Capítulo 6

173 21 0
                                    

Pasó el fin de semana, bastante más rápido de lo que a Ciara le habría gustado, tenía la sensación de que iba retrasada con todos sus trabajos y hubiera agradecido disponer de algo más de tiempo.

Ninguno de los chicos mencionó el incidente de aquella noche, y nadie le preguntó por el hecho de que ella y Charlie habían dormido juntos. Ciara no sabía si estaban siendo simpáticos con ella o si Charlie les había pedido que no hiciesen ningún comentario al respecto. Fuera como fuera, agradecía internamente que no le preguntasen nada al respecto.

El lunes comenzaba con clase de literatura, y, al entrar en el aula, se encontraron al señor Keating columpiándose con las patas trasera de su silla detrás de su escritorio. Los chicos y Ciara se apresuraron a sentarse mientras el profesor comenzaba a hablar y le pedía a Neil que leyera uno de los párrafos del libro.

Todos escucharon la lectura de Neil, menos uno de ellos, que se encontraba demasiado absorto mirando la muñeca de su compañera de pupitre. Llevaba la pulsera que le había regalado un par de días antes, Charlie pensó que se la quitaría tarde o temprano, pero ahí seguía, Ciara no se la había quitado todavía.

Mientras Neil leía, Keating se había acercado a la pizarra donde se puso a trazar un gráfico uniendo ordenadas y abscisas para mostrar que un soneto de Shakespeare superaría ampliamente al soneto de Byron de aplicarse la técnica sugerida por el autor del libro. Muchas alumnos copiaban cuidadosamente el diagrama en sus cuadernos, aunque Ciara no estaba completamente convencida. Pensaba que un poema no podía evaluarse en función de cosas tan banales como su métrica, sino que se debían tener en cuenta otros hechos como la emoción y los sentimientos que provocaba en el lector.

"¡Excremento!" declaró de repente el señor Keating. "¡Basura! ¡Memez! ¡Falsedad! ¡Esto es lo que pienso del ensayo del señor Pritchard! Señores y señorita, les pido que arranquen esta página de sus libros!

Los chicos estaban pasmados, horrorizados ante la idea de ese acto. La clase se sumió en un intenso silencio, interrumpido de repente por el sonido de un folio rasgado. Todos volvieron la cabeza para averiguar quién había sido el valiente, y se sorprendieron al ver a la única chica de la clase con una página en su mano y el libro en la otra. 

Ella misma parecía sorprendida. Giró la cabeza para mirar a su compañero de mesa, que la miraba con los ojos como platos. Si algo sabía Charlie en ese momento es que esa chica era perfecta, si antes había tenido la más mínima duda al respecto, ahora estaba más que convencido.

Envalentonados, el resto de compañeros comenzó a arrancar las páginas de la introducción de sus respectivos libros, tirándolas a la papelera o entre ellos. 

Ante este espectáculo, el señor McAllister irrumpió en el aula, horrorizado por la masacre literaria que estaba presenciando.

"¿Qué es este escándalo?" tronó.

La clase entera se quedó inmóvil; inconscientemente, Charlie colocó su mano sobre la pierna de Ciara, que había empezado a moverla nerviosamente. 

Finalmente, McAllister vio a Keating, con una papelera en la mano, y abandonó el aula, haciendo que todos los alumnos soltasen todo el aire que habían contenido en sus pulmones por unos instantes.

El señor Keating comenzó a hablar, y terminó por pedirles que se acercaran, ante lo que todos se levantaron y se acercaron a él, agachándose algunos para escuchar mejor y dejar que todos los demás pudiesen ver.

Por su parte, Ciara había terminado detrás de Pitts, por lo que, por razones evidentes, no podía ver demasiado. Al darse cuenta de esto, Neil le agarró del brazo y la colocó delante de él, alejándola de su compañero de pupitre, que pronto notó su ausencia.

Ciara Damburry (La sociedad de los poetas muertos)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang