Capítulo 11. Joder...

Comenzar desde el principio
                                    

Al instante comenzó a sonar una canción lenta, a lo que Pedri llevó sus manos a mi cintura y me acercó a él. Tragué grueso y llevé las mías hacia su nuca, sin saber muy bien qué hacer. 

-Vale, ahora solo dale dos minutos para que se de cuenta, y a partir de ahí, tardará cinco segundos en venir -murmuró divertido. 

-No sé yo... -dudé nerviosa. 

-Tú hazme caso -asintió el canario. 

Asentí también, y la verdad es que si Gavi se acercaba sería para echarme la bronca por bailar con su amigo, pero no por otra cosa. Sobretodo al saber que tenía novia. 

Pero mientras tanto, seguí el ritmo de Pedri, que se movía despacio de lado a lado conmigo entre sus brazos. Sonreí levemente al darme cuenta y él correspondió con otra sonrisa mirándome desde bastante cerca. No pude evitar recorrer su cara con la mirada analizándolo, y la verdad es que era más guapo de lo que me pensaba. Aunque no, no era guapo, era atractivo. Pedri tenía algo que pocos chicos tenían, pero no sabría decir el qué. Era carismático, divertido y siempre estaba de buen humor, y eso atraía a la gente. 

Entonces me acordé de otra cosa. 

-¿Tú no tenías novia? -fruncí el ceño-. Solo falta que salga algún vídeo o foto de aquí y te metas en algún jaleo. 

-¿Qué? -me miró confuso. 

-Gavi me había dicho que tenías novia -expliqué. 

-¿Yo? Qué va -negó con la cabeza. 

Me quedé observándolo y mordí mis labios hacia el interior. 

Qué cabrón. 

Todo para que no me acercara a Pedri. 

-Ya nos ha visto -informó sonriente y me apretó un poco más contra él. 

Erguí un poco la espalda y sin darme cuenta acaricié su nuca de forma suave, apartando la mano al instante. 

-No, no. Hazlo, tranquila -murmuró. 

Asentí y volví a repasar su cuello con mis uñas, cuando nos dio a ambos la vuelta, dejándome a mí ver a Gavi. 

Si no le salía humo por las orejas en ese momento ni bien ni mal. Seguía con Ana, pero su mirada estaba puesta en nosotros, parecía como si estuviera imantada, como si no la pudiera apartar. 

-Nos va a matar -me acerqué al oído de Pedri. 

-Que aprenda un poco a que no va a tener siempre todo -contestó tranquilo.

Tragué grueso y cuando la canción acabó me separé del canario, pero no me fui muy lejos. Bajé mis brazos a su cintura y lo rodeé, mientras él hacía lo mismo. 

-Mucho estaba tardando -balbuceó mirándome después de mirar por encima de mi hombro. 

-¿Está viniendo? -alcé las cejas. 

-Mhm -contestó disimulado. 

Sonreí victoriosa y seguí mirando a Pedri como embelesada. 

-Valentina, nos vamos -apareció Gavi a nuestro lado. 

-¿Qué? ¿Ya? -lo miré confusa. 

-Sí, ya -dirigió sus manos hacia las de Pedri para apartarlas de mí. 

-Tío, quedaros un rato más. Si estabas hablando tan tranquilo con tu novia -habló Pedri. 

-No es mi novia, y nos vamos. Te recuerdo que mañana trabajas -me miró de nuevo. 

Olas de intensidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora