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Zhang Hao no tenía idea de por qué lo estaba haciendo, podía haberse simplemente negado como el año anterior, pero estaba ahí ya con el traje puesto para la ocasión.

Era la noche donde se daba la fiesta anual de Kim Gyuvin, hijo del director y dueño del internado, siempre con temáticas diferentes, siempre invitándolo a él por más que no quisiera. Pero ni evitarlo podía ya que al ser hijo de un magnate chino su nombre siempre relucía a lado de las palabras "élite" y "rico". Y para su mala suerte esos eran los dos requisitos que debías cumplir para poder estar en tan exclusiva fiesta.

Empezó a ser invitado desde que llegó hace tres años, el primer año asistió para no quedarse con curiosidad y le resultó una experiencia media, dentro de esa fiesta pasaba absolutamente de todo y aunque él no hizo absolutamente nada tampoco podía solo decir que era un asco, solo no era su ambiente. En aquella fiesta había conocido a Ricky, había resultado ser su pareja de esa noche, pero no hicieron más que beber en un rincón soltando datos al azar el uno del otro hasta soltarse por completo bailando un poco a final de la noche.

Ahora eran mejores amigos, sin duda lo único memorable de la fiesta. El año pasado aunque fue invitado desistió y no se hizo presente dejando a Ricky solo, al parecer habían sido emparejados nuevamente.

"Maldita sea Hao, no te atrevas a faltar esta vez. Parece que al Idiota de Kim le gusta emparejarnos así que no quiero quedarme solo de nuevo". Esas habían sido las palabras que el menor le había dado por la mañana antes de dejarlo en su habitación, la perfecta excusa para tener que ir. Ir, lo último que quería.

Se miró incómodo en el espejo, el traje que llevaba puesto tenía como una de sus piezas una pequeña faja que iba sobre la camisa y borde del pantalón, sobre estos caía un saco adornado con diversas piedras. Todo estaba ajustado, y aunque se veía increíble, no de esa misma forma se sentía. Incluso los zapatos parecían doler.

Era que realmente se había puesto la cosa mas incómoda del mundo o que estaba tan reacio con lo de ir que incluso se sentía feo en su reflejo. Suspiró, era la segunda. La puerta sonó y sin esperar respuesta su rubio amigo apareció con un traje similar al suyo, se veía igual de increíble.

—¿Tienes todo lo necesario?

Asintió sin decir palabra alguna, tomó un par de anillos y estaba listo, o no.

—Sabía que lo olvidarías, ten— Ricky le entregó un antifaz y un pañuelo de color morado— es importante para tu cita.

—Pero apuesto que mi cita eres tú, lo del antifaz es ridículo— habló por fin en un tono de molestia, pero a pesar de eso acomodando la tela dentro de su saco y que aún así sea algo vistoso.

—Al parecer no, los pañuelos indican a tu pareja y yo lo tengo en color naranja ¿ves?— agitó sobre su rostro— Y lo del antifaz, bueno, es la temática ¿no?

—Solo a Kim se le pueden ocurrir estarás estupideces.

—Aunque concuerdo, piénsalo. Estarás toda la noche con alguien que no soy yo, podrás hacer lo que quieras y no conocerás su rostro, es la mezcla perfecta para que dejes de ser virgen— soltó.

—¡Shen Quanrui!

—¡Zhang Hao!

El menor lo tomó por el rostro acomodando el antifaz que tenía en sus manos, este no solo cubría sus ojos y nariz, sino también su mejilla izquierda dejando solo a la vista parte de la contraria y su boca. El contrario hizo lo mismo.

Se tomaron unas cuántas fotos antes de salir y dejar sus teléfonos. Era una noche única, nada de aparatos, nada de nombres ni formalidades. Esa noche serían solo dos enmascarados.

enchanted - haobinTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang