Te muerdes el labio, retorciéndose una vez más; un intento inútil de liberarse. Su peso era fuerte contra ti. Grandes muslos encerrados alrededor de tus caderas.
"¿Emocionada?"
Los orbes marrones profundos de Carlos miran hacia los tuyos. Una capa de sudor cubre su frente, el flequillo oscuro se pega a la piel. Evidentemente, todavía estaba exhausto por la pelea mientras tomaba otro aliento. Sus labios están insoportablemente cerca de los tuyos y su barba incipiente te hace cosquillas en las mejillas.
"Habla por ti mismo", afirmas antes de levantar tus caderas para encontrar las suyas. "Parece que tienes un pequeño problema allí".
Fue el turno de Carlos de sonrojarse, aunque solo fuera por una fracción de segundo. "¿Serías tan amable de ayudarme aquí?" Su voz es baja, casi áspera cuando pregunta.
No podía soportar mucho más de esto. Aunque primero necesitaba tu permiso si iba a seguir adelante con joderte los sesos.
Sabías exactamente lo que estaba preguntando. Si no estuvieras tan jodidamente excitada, lo habrías dejado en la estacada. Probablemente riéndose de eso días después. Él nunca escucharía el final de eso, eso es seguro.
Pero mierda, se sentía tan bien contigo. Un bulto duro como una roca presionado contra tu núcleo caliente. Definitivamente estaba bien empaquetado, eso era seguro. Una cogida rápida no estaría tan mal.
Respondes presionando tus labios contra los suyos. Él gime en tu boca soltando tus muñecas para acariciar tus costados. Tus manos encuentran inmediatamente el camino a su cabeza, los dedos se enredan en su cabello desordenado. Empujando tu lengua en su boca, iniciando una lucha voraz por el dominio.
Tocando a tientas tu sujetador deportivo antes de pasarlo por la cabeza con cierta impaciencia. Carlos palmea tus senos desnudos mientras coloca besos con la boca abierta en tu cuello.
Tan bueno como que sentías que necesitabas que las cosas se aceleraran.
Y entonces enganchas tus piernas alrededor de sus caderas, apretándote contra él, deslizando tus manos debajo de su camisa sudada. Te lo quitas antes de pasar los dedos por su abdomen y el pecho cubierto de pelo.
"No sabes cuánto tiempo he pensado en esto", habla Carlos, las manos encontrando tus caderas, haciendo un trabajo rápido en el botón de tus pantalones cortos.
"Demasiado tiempo, joder", suspiras, levantando tu trasero permitiéndole quitarte los pantalones cortos de inmediato.
"Mira lo mojada que estás", arrulla Carlos antes de deslizar un dedo por tus bragas empapadas.
Dolorida y necesitada. Todo para él.
Cubre un dedo grueso con su saliva, deslizando la tela hacia un lado antes de sumergirla en tus pliegues. Dejas escapar un suspiro tembloroso cuando su simple dedo te estira. Pulgar frotando círculos alrededor de su clítoris.
"¿Te sientes bien bebé?"
"Cállate—" Le disparas una mirada de advertencia, balanceando tus caderas con sus embestidas como una señal para que mantenga sus atenciones.
En poco tiempo agregará otro dedo, preparándote para su polla mucho más gruesa. Podrías sentir que la espiral comienza a tensarse en tu estómago. Estás tan cerca, dolorosamente cerca hasta que sus labios se adhieren a tu sensible capullo. Unas cuantas lamidas y listo. Montando tu subidón en sus dedos gimiendo su nombre.
"Mierda, voy a tener que escuchar más de eso", bromea Carlos antes de presionar suaves besos en el interior de tus muslos, la barba rozando deliciosamente tu piel.
"Pruébame", le desafías aunque todavía aturdida por tu orgasmo.
Carlos no tarda en envolverte con sus brazos, volteándote sobre tus manos y rodillas. "¿Estás bien así?" Comprueba, con las pupilas dilatadas.
Asientes con la cabeza, mirando por encima de tu hombro mientras él se mete las palmas de las manos a través de sus bóxers. Una vez liberado, se da a sí mismo una bombeada, un miembro fuerte que se sostiene pesado en su mano. Te lames los labios al ver sus grandes manos ahuecando tu trasero.
Carlos suelta un suspiro de felicidad antes de amasar la carne. Las uñas se clavan en tus palmas. Tu cara presionando contra el suelo frío. Espalda arqueada, piernas abiertas, culo alto. Una vista con la que solo soñaba. Está presionando sus caderas al ras contra la punta de los tuyos provocando tu entrada.
Siseas, apretando los dientes, "¡Joder, adelante, Oliveira!"
Él gime mientras se hunde en ti. Pulgada a pulgada, con cuidado de no lastimarte. El estiramiento es doloroso al principio y requiere algunos ajustes. Su tamaño es fácilmente el más grande que hayas tenido.
"¡Mierda!" Maldice, con los dedos agarrando tus caderas con fuerza, "Estas tan jodidamente apretada..."
"Te sientes muy bien-"
Estás gimiendo ahora, incapaz de ayudarse a sí mismo. Su ritmo es constante, follándote duro. Sacándose casi por completo antes de volver a hundirse, asegurándose de sentir hasta el último centímetro de él.
"¡M-más rápido!" Tú suplicas.
El ángulo es casi demasiado intenso cuando tira de tus caderas para encontrar sus embestidas. Un golpe repentino en la nalga derecha te deja gritando.
"Nggh", Carlos gime, "Me estás tomando tan bien".
Hundes los dientes en el dorso de la mano para no gemir más fuerte. Te llenó tan bien, tan lleno que estabas segura de que no querías que terminara.
"Estoy cerca, nena".
"Yo también", jadeas, concentrándote en perseguir tu propia liberación.
Otro golpe deja un escozor que te hace gemir. El dolor placentero te envía al borde, el cuerpo temblando intensamente. Carlos te folla a través de tu liberación, alargándola tanto como sea posible antes de retirarse. Vaciando su caliente y pesada carga sobre tu trasero.
"¿Qué me hizo odiarte de nuevo?"
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Creo que me emocioné mucho jajaja
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Me dio un subidón de energía estos días, entonces me puse a traducir lo mas rápido posible antes de llegar al Lunes porque estaré medio ocupada esa semana. Ser niñera es muy difícil jajaj
La siguiente traducción será de..... Lady Dimitrescu!! <3
