Extra 3

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-Buenos días- Saludó feliz Sam.

Louis sonrío feliz al ver a su pretendiente favorito, Sam Fender era hermoso de los pies a la cabeza quizá por eso tenía puestos sus ojos en él desde que lo vió por primera vez modelando para una revista famosa de Londres que ahora no recordaba su nombre.

-Buenos días, Sam- Correspondió Louis, terminando de limpiar su cámara- ¿Qué te trae por aquí?-.

El rubio se acercó más al castaño y le tendió una rosa roja, observó como una sonrisa aparecía en su cara amaba cuando lo hacía sonreír.

-Eres tan dulce, Sam. Muchas gracias- Dijo Louis, abrazando al chico sintiendo los brazos del contrario alrededor de su cuerpo envolviéndolo en un cálido abrazo.

-No hay de qué, Lou. Sabes que me encanta verte feliz y sonreír. Además, me gusta cortejarte- Mencionó Sam tímidamente.

Louis sonrío más, joder.. era tan tierno.

-Tú también mereces flores, prometo dártelas algún día-.

El rubio se encogió de hombros mientras soltaba una risa de felicidad.

-Créeme que si vienen de tu parte, con gusto las aceptaré. ¿Estás ocupado?- Le preguntó, viendo el desorden de fotografías en la mesa.

-No, es que una modelo vino hace unos minutos y pidió que le tomara unas fotos, tengo que acomodarlas por orden como si fuera un álbum- Le explicó, mientras que el chico le escuchaba atentamente.

-Puedo ayudarte, ¿quieres que te ayude?- Le preguntó.

-Gracias, pero no es necesario Sam- Respondió Louis.

-Qué lástima, pensé que saldrías a almorzar-.

El castaño negó.

-No tengo hambre-.

Sam tenía miedo de la respuesta de Louis, pero con intentar no perdería nada.

-¿Quieres cenar conmigo esta noche?- Le preguntó.

El castaño miró al rubio a los ojos, amaba el brillo especial que tenían esos ojos marrones ese día. Asintió feliz, una sonrisa dibujándose en su rostro.

-Claro, ¿vienes a buscarme aquí?-.

-Por supuesto, ¿te parece bien a las nueve de la noche?- Le propuso Sam.

-Perfecto, te estaré esperando- Le sonrío.

No se esperaba que en la puerta abierta de su estudio, allí estuviera observándolo Harry. En su mirada podía notar que estaba sorprendido, pero la manera en que apretaba sus manos y su mandíbula estaba tensa logró deducir al instante que el ojiverde estaba celoso.

Muy celoso, porque fulminaba con la mirada a Sam.

-Muy bien bonito, vendré por ti a esa hora. Nos vemos al anochecer- Se despidió el rubio, no sin antes dejarle un casto beso en la comisura de los labios del castaño.

Louis sonrío coqueto y devolvió el beso.

Sam se fue de su estudio y con él también Harry, ya que no se encontraba más en la puerta viéndolo. Era lo mejor, se alegraba de que lo hubiera visto con su pretendiente.

Esperaba que la mañana transcurriera con normalidad.

Eres Mío (Larry Stylinson) One ShotWhere stories live. Discover now