Capitulo 22

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Habían pasado un par de horas desde que despertó y esperó pacientemente a que la anestesia dejara de surtir efecto.

¿Si quiera has pensado en contarselo? — Marco estaba tenso.

Si, se que debería pero... tengo miedoadmitió cabizbaja.

–¿A que le temes? Sabes que Ace te amará de todas formas — dijo mirando los papeles que estaban sobre la fría mesa de metal.

Lo sé, pero tengo miedo de hacerle daño. — al escucharla el rubio bajo los documentos y la miró fijamente.

Una mirada firme pero también llena de comprensión, sentía cierta tristeza por la situación en la que se encontraba la peli-castaña.

Es... Es un poco tarde para preocuparse por eso Princesa, desde un inicio tú sabías todo y no se lo dijiste — No se fue con rodeos al decirlo.

Un silencio por parte de ella inundó la sala de cirugías del laboratorio, Marco fue duro con sus palabras pero prefería ser sincero.

Oye, puede que se enoje un poco al principio pero lo conoces, se le pasará y buscará una manera de salvarte. — intentó animarla.

Tengo miedo de lo que pueda hacer... Él suele arriesgarse demasiado y los Tenryuubitos aún están detrás de mi.

Bueno, así es él, no dejará morir uno de los suyos tan fácilmente — dijo prendiendo un cigarrillo.

Pero...

Debes tranquilizarte Cassie, Ace es fuerte y nos tienen a nosotros — le sonrió con confianza — todo estará bien, solo confía en él.

Cassie abrió los ojos pesadamente, sabía que la ansiedad se la estaba comiendo por dentro y como un recordatorio soñó con el recuerdo de su conversación con Marco de no hace mucho.

Tenía mucha hambre y sueño, todo su ser le rogaba que durmiera más tiempo, sus energías se habían casi extinguido con las sesiones de sexo salvaje de anoche. Su pecoso no la dejó ir por ningún motivo, disfrutó de su cuerpo hasta que ella se desmayó del placer.

Sentía su cuerpo doler horrores pero aunque incómoda podía lidiar con ese nivel así que se levantó encontrándose sola en la habitación, no habían señales de Ace por ninguna parte y una parte de ella se llenó de ansiedad sintiendo unas fuertes ganas de llorar. Apretando los dientes y tratando de calmar sus alborotadas emociones se bañó con agua fría, el agua ayudó a mantenerla firme y mentalizándose para lo que se vendría se vistió perfectamente, cubriendo las marcas que dejaban en evidencia lo que pasó anoche.
Antes de hablar con Ace necesitaba reponer sus energías y caminó directo al comedor, no se molestó en comprobar la hora, sabía que Marco estaba aplazando sus investigaciones con ella como muestra de apoyo a la situación. Al entrar sintió que su corazón daba un vuelco y se oprimía a la vez que identificaba la presencia de un pelinegro de apetito voraz durmiendo sobre su plato de comida, acompañado de sus habituales Nakamas que le hacían caso omiso, ya más que acostumbrados a esas situaciones.
Tragó grueso y se acercó fingiendo normalidad como solo ella sabía hacer.
Quizá no sea muy buena mintiendo pero sus niveles de actuación y engaño eran de los más altos, guardar las apariencias era su especialidad.

Se sentó junto a su pecoso sabiendo que hacer lo contrario llamaría la atención, pidió tanta comida cómo él y sin esperar que terminaran de servir empezó a comer como si la comida fuera a desaparecer en cualquier momento.
Marco y el resto de los chicos le hacían pequeñas bromas y reían mientras le volvian el cabello como si fuera una niña pequeña, no le molestaba en absoluto, de hecho disfrutaba pasar tiempo con ellos y reír con ellos mientras bebía cerveza fría de su jarra.

Solo Contigo | Portgas D AceKde žijí příběhy. Začni objevovat