¡Aizetsu!

E

–Espero esto no te incomode...– hablo bajo el demonio ojiazul mientras era observado por Genya quien solo sonrió al verlo siendo tan timido como siempre

–llevamos juntos mucho tiempo–menciono abrazando con cariño al demonio– es imposible que hagas algo que me incomode..

Despues de que el patron les diera luz verde para continuar juntos habían comenzado a viajar de pueblo en pueblo para completar las diversas misiones que le dejaban al cazador, Sanemi les acompañaba de vez en cuando pero siempre terminaba en pelea por que Sanemi aun no confiaba en Aizetsu y se negaba a hacer bien las paces con Genya

Ahora se encontraban a las afueras del pueblo al que les enviaron, ya habían acabado con el demonio que rondaba por esos lugares asi que pasaron a descansar un poco junto a un gran lago en el que se reflejaba de forma maravillosa la luz de luna

Solo se quedaron acurrucados a la orilla de aquel lugar observando el paisaje nocturno

los dias estaban contados antes de la gran batalla pues sabían que gracias a que la chica Kamado logro dominar el sol Muzan Kibutsuji estaba mas cerca que nunca de atacar asi que disfrutaban cada momento que tenían para estar juntos en tranquilidad con sus corazones latiendo sincronizados

Aizetsu siempre creyó que viviría en la oscuridad pero al ser salvado por Genya un sentimiento calido le envolvió, Genya era su luz, su sol, no necesitaba ver un amanecer si veia a Genya sonriendo con tal brillo solo para el, Genya es su sol y eso es suficiente para ser feliz

–Gracias por salvarme– hablo bajo hundido en el pecho del cazador, realmente disfruta mucho el calor que emana del cuerpo de Genya

–lo dices todos los dias...sabes que lo haría una y mil veces– sonrió apretando solo un poco al demonio contra su cuerpo, el tener de esa manera a Aizetsu le provocaba tranquilidad y confort mas algo que nunca había sentido asi que cada que podía lo abrazaba y mas por que está vez Aizetsu parecía querer fundirse completamente a su pecho algo que le provocaba vergüenza y felicidad a partes iguales

–y yo te voy a agradecer por siempre– elevo la mirada hacia Genya quien ya se encontraba levemente rojo por la cercanía cosa que le pareció bastante tierna asi que dejándose llevar solo un poco robo un pequeño beso de los labios del chico

–Tu...– sus mejillas no lo soportaron y explotaron en un rubor tan fuerte como la sangre acumulada en ellas – acabas de... robar mi primer beso...

Aizetsu sonrió un poco ante la revelación pero instantáneamente se sintió culpable lo que hizo que volviera a hundirse en el pecho de Genya

–Lo lamento...– se sentia fatal al saber que posiblemente Genya estuviera reservando su primer beso para alguien especial y el de forma egoísta lo había robado –Puedes fingir que no paso

–¿Por...por que haría..eso?– hablo nervioso sin embargo tomando valor de quien sabe donde hizo que el demonio volviera a mirarle –me hubiera gustado que fuera de otra manera...–

volvieron a unir sus labios siendo esta vez un beso correspondido por ambas partes en donde no hubo prisas ni movimientos exagerados... solo un agradable contacto