Se acostó y se abrazó a él, sintiendo como el calor de su cuerpo entraba en contacto con su fría piel. Él entre dormido correspondió al abrazo de su novia atrayéndola más a su cuerpo, apegándola a él.
Cassie con el corazón hundido en la angustia y el miedo, el abrazo de Ace la consolaba en silencio dándole las fuerzas necesarias para seguir.

Solo un poco más... Solo dame un poco más de tiempo... — imploraba, a él, a si misma, al tiempo.

No tardó mucho más en quedarse dormida también.

El primero en despertar fue Ace, encontrándose con la habitación a oscuras y abrazado a la peli-castaña.
Volteó su mirada hacia la ventana y notó que ya era de noche, no supo qué hora era exactamente pero por el dolor de cabeza que tenía entendió que había dormido bastante.
Sin despertarla intentó moverse pero en el proceso notó algo de humedad en el rostro de Cassie, con curiosidad acercó su mano para inspeccionarla y supo que eran lágrimas.

–¡Oi Cass, despierta! ¿Estas bien? — la chica abrió sus ojos llorosos.

–¿Ace...? —lo llamó entre dormida.

–Preciosa, ¿Estas bien? — ver a Cassie llorar lo alteraba y nunca sabía que hacer.

Ella lo abrazó del cuello.

–Bésame. — le pidió con aún con los rastros de una fuerte pesadilla incrustados en su mente.

El pecoso no lo pensó mucho y la besó con cariño, lento y suave. Buscando calmarla sentía lo salado de sus labios, eso le hacia preguntar cuanto tiempo estuvo llorando entre sueños. Se separaron por falta de aire produciéndose un silencio.

–Me lo prometiste y yo cumplí con mi parte — dijo juntando sus frentes — necesito que me digas que está pasando.  

Ace era serio, había esperado a que ella aprendiera a hablar el idioma, e incluso fue lo suficientemente paciente como para esperar que ella misma diera el primer paso, pero ya era suficiente, la situación lo estaba superando y por lo que veía Cass no estaba en mejores condiciones tampoco.

Cassie se reincorporó sentándose en la cama, bajó su mirada pensativamente, el momento había llegado más rápido de lo que había deseado, tenía miedo pero era hora de enfrentarlo.

–Si, ya es momento — admitió y Ace la imitó sentándose frente a ella — no se como te tomaras esto así que antes de decirte algo yo... — las mejillas de la chica se sonrojaron un poco — No se como se vaya a reaccionar, así que quiero aprovechar de tener sexo por si no lo hacemos en un tiempo... — inspeccionó a Ace un la mirada un momento antes de decidirse hablar — Humm, quiero que tengamos sexo. — dijo con toda la seriedad y valentía que pudo reunir. 

La cara de Ace fue una fiesta de colores, parecía que se le iba a prender en fuego en la cabeza por lo rojo que estaba, eso realmente lo pilló desprevenido.

–¡¿QUE?! Tú... — iba a decir algo pero prefirió callar al ver el rostro serio y levemente sonrojado de su novia. Fue ahí donde se dió cuenta que ella no estaba bromeando.

Desvió su mirada con un rostro un poco menos rojo que hace unos instantes, se sobó la nuca con frustración meditando la propuesta de su novia, no es que le disgustara, de hecho todo lo contario, era increíblemente tentadora, la miró por un momento intentando evaluar sus intenciones, no parecía ser algún tipo de una treta para evitar hablar sobre el tema que tenían pendiente. Soltó un suspiro pesado que llamó la atención de la peli-castaña.

–Bien. — aceptó y tomándola del mentón la besó introduciendo su lengua y jugando con la de ella. — Cuando termine con esto escucharé cada palabra que tengas para decirme — le dijo mirándola fijamente acariciando con su pulgar los labios que acaba de besar — y mas te vale no pensar en escapar porque no te dejaré ir — se acostó sobre ella con cuidado de no aplastarla.

Solo Contigo | Portgas D AceWhere stories live. Discover now