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Quedaba solo un mes para que acabara mi último curso de secundaria, iba a echar de menos a los que habían sido mis compañeros por más de 10 años y a algunos profes como mi tutora Mayte y mi profe de historia Javi.

Entré a clase y me senté al lado de mi mejor amiga Sofía, esperando a que entrara nuestro profesor de matematicas, asignatura que odio por cierto. Mi sorpresa fue cuando por la puerta apareció una pelirroja.

-Pero, ¿y esta quien es?- pregunté a Sofi.

-Ni idea tia

-Soy Alicia Sierra y voy a sustituir a vuestro profesor por lo que queda de curso, antes de que preguntéis lo que no os interesa, se ha tenido que ir por asuntos personales- dijo la pelirroja.

-Ostia no te creo que nos vamos a librar de este tio- me dijo Sofi casi al oído.

-Te lo juro- aún estaba sorprendida por todo.

Alicia fue preguntando nuestros nombres y para el primer día solo nos entregó una ficha que tendríamos que llevar acabada al día siguiente y explicó algunas dudas sobre ella.

Estuve muy atenta a la explicación y no era precisamente porque me interesaran las matemáticas, había algo en Alicia que me llamaba la atención, tal vez su pelo pelirrojo, su mirada desafiante o su forma de mover las manos a la vez que hablaba que me hipnotizaba.

Acabó la clase y nos fuimos a casa.

Por la tarde lo único que hice fue escuchar música, hacer la ficha de mate y estar con el móvil, poco productivo lo sé.

...

Me desperté y fui a darme una ducha, al salir desayuné y preparé todo para ir a clases.

Una vez allí... Estaba esperando a que llegara la clase de mate y no porque me gustara sino porque tenía ganas de volver a aquella pelirroja.

Entró por la puerta y comenzó la clase.

-Buenos días chicos, sacar las fichas que me voy a pasar mesa por mesa a verlas y si alguien tiene dudas que me lo diga- dijo Alicia acercandose a su mesa y dejando sus cosas en ella.

No se porqué razón estaba nerviosa. Comenzó a pasarse por las mesas y a corregir las fichas de algunos alumnos.
Llegó a la mía.

-Esto está mal, ¿Raquel te llamabas, no?- dijo Alicia mientras revisaba mi ficha y luego me miraba a la cara.

-Sí- respondí algo nerviosa.

-¿No atendiste en la clase de ayer? Esto es fácil, deberías de saber hacerlo- dijo y me miró de nuevo.

-Bueno, es que no se me dan muy bien las mates que digamos- dije avergonzada.

-Si quieres luego en el recreo te quedas y te lo explico- dijo amablemente y yo asentí, ella pasó a la siguiente mesa.

Llegó la hora del recreo y como siempre, Sofi me esperaba para bajar al patio, yo le hice una seña para decirle que luego iba y ella se marchó sin hacer preguntas.

Me quedé en mi sitio observando a mis compañeros que terminaban de salir de clase, y miré a Alicia que parecía estar muy concentrada en unos papeles.

-Voy ahora mismo- dijo desde su mesa.

-Vale- respondí.

A los pocos segundos se levantó y se acercó a mi mesa. Cogió una silla, la puso a mi lado y se sentó.

-A ver, ¿que es lo que no entiendes?- me preguntó.

-Si te soy sincera no entiendo nada, siempre suspendo las matemáticas, mi máxima nota es un 3- dije con una risa nerviosa.

-Bueno yo te ayudo- dijo respondiendome con una pequeña risa, se acercó más a mí. -Lo primero que hay que hacer es...- comenzó a explicarme paso a paso como se hacían los ejercicios de ecuaciones hasta que logré entenderlos. Estaba un poco nerviosa por su cercanía y juraría que ella podría notarlo.

-Muchas gracias, de verdad- dije.

-De nada, aquí estoy para lo que necesites- respondió guiñandome un ojo.

Salí de clase para ir al baño porque ya no me daba tiempo a bajar al recreo y después me fui al gimnasio ya que la siguiente clase era de educación física.
...

Al día siguiente...

-Buenos días- Alicia entraba por la puerta con una sonrisa en la cara, y poco después comenzó con la clase.

-Tia- me llamó Sofi sacandome de mis pensamientos.

-Dime- respondí.

-¿Y eso que ahora te interesan las mates o que?- dijo.

-¿Por qué lo dices?- dije un poco perdida.

-Porque estás muy atenta a la clase, ¿o soy yo?- dijo Sofi.

-Es que me he propuesto esforzarme más, que no quiero volver a suspender- respondí sincera.

Era verdad que no quería supender, pero también quería mostrar a Alicia que su ayuda servía para algo y podía lograr aprobar.

-Si porque ya te vale tia, que nunca las apruebas- dijo con gracia y yo solté una risa como respuesta.

-Voluntarios para salir a corregir la ficha de ayer- dijo Alicia observando a la clase.

Nadie levantó la mano por lo que supuse que ella misma iba a elegir a alguien.

-Raquel, sal a la pizarra- dijo dándome una corta mirada.

Me levanté de mi sitio nerviosa y caminé hasta llegar al frente. Comencé a escribir mientras sentía la mirada de alguien en mí, me giré y la ví mirandome fijamente lo que hizo que me pusiera más nerviosa.

-Correcto- dijo con una sonrisa. -Puedes volver a tu sitio.

Las dos sabíamos que iba a estar bien porque ella me había ayudado a hacerlo el día anterior, entonces no se porque me dijo de salir a mí.

Holaaaa, tenía esta historia escrita desde hace bastante y nunca la llegué a subir.
De momento solo tengo 6 capítulos pero si gusta la continuaré <3

La nueva profe ~ RaliciaWhere stories live. Discover now