Cápitulo - 1

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JiRa

La vida en un hospital es muy ajetreada, siempre hay alguna persona a la que atender. Yo amo mi trabajo, no hay nada que me llene más de satisfacción que el hecho de saber que he salvado una vida.

Sí, es una profesión muy agotadora, te la pasas estudiando casos de pacientes, y las guardias son extremadamente cansadas. Pero hay algo muy placentero en todo esto. Aunque eso signifique estar más de 12 horas en Emergencias o 8 en un quirófano.

-Deberías descansar un poco JiRa -me propuso mi amiga y compañera, Sunmi-. Llevas aquí desde las 8:00 am. Vete ya a casa, yo te cubro el tiempo que queda.

-No te preocupes, no estoy tan cansada -me negué.

-¡¿Cómo que no estás tan cansada?! -exclamó-. ¡Llevas aquí 12 horas! ¡Has hecho 3 operaciones! JiRa tienes que irte ya a casa. No te preocupes, Minho y yo te cubrimos.

Lo pensé un momento. Sí, es verdad que estoy muy cansada. Tantas horas en el hospital me han dejado sin energía, pero ya estoy acostumbrada a estar cansada. Aunque un descanso no me vendría mal.

-¿Segura de que pueden? -pregunté dudosa-. No quiero problemas con el señor Kim.

-Eres su cirujana estrella, el Sr. Kim no te dirá nada por irte dos horas antes. -Agarró mi bolso y me lo tiró encima.

-¡Oye!

-Ahora necesito que por favor, desaparezcas por esa puerta -señaló la salida-, y no vengas hasta tu turno de mañana. Toma un baño caliente, come algo rico, y descansa -me jaló del brazo y me empujó para que caminara.

-Pero, si pasa cualquier cosa me llamas. ¿Ok? Estaré atenta al teléfono.

-¡Qué sí pesada! -puso los ojos en blanco-. Te llamaré, pero tú despreocúpate.

-Bien -bufé-. Dile a Minho que lo quiero. Hasta mañana.

-Se lo diré, ahora, vete de una buena vez JiRa -se cruzó de brazos.

-Vale -empecé a caminar pero me detuve y volteé nuevamente-. ¿Me llamarás cierto?

-¡JiRa! -gritó con frustración.

-Está bien, está bien. Ya me voy -y esta vez si salí del hospital.

No es que no quiera descansar, pero cuando no tienes a nadie esperándote en casa, y al llegar estás completamente sola, no te dan ganas de estar mucho ahí.

Aunque creo que así estoy bien. Es decir, soy feliz pasando el tiempo en el hospital, ahí soy de utilidad y me divierto de vez en cuando con las idioteces de Sunmi y Minho.

Estaba metida en mis pensamientos, pasando por un callejón, estaba oscuro y daba un poco de miedo, pero casi siempre que camino a mi departamento, cojo este atajo para llegar más rápido.

De pronto mientras caminaba por la oscuridad, escuché un quejido, un escalofrío me recorrió la espina dorsal. Decidí seguir. A medida que avanzaba los gemidos se escuchaban aún más.

Al llegar a la parte más oscura, entre las sombras pude ver la silueta de una persona tirada en el piso, retorciéndose. Rápidamente me acerqué al cuerpo y prendí la luz de mi celular.

Cuando la luz golpeó sus facciones, puede ver que era un hombre joven, tenía la frente sudada, estaba transpirando y respiraba de manera irregular.

-!Dios mío! -Toqué su frente y estaba ardiendo.

Recorrí su cuerpo con la mirada y encontré una herida sangrando, era una perforación en su abdomen bajo.

-¡Mierda! -susurré. Saqué mi teléfono y le marqué al hospital.

Sweet, but Gangster // JK & JiRa //Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang