Aparentemente sin motivo, un virus estalla en varias partes del mundo poniendo en jaque a la población
Cuando está ola de muerte llega a Brisbane, la familia Heeler acompañada de varios personajes deberán reencontrarse y cumplir un solo objetivo: So...
Perdón la tardanza, y seguramente este cap te ha muchos errores ortográficos porque no tengo los ánimos para corregir y tampoco para escribir
Ando algo deprimido pero unos temas, ya cuando se solucionen o al menos se aclaren trataré de actualizar más
Una cosa que os debía, el afable diseño de Alfie blanco y trapito, mejor conocida como Cinamis
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Ahora lean :>
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Aún nos encontramos en la base de la Orden del Edén donde los hechos del capítulo anterior ocurrieron. En una pequeña carpa verde alejada del resto y también el hospital, en una zona aparentemente casi sin vigilancia. Avanzaba por el carril hasta la carpa una soldado de dorada armadura, la tercera general Cinamis. Ya había tenido un día ajetreado así que podría dormir después de un rato... Avanzo a paso lento y tranquilo hasta dentro de la caseta, la cual estaba muy poco decorada compuesta por una cama, una estantería y una caja...
"WoW... Este lugar es tan polvoriento para dormir, a vaya sitios me envía ese vejestorio..."
SLAAAASH!
Nada más acercarse a la cama toda una situación se montó rápidamente en la carpa. De la nada había aparecido un perro con capucha sin ser detectado y en un veloz movimiento se había lanzado a por Cinamis con una daga en alto sin darle tiempo de contraaacar clavándosela directamente en la nuca. No la esquivo o nada parecido, toda la respuesta de Cinamis fue un simple quejido apretándose los dientes.
"Auch... No te noté llegar, Aliam cada vez escoge a sujetos más extraños para intentar matarme" Concluyó ella con una voz fría y vacía mientras con su pata derecha tomo la pata del perro encapuchado.
CRACK
Simplemente apretando la muñeca del sujeto esta se rompió al instante quebrándole el hueso y haciendo al perro se ríe un intenso dolor.
"AAAAGH!" Gritó de dolor en voz alta, al ver como Cinamis apretó su pata rápidamente empezó a buscar en su cinturón una pistola que rápidamente pudo sacar, pero antes de poder disparar la Dingo lo levantó del suelo tirando de su pata hacia arriba y lo estampó contra el suelo frente a el mandando el arma de fuego a volar por el impacto.
Acto seguido, antes de que el perro entre quejidos de dolor pudiera levantarse, Cinamis saco el cuchillo de su nuca provocando un buen desangramiento y lo lanzó hacia el cuello del perro encapuchado.
"A-auch... D-deberias estar muerta..." Se resigno el sicario retorciéndose en el suelo y tratando de sacarse el arma del cuello para respirar, pero Cinamis le piso la pata impidiendo eso...
"Pues mira que casualidad, no estoy muerta" Sonrió sarcásticamente la general para luego pisar el cuchillo hundiéndolo más profundo y asesinando al tipo. Luego de eso, un silencio se quedó en la habitación por algunos momentos y Cinamis camino lentamente hasta su cama, una vez ahí se quitó la armadura y la dejo en la estantería, todo sin decir nada. Se podía ver perfectamente que su nuca estaba intacta... Algunas gotas de sangre seguían ahí, pero la herida en cuestión de segundos había desaparecido al instante.
