Promesa parte 1

12 2 0
                                    

- ¿Vamos a estar siempre juntos?

- por supuesto, ¿No somos amigos?

- siiiii, pero...

- Ch'ilikuti, no importa que pase. - aquel niño de 13 años le sonrió de manera que demostraba la verdad en sus palabras. - tú y yo siempre vamos a ser amigos y siempre vamos a estar juntos. Ni el tiempo ni la distancia podrán romper este lazo que nos une...

Esas fueron las palabras que escucho por última vez ese día, que fue convirtiéndose en años.

Tomaron caminos diferentes. Aún cuando cada uno se ocupaba de sus labores como dioses del inframundo tenían esos momentos en los que añoraban esos días y tenían esa duda de que habría sido de ellos.

Xolotl fue obligado por su padre a romper amistades, no lo hizo, pero pasaba mucho tiempo para poder reunirse con sus mejores amigos. Aunque no perdió contacto con Cerbero y Anubis, si lo hizo con ese amigo que había olvidado su nombre... ¿Por qué no lo recordaba? Sólo recordaba llamarlo Daimon, pero no era su verdadero nombre, era un apodo que le habían dado en ese entonces.
Solo podía recordar sus palabras, su voz, pero su rostro y nombre habían sido borrados de su mente. A veces se preguntaba si su padre había tenido algo que ver con eso o él había traicionado esa promesa que alguna vez se hicieron.












Supay había vivido en soledad en el Uku Pacha. Si no fuera por los mukis, una especie de duendes que habitaban las minas, todo lo que hubiera conocido sería la tristeza y el abandono. Aunque Wiracocha de vez en cuando lo visitaba para asegurarse que estaba bien no era suficiente para hacerlo sentir bien.

No fue hasta que un día tuvo unas visitas inesperadas.

Algunos mukis llegaron a su lado alertandolo de que habían atrapado a unos intrusos. Tenía 13 años, pero ya estaba a cargo del Uku Pacha y tenía que decidir que hacer con ellos, antes de que los mukis decidieran por su cuenta castigarlos y también antes de que Wiracocha se diera cuenta.

Para su sorpresa no se trataban de una gran amenaza, pues podría jurar que esos niños, atados, eran por lo menos de su misma edad o tal vez un poco más grandes, salvo uno de ellos que parecía menor y le gruñía a un muki que trataba de tocar su cara. Quiso reír por eso, pero se aguanto.

Procedió a interrogarlos.

- perdón, estábamos perdidos y un enorme hombre con cabeza de ave nos persiguió hasta aquí. - Cerbero contestaba a cada una de sus preguntas sin tener el más mínimo miedo y es que estaba tranquilo ahora que sabía que se trataba de otro niño quien los estaba interrogando. - estábamos de paso, y no nos quedó más que entrar aquí para escapar

Supay habría sido más duro con ellos, pero conocía a Huallallo, sabía que estaba deambulando por la zona y era el encargado de vigilar el territorio, además de que era uno de los dioses más leales de Wiracocha, aunque sus métodos no eran los más correctos ya antes había tenido problemas por ello, pero parecía no cambiar por más castigos que se le dieran. Un día acabaría exiliado y atado a una piedra, en medio de la nada, probablemente.

Después de un rato los libero teniendo quejas de parte de los mukis, que se fueron decepcionados por no poder divertirse con los prisioneros.

- no nos hemos presentado de la manera correcta. - Cerbero siempre tomaba la iniciativa cuando se trataba de hacer amigos o mínimo evitar problemas con otro dios o monstruo. - Yo soy Cerbero. De Grecia y futuro guardián del gran dios Hades. - si algo también lo caracterizaba era la admiración que sentía por el dios del inframundo que lo había adoptado. - y ellos son mis amigos, Anubis, futuro gran dios de Egipto

- un gusto conocerte. - estrecho la mano con Supay de manera amigable. - espero seamos grandes amigos

- y el pequeño es Xolotl, es algo callado, pero también será un gran dios en el futuro

El pequeño Xolotl se acercó sutilmente al mayor para estrechar su mano.

- un gusto. - se limito a decir ya que desconocía su nombre.

- un gusto, yo soy Supay. - le pareció tierno ya que estando más cerca parecía más pequeño de lo que se veía.

Sintió un peso sobre él. Era Cerbero que lo había abrazado por encima del hombro.

- gracias y disculpa por el malentendido Daimōn, pero tenemos que irnos

- ¿Irse?

Se decepcionó, hace mucho que no había hablado con alguien, al menos no con alguien diferente a los dioses que conocía.

- sí, tenemos que seguir. La mamá de Cerbero dijo que nos haría ¡Comida! - grito Anubis feliz porque era quien disfrutaba mucho de comer delicias de otros lugares, excepto algunos platillos.

- ¿Nos puedes indicar la salida? Por favor. - pidió Cerbero de forma amable.

Con pesar, Supay les dio indicaciones de como salir de forma segura y les dio unas hojas extrañas, pero era para que los mukis no los molestaran y les recomendó no comerlas bajo ninguna circunstancia y de hacerlo tenían que regresar para ayudarlos a tratar los síntomas.

- muchas gracias por todo y disculpa las molestias. - agradeció Anubis.

- no es nada, tengan mucho cuidado. - Supay se despidió de ellos de igual manera siendo amable.

El grupo ya estaba caminando a la salida que si, era un camino largo. Iban hablando de lo más divertido.

- me agrada, Daimon, parece ser bastante divertido

- ¿Su nombre no era Supay?

- si, pero Daimon también le queda bien. Deberíamos visitarlo otro día para conocerlo mejor e invitarlo a venir con nosotros

- yo creo que es buena idea, ¿Tú que opinas Xolotl?

Al no escuchar respuesta del menor fue cuando se dieron cuenta que este no estaba.

- ¡Xolotl!!!

Gritaron aterrados de que se hubiera perdido, lo peor es que no conocían el lugar, y no sabían que hacer si su amigo estaba solo y asustado.









El menor había seguido a Supay y este se dio cuenta que estaba a su lado porque Xolotl se había subido a una piedra para estar más o menos a su altura.

- pensé que ya se iban, ¿Te perdiste? ¿Necesitas ayuda?

Intento ser amable ya que temía asustarlo, era muy pequeño y estaba en un lugar desconocido. Sin embargo, acabo todavía más confundido cuando comenzó a hacer una especie de danza y ruidos con la boca como si imitará el sonido de los instrumentos.

Lo contempló en silencio un rato, hasta que terminó y noto que parecía esperar alguna reacción de su parte.

- ¿Estabas tratando de animarme?

Vio que el menor asintió.

- sí, te veías muy triste y mi mamá me ha dicho que para hacer sentir mejor a alguien es sacarle una sonrisa. - parecía que empezaría otra vez con el baile, pero sólo hacia movimientos con las manos y pies.

Esta respuesta le saco una sonrisa a Supay ya que nadie se había preocupado por hacerlo sentir bien de verdad. Sólo recibía palabras que parecía querer escuchar, igual agradecía que se las dijeran, pero nada como que alguien fuera sincero contigo.

- te lo agradezco. - revolvió su cabello con cuidado.

- ¿Quieres jugar?

- pero y ¿Tus amigos? ¿No debes volver con ellos?

- ellos seguro están bien. - dijo demasiado tranquilo. - ¡Vamos a jugar! ¡Y luego vamos a buscarlos!





Hasta aquí la primera parte :3
Gracias por leer :D
*Desaparece por tiempo indefinido*

Amistad De Tres (One Shorts)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon