Turn Me On Again {Extended Version-Justin Bieber}

Parte XV

— ¿Estas bien cielo? luces emocionada—rio Rosa llegando a la cocina y sonrió al verla prepararle el desayuno a la pequeña. De seguro pronto se despertaría.

—Lo estoy mamá, hoy Justin y yo tendremos un tiempo a solas—contestó Estela con una sonrisa mientras utilizaba un cortador en forma de unicornio para picar el pan. Había encontrado en línea esos cortadores de distintas formas animadas para que Vale comenzara a comer más frutas y desde entonces lo utilizaba para todo. Había sido un éxito porque ahora Vale se comía todo lo que le ponían en el plato siempre y cuando tuviera una figurita animada. A veces le hacía panqueques en forma de mariposa o dinosaurio y las frutas en forma de estrella o corazón. El rostro de su pequeña se iluminaba cuando veía las figuritas y aprovechaba para enseñarle nuevas palabras. Desde que estaba en casa, solía sacar una hora al día para enseñarle a Vale nuevas palabras y practicarle los números y los colores. Tanto Justin como ella querían más adelante ponerla en una escuelita y querían que la pequeña estuviera preparada. –¿Y ustedes que harán? ¿Irán al club de golf? —preguntó y Rosa negó. — ¿Entonces? —preguntó confundida.

—Lo cierto es que iremos a ver a Derek—contestó y Estela se tensó. Abrió los ojos como platos y miró a su mamá incrédula. ¿Que había dicho? ¿Irían a ver a Derek? —Me llamó hace unos días pidiéndonos vernos, dice que tiene algo muy importante que contarnos—dijo y está asintió aún sorprendida. No podía creer que después de tanto tiempo, su hermano se había puesto en contacto. La última vez había dejado muy claro que no quería saber nada de ninguno de ellos; sobre todo de ella. No porque se llevarán mal, sino porque la culpaba de haber separado su familia. No estaba de acuerdo con que la culpara de separar a la familia, pero lo entendía; después de todo ella había llegado de la nada a invadir su casa y su familia. Aunque ella siempre intentó llevarse bien con él; de conocerlo y buscarle la vuelta, pero él nunca le hizo caso. La trataba con respeto y la había aceptado en la casa, pero hasta ahí. Había dejado muy claro que ellos nunca serian hermanos y que no tenía ningún interés de conocerla o sentir empatía por su pasado. Así que siempre que se reunían como familia, se sentía la tensión entre ellos, pero todo empeoró cuando Rosa y Bernardo comenzaron a sobreprotegerla y a culparlo a él por cualquier cosa que pasara en la casa. Desde romper un plato o un jarrón, olvidar lavar la ropa o cerrar la puerta que daba al jardín para que michi no se saliera hasta los mini incendios que causó por cocinar. A pesar de que tenía quince años, su cuerpo y su mentalidad no lo parecían y le costó aprender a hacer cosas básicas como cocinar, leer y escribir, entre otras cosas. Además de que, por su culpa, le prohibieron traer a sus amigos a la casa y hacer cualquier tipo de compartir que pudiera ponerla en peligro. En aquel tiempo a ella le asustaba cualquier hombre que no fuera Bernardo y los amigos de su hermano eran muy lanzados y coquetos; uno una vez intentó agarrarla por la cintura y había sido horrible. Le había traído muy malos recuerdos y desde entonces Bernardo le había prohibido traer amigos y el uso de su motocicleta.

Aunque estaba segura de que lo que desató la furia de su hermano y la razón por la que se fue de la casa fue el incidente que ocurrió una noche. Ella había ido a verlo en la noche a su habitación y le había pedido perdón por todo. Por primera vez habían tenido una conversación sin ningún problema, pero tan pronto él le preguntó sobre su pasado, ella empezó a llorar y a gritar recordando todo lo que había pasado. Derek intentó calmarla y abrazarla, pero eso había sido peor y Bernardo había pensado que se había propasado con ella. En cuanto había vuelto a la realidad y ver que estaba en la habitación de Derek y no en su antigua casa ya había sido demasiado tarde. Derek se había ido de la casa y nunca volvió a buscarlos hasta hace unos meses. Personalmente se sentía muy culpable de haber sido la causante de que Rosa sufriera por haber perdido a su hijo, pero le alegraba que Derek haya vuelto. Esperaba que cuando se sintiera listo quiera hablar con ella y así poder tener la relación de hermanos que siempre había querido. A pesar de todo, ella lo quería mucho y moría porque fuera parte de su vida; que conociera a Justin, a Vale y más adelante al bebé.