–¡Si! ¡Amo tu comida! — le sonrió con felicidad.

Cass tenía un enorme apetito y realmente apreciaba el esfuerzo que ponía Thatch al cocinarle siempre una cuantiosa cantidad de comida.

–Es mejor que aproveches esos platillos Princesa, pronto se va a una misión — comentó Marco sentándose al frente mientras fumaba un cigarrillo.

–¿Misión? — preguntó Cassie.

Marco le entregó un sobre con unos papeles en su interior a Thatch.

–Satchi aparte de ser un buen cocinero es un buen peleador.

Cassie miró curiosa al cocinero que le sonreía avergonzado. La peli-castaña pensaba que la división de Thatch solo se encargaba de cocinar.

–Que no te sorprenda tanto — le sonrió Ace mientras bebía un poco de jugo. — aquí se ganan los títulos de comandante con fuerza y resultados. — el pecoso no podía estar mas orgulloso de ser un comandante, después de todo era un gran logro considerando que ha sido el más joven en conseguirlo en comparación del resto de sus Nakamas.

–¿Resultados?

–Si completas varias misiones de forma exitosa puedes ganarte el puesto, obviamente debes demostrar tu fuerza también. — le explicó Marco — éste idiota era un obsesivo de las misiones cuando entró. — dijo apuntando a Ace.

–Si... — Thatch sentía como le dolía la cabeza de solo recordar cuando el impaciente e hiperactivo pelinegro estaba bajo su mando. — Fue un caos.

–Oi, critiquen mis métodos pero no mis resultados.

–Al menos pudiste madurar un poco. — dijo Marco revolviéndole el cabello de Ace el cual lo apartó ligeramente molesto. No le gustaba que lo trataran como un niño.

–¿Como era Ace? — preguntó Cass con notable curiosidad.

–Oh... — Marco sonrió con malicia y Ace ya sabía lo que planeaba el rubio. — Pues cuando conocimos por primera vez a Ace, él-

El pecoso no esperó y se abalanzó a cubrirle la boca al rubio.

–Ni se te ocurra decir más.

Thatch se puso a reír, avergonzar a Ace era la actividad favorita de Marco.

–Ace deja que Marco me cuente — lo jalaba Cassie.

Y así estuvieron un rato, finalmente cuando se calmaron fueron a la enfermería donde tatuarian a Cassie por primera vez. Marco había reservado una sala para proceder.

–¿Sabes tatuar? — preguntó Cassie a Marco.

–Se algo, después de todo el Jolly Roger de Shirohige no es complicado luego de practicarlo un poco.

–Marco hizo los míos, es bueno con las agujas.

–¿Duele? — preguntó Cassie mirando el brazo de Ace donde tenía tatuada la palabra "ASCE"

–No mucho, depende supongo.

–Te va a doler pero intentaré ser rápido — dijo tomando la máquina para tatuar. — quítate la camisa y acuéstate — indicó la camilla. — Ace sale de aquí, me distraes. — dijo poniéndose los guantes de látex.

Cuando la peli-castaña empezó a quitarse la ropa junto con el sostén Ace se puso en alerta.

–¡No te quites todo! — le gritó sonrojado cubriéndola con su sombrero.

–¿Ah?

–De hecho Ace... — interrumpió Marco — si debe hacerlo — dijo incómodo.

–¿No puedes tatuarla con ropa? — le gritó

Solo Contigo | Portgas D AceWhere stories live. Discover now