𝗜 𝗪𝗶𝗹𝗹
╰─► canción de mitski que explica a la perfección como se debería sentir el amor, después de todo, no debes ser siempre valiente frente a la persona que amas, solo debes ser tú y cuidar de la otra persona, el amor da miedo pero...
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El rodrivan luego de una perforación son como…
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Desde hacía meses que su cerebro le susurraba sobre una nueva pieza en su nariz, para ser exactos el septum, Rodrigo lo aplazó hasta que ya no pudo con su deseo y por eso se encontraban ahí, en aquel local ignorando que en tan solo unas horas viajarían a México.
—Bien Rodrigo, terminé —Gracias
Apenas levanto la mirada se topo con el rostro de su pareja que lo observaba con una encantadora sonrisa, se levantó de su asiento para ir a pagar y pronto se fueron a casa, a decir verdad no le había dolido prácticamente pero quería mimos, el siempre amaba los mimos de su novio.
Habían ido en taxi así que su camino de regreso fue de la misma forma, ninguno tenía ganas de conducir, sus manos enlazadas cada quien viendo por diferentes ventanas pero con sus cuerpos juntos, disfrutando de su calor corporal de forma disimulada y hasta linda.
—Cuando lleguemos a casa hay que dormir —murmuro el azabache
—Esta bien bua.
Al llegar a su cómoda habitación, Rodrigo se lanzó de cara al colchón olvidando que acaba de perforarse, le dolió y no lo escondió ni un poco, al contrario comenzó a quejarse esperando que su novio lo llenará de aquellos mimos que anhelaba. El menor se recostó a su lado y sin decir nada se acomodo, dejando al ojiverde entre sus brazos, con su espalda pegada a su pecho y sus manos entrelazadas.
—Eso da cosquillas —dijo risueño Rodrigo
Pequeños besos eran dejados en su cuello, pequeños besos que a veces se encaminaban a su mejilla o que pasaban a ser ligeras mordidas.
—La risa alivia el dolor ¿No? —susurro cansado
—¿Tienes mucho sueño?
No hubo respuesta, solo un asentimiento que sintió por los labios del menor. Una suave risita se le escapó y pronto se movió para quedar frente a frente.
—Vamos a dormir mi amor —susurro
Después de esas palabras el entre cejo del chico se frunció, el ojiverde solo se acercó a dejar un beso en sus labios pero aún así, el enojo seguía presente.
—No me digas así —¿Así como? —Amor, soy bua, solo llámame de esa forma —Esta bien bua.
Se acomodaron lo mejor que pudieron pero antes de dormir, una sesión de suaves y tranquilos besos fue hecha, en dónde disfrutaron de los belfos del otro como si fueran la pieza de arte más frágil del mundo, después de todo, cada beso les sabía a puro amor.
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Actualización tarde, porque ayer olvide que era día de actualización, pero espero les haya gustado este pequeño shot.
