siento -me encogí de hombros.
-No importa -contestó apretando la mandíbula.
-Ya -sonreí sin creérmelo al ver su reacción.
Se humedeció los labios y yo dirigí mi mirada hacia allí sin poder evitarlo.
-Ahora que veo que vas borracha no me lo voy a tomar tan enserio, porque no debías saber lo que decías -aseguró.
Yo fruncí el ceño y levanté la vista a sus ojos.
-No voy borracha y sí sabía lo que decía -rebatí.
Juraría que en ese momento una media sonrisa apareció en su cara, pero estaba demasiado borracha como para recordarlo del todo.
-¿Qué? -me quedé mirándolo.
-No he dicho nada -se defendió.
-Menos mal -balbuceé algo irritada y me giré hacia la barra dispuesta a pedir mi agua e irme de ahí.
-¿Solo has venido para decirme que dejara de mirarte mal? -preguntó entonces.
Puse los ojos en blanco y lo miré de nuevo.
-Y que en realidad eres malísimo -solté.
Entonces sí sonrió, y lo recuerdo de forma muy clara, porque la sonrisa en su boca duró varios segundos.
-¿Ah, sí? -alzó las cejas.
-Eres el peor, de hecho -dije seria.
Asintió sin creerme y siguió mirándome.
-¿Cómo puedes ser mi fan y odiarme al mismo tiempo? -preguntó con algo de superioridad.
Entonces sí sonreí, pero de forma irónica.
-Fácil. Porque no soy tu fan.
Sonrió de nuevo y recorrió mi cuerpo con la mirada, haciendo que me pusiera un poco incómoda.
-¿Entonces por qué me has pedido una foto? -insistió.
Yo fruncí el ceño.
-No te la he pedido, lo ha dicho Álex -recordé, aunque ni siquiera sé cómo.
-Podrías no habértela hecho -argumentó tranquilo.
-Ya, pero no quería que te sintieras mal si me hacía una foto con él y contigo no -rebatí.
Soltó una carcajada y yo sonreí también.
-Veo que te gusta mucho engañarte a ti misma -murmuró después.
Me encogí de hombros y me giré de nuevo hacia la barra, para poder pedir por fin mi agua al camarero que había. La pagué y le di las gracias mientras la abría y le daba un trago.
-Eso, mejor deja de beber, que se te está distorsionando la realidad -Gavi volvió a coger el móvil de la barra y se lo guardó al bolsillo.
Rodé los ojos y me giré hacia él.
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Olas de intensidad
FanfictionA veces no se conoce a una persona de la forma más bonita, pero lo importante es lo que pasa después. Justo eso es lo que ocurre con Valentina y Gavi: el principio no es lo más agradable, pero sí lo son las coincidencias de después, cuando ella ter...