Capítulo 11

Mulai dari awal
                                    

Una tarde, Sasuke se encontraba en su oficina, rodeado de papeles y monitores. El reloj en la pared marcaba una hora mucho más tarde de lo habitual. Suspiró, pasándose una mano por el cabello, sintiéndose agotado por el esfuerzo constante. Su teléfono vibró en el escritorio, y al ver el nombre de Naruto en la pantalla, una mezcla de alegría y tristeza lo recorrió.

Al contestar la llamada, la voz de Naruto sonó preocupada del otro lado. "Sasuke, ¿dónde estás? Ya es tarde y te he estado esperando... prometiste cenar juntos"

Sasuke cerró los ojos, sintiendo un peso en su pecho—. Lo siento, Dobe. Estoy atrapado en la oficina, hay mucho trabajo que hacer.

Naruto suspiró del otro lado. "Está bien, solo quería asegurarme de que estás bien. Extraño pasar tiempo contigo."

Sasuke se mordió el labio, apretando el teléfono con fuerza. Sabía que estaba descuidando su relación con Naruto y que sus responsabilidades estaban comenzando a afectarlos—. Haré todo lo posible para llegar a casa temprano mañana, lo prometo.

Naruto suspiró de nuevo, pero esta vez sonaba resignado. "Sasuke, no quiero que sientas que tienes que hacer promesas que no puedes cumplir. Solo... no te saltes las comidas"

Sasuke cerró los ojos, sintiendo un nudo en su garganta—. Prometó llevar ramen de ichiraku.

Hubo un breve silencio en la línea antes de que Naruto hablara de nuevo, su voz suave y comprensiva, con diversión respondió: "Tiene que ser un tazón grande o nada... nos vemos. No quiero que te agotes por mi culpa."

Sasuke se pasó una mano por la cara, sintiendo la presión en sus hombros—. Es solo temporal, dobe.

Naruto suspiró una vez más, pero esta vez sonaba más suave. "Lo sé, Teme. Llama a la señora Mikoto, dice que la tienes olvidada."

Sasuke cerró los ojos, sintiendo un nudo en su garganta ante las palabras de Naruto—. No conspires con mi madre, dobe. No te acuestes tarde.

Después de despedirse, Sasuke colgó el teléfono y dejó escapar un suspiro profundo. Sabía que tenía que encontrar una manera de equilibrar sus responsabilidades y su relación con Naruto. Aunque se sentía atrapado entre sus obligaciones y su amor por Naruto, estaba decidido a hacerlo funcionar. Se prometió a sí mismo que encontraría una solución para estar más presente en la vida de Naruto, incluso en medio de su agitada agenda.

Sasuke finalmente regresó a casa, pasada de la media noche. Entró con pasos silenciosos, intentando no despertar a Naruto, que estaba profundamente dormido en la cama. La habitación estaba bañada por la tenue luz de la luna que se filtraba por la ventana, iluminando suavemente los rasgos tranquilos de Naruto.

Sasuke se acercó a la cama con cuidado, observando a su pareja dormir. Un nudo de emoción y tristeza se formó en su pecho.

Cuidadosamente, levantaba la manta y se deslizaba junto a él, abrazándolo con ternura y cuidado para no despertarlo.  Con cuidado, envolvió sus brazos alrededor de Naruto, atrayéndolo hacia su pecho y abrazándolo con ternura.

Sasuke inhaló profundamente, absorbiendo el aroma familiar de Naruto. Cerró los ojos y se dejó perder en la sensación de tenerlo tan cerca. Quería estar allí para él, quería compartir su vida de una manera más significativa, pero las circunstancias parecían mantenerlos separados. Sasuke acariciaba suavemente el cabello de Naruto, deseando que pudieran tener más momentos juntos, momentos en los que no se sintiera limitado por sus responsabilidades. Aunque su trabajo era importante, también sabía que su relación con Naruto merecía tiempo y atención.

Las palabras de Naruto resonaban en su mente. "No soy un niño, Sasuke, puedo esperar. Ahora, no te preocupes demasiado. Solo asegúrate de llegar temprano a casa, ¿de acuerdo?"  Recordaba el tono tranquilo y reconfortante de Naruto cuando le había dicho eso. Sabía que Naruto entendía sus compromisos y que, en el fondo, lo apoyaba en sus esfuerzos.

Mientras acunaba a Naruto entre sus brazos, Sasuke se prometió a sí mismo que encontraría una manera de equilibrar sus responsabilidades con su relación. No quería que Naruto sintiera que estaba siendo dejado de lado o que su amor no era importante. Tenía que encontrar la manera de estar allí para él, incluso en medio de sus ocupados días.

Sasuke continuó abrazando a Naruto mientras el tiempo avanzaba lentamente. Sentía una mezcla de amor, deseo y tristeza, todo entrelazado en su corazón. Quería encontrar una manera de equilibrar su compromiso con su trabajo y su relación con Naruto, pero no estaba seguro de cómo hacerlo sin sacrificar una parte de sí mismo. Se acercó con suavidad, acariciando la mejilla de Naruto con los nudillos—. Lo siento, Naruto —susurró en voz baja, sintiendo la necesidad de disculparse por su ausencia.

Naruto se removió, parpadeando lentamente mientras se despertaba. Cuando sus ojos se encontraron con los de Sasuke, una sonrisa adormilada se extendió por su rostro—. Sasuke... bienviendo a casa...

Sasuke asintió, su voz suave mientras acariciaba el cabello de Naruto—. Sí, Naruto, estoy aquí. Lamento llegar tarde otra vez.

Naruto bostezó y se estiró, frotándose los ojos—. Está bien, Sasuke. Sé que tienes mucho trabajo. Solo estoy feliz de que estés aquí ahora.

Sasuke sintió un nudo en la garganta ante las palabras de Naruto. Se inclinó y capturó los labios de Naruto en un beso suave y apasionado, transmitiendo en ese gesto toda la emoción que sentía. Cuando se separaron, Sasuke le susurró al oído—. Te prometo que encontraremos tiempo para nosotros, Naruto. No importa cuán ocupado esté, siempre estaré contigo.

Naruto sonrió con ternura, su mirada llena de confianza—. Lo sé, Sasuke. Y siempre estaré esperando por ti, además la señora Mikoto dijo que tu padre también esta en la misma.

—No tramen nada.

—¡No lo haremos...! Solo nos hacemos compañia.

Mientras se abrazaban en la cama, Sasuke sintió que sus preocupaciones se desvanecían momentáneamente. Aunque el trabajo seguía siendo una prioridad, la promesa que compartían en ese momento le recordaba que su relación con Naruto era una fuente de fortaleza y apoyo.


El sol se filtraba a través de las cortinas entreabiertas, creando rayos dorados que bailaban en la habitación, era domingo, el único día libre de ambos. Naruto se despertó lentamente y se encontró con el rostro sereno de Sasuke mientras dormía a su lado. Con una sonrisa tierna, Naruto se acercó y depositó un beso suave en la frente de Sasuke.

Sasuke se removió ligeramente y entreabrió los ojos, revelando su mirada somnolienta—. ¿Qué estás haciendo, dobe?

Naruto se rió suavemente—. Solo quería darte los buenos días de una manera especial.

Sasuke rodó los ojos, pero no pudo evitar sonreír—. Eres un idiota, Naruto.

Naruto se acercó más y lo besó en los labios con ternura—. Pero soy tu idiota, ¿verdad?

Sasuke sonrió y asintió, su mano encontrando la de Naruto bajo las sábanas—. Sí, eso eres.

Un Idiota Enamorado; SasuNaruTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang