Mis padres intercambian una rápida mirada entre ellos. Puedo leer la duda en sus semblantes, como si estuvieran manteniendo una conversación telepática.
—¿Qué te parece una semana sin salir?
Miro a mi madre con una ceja arqueada.
—¿Me lo preguntas a mí?
—No, definitivamente te quedas una semana sin salir —sentencia mi padre.
Mal asunto. No porque tuviera planes, sino porque... Tengo que hablar con mis amigos y contarles lo que pasó ayer entre Hunter y yo. No por morbo o cotilleo, sino porque... Necesito su consejo. Más que nunca.
—¿Puede ser a partir de mañana?
—¡No puedes escoger castigo a la carta, Ivory! —dice mi madre.
—Es que hoy había quedado con Willow para ayudarla con la exposición —miento—. No puedo dejarla tirada. Y el miércoles que viene tampoco podría estar castigada porque es, bueno, la exposición. Y el sábado es el baile. Oh, ¡y me examino este lunes! ¿Os acordáis? La verdad es que esta semana me viene fatal estar castigada. ¿Y si me lo cambiáis a la que viene?
Mis padres me miran con una mezcla entre la incredulidad y el enfado que me hace enmudecer.
—Está bien —dice mi madre, para mi sorpresa—. Pero se te suman dos días, a cambio.
Ventajas de ser una joven muy poco problemática, supongo.
—Trato. Y ahora... voy a ducharme —digo. No dejo tiempo a que mis padres se lo piensen mejor. Corro escaleras arriba y me cuelo en mi habitación.
Lo primero que hago es echar las cortinas para evitar encontrarme con Hunter antes de saber qué decirle. Ni siquiera sé cómo mirarle. Es decir, ¿cómo te comportas con tu mejor amigo después de que te haya hecho un cun...? Es pensarlo y enrojezco. Qué mal, qué mal. Esto es lo que me pasa por improvisar.
No me arrepiento de nada de lo que pasó anoche, pero se acabó lo de dejarse llevar. Mi relación con Hunter es demasiado importante para comportarme de forma tan descuidada. A partir de ahora, tengo que pensar con la cabeza y no con lo que tengo entre las piernas.
Aunque después de descubrir que Hunter no solo es bueno con los besos...
Sí, definitivamente necesito ayuda.
Me siento en la cama y cojo mi móvil. Tengo docenas de llamadas perdidas de mis padres y miles de millones de mensajes de mis amigos. La culpabilidad me muerde la boca del estómago. He preocupado a todo el mundo.
Ivory
Necesito consejo
Willow no tarda ni dos segundos en contestar.
Willow
¿Estás bien?
¿Qué ha pasado?
Hazel
Tu madre me llamó anoche!
Dónde estabas?
Nos tenías muy preocupados!
Nil
¿Te has fugado de casa o algo?
Porque podrías haber avisado.
No puedo contarles lo de Hunter por teléfono.
Ivory
Estoy bien
YOU ARE READING
Nunca digas nunca
RomanceCOMPLETA Ivory Spencer tiene claras dos cosas en la vida. La primera, que estudiará Derecho en Columbia. La segunda, que Hunter Brooks es solo su mejor amigo y nada más. Apenas quedan dos meses para que termine el instituto e Ivory está centrada en...
VEINTICINCO
Start from the beginning