Guerra De Poder

parte 9

Mis disculpas por no haber comprendido correctamente tu solicitud. A continuación, te presento el texto con los guiones largos:

Han pasado cuatro semanas desde la última vez que tuve noticias de mis hermanos y ahora Tayler aparece de la nada, diciendo que necesitamos hablar.

—Siéntate, pero que sea rápido, por favor. Tengo cosas pendientes.

Sé que estoy siendo dura con él, pero tiene que comprender que las cosas no se solucionan tan fácilmente.

—No te preocupes, seré breve. Sabes, la última vez que conversamos las cosas no terminaron bien entre nosotros, y vengo ahora a ofrecerte una disculpa. Me di cuenta de que me comporté como un auténtico idiota y lo siento.

—Vamos, Tayler, primero me acusas de querer quedarme con tu parte de la herencia y ahora, después de un mes, apareces aquí como si nada para pedir perdón. Lo siento, pero las cosas no se resuelven con una simple disculpa. No vivimos en un cuento de hadas.

—Entiéndeme, Jessie. Me afectó mucho enterarme sobre la cláusula en el testamento y ambos dijimos cosas de las que nos arrepentimos.

—Te equivocas, no me arrepiento de nada de lo que dije aquel día y lo mantengo. Si así lo deseas, te cedo mi parte de la herencia a ti y al resto. Y si no tienes nada más que decir, por favor, retírate. Tengo cosas que hacer.

—Mi madre tenía razón, eres igual de terca que mi padre.

—Sí, y gracias a esa terquedad soy quien soy y tengo lo que tengo sin necesidad de depender de una herencia para vivir.

Obviamente él no sabe que en realidad la verdad sí la necesitaba, pero tampoco lo sabrá.

—¿Qué insinúas?

—Que te largues, Tayler. Antes de que me hagas decir algo de lo que me arrepienta después.

—Entendido, me voy. Pero esta conversación no ha terminado aún.

Salió de la oficina dando un portazo. ¡Ja! La indignada debería ser yo.

Lisette entró y le conté lo ocurrido con Tayler, mientras disfrutaba de una taza de café. Cuando me percaté, el reloj marcaba casi las 6 de la tarde, así que recogí mis cosas y bajé al estacionamiento por las escaleras. No volveré a utilizar esa chatarra de metal, por lo que pueda pasar.

Al llegar al estacionamiento, Érick ya me esperaba junto al auto.

—Disculpa la tardanza, tuve una reunión imprevista.

—No se  preocupes señorita, acabo de llegar también.

—Érick, estamos planeando una venganza contra tu jefe y todavía me sigues llamando señorita?

—Lo siento.

—No te preocupes, pero llámame simplemente Jessie. Lo de señorita es para las millonarias.

*¡Uy, sí, es cierto! ¡Estás en banca rota! Y yo que quería un día de spa...*

Laqueno, no empieces, te ves más linda cuando no me atormentas.

Nos subimos al auto y conduje hacia un pequeño restaurante cerca de la editorial.

Una vez allí, nos sentamos en una mesa y se nos acercó un camarero para tomar nota de nuestro pedido.

—¡Buenas tardes, señores! ¿En qué puedo servirles?

—En platos, por favor—respondi de forma automática sin pensar.

*No, ¡brutaa! te está preguntando que que carajos vas a comer*

Yo se laqueno. Solo quería ver si estabas despierta.

Si. Claro, y los unicornio tienen seis patas en vez de cuatro*

Laqueno los unicornios no existen y después discutimos ese tema, por ahora tengo que arreglar la burrada que le dije al camarero.

—Una hamburguesa y una soda, por favor — dije, intentando arreglar mi burrada anterior.

—Perfecto. ¿Y usted, caballero? — preguntó al dirigirse a Érick.

—Lo mismo, por favor — respondió Érick.

El camarero se retiró con nuestro pedido y volví a concentrarme.

—Muy bien, Jessie, ¿qué tienes en mente para vengarte de mi jefe? — preguntó Érick.

—Justamente, necesito tu ayuda en eso — respondí.

Érick me miró confundido, así que seguí explicándole.

—Verás, necesito que me ayudes a descubrir cuáles son los miedos de Alexander.

Érick pareció inseguro mientras meditaba sobre mi petición.

—Eso no será fácil, considerando que parece tener un pacto con el mismísimo innombrable.

—A ver, Érick, tienes cara de ser un buen espía. Seguro que hay algo que le atemoriza a ese engendro, y tú lo vas a descubrir.

Érick quedó pensativo, como si intentara recordar algo.

—Ahora que lo pienso... El otro día, Alexander estaba en su oficina y me llamó. Tenía una expresión de pánico como si hubiera visto un fantasma. Cuando seguí su mirada, vi una arañita caminando por su escritorio. Me pidió que la matara y la sacara de allí.

Imaginar a ese hombre tan seguro de sí mismo asustado por una pequeña araña me hizo reír.

—No es mucho, pero al menos es un comienzo. Intenta descubrir algo más serio. Quiero que ese desgraciado sufra.

—Puedes contar conmigo. No va a querer verte la cara nunca más. — afirmó Érick.

—¡Eso es lo que quiero! — exclamé emocionada.

Érick se sobresaltó por mi grito y vi las miradas de las personas del restaurante dirigidas hacia nosotros.

—Oh, no fuiste la única, querida. Todo el restaurante te está mirando como si fueras un extraterrestre, peor que los hombres de negro de la película.

—Exactamente, eso es lo que necesitamos. Que no quiera verme más y que renuncie a la editorial.

Érick pareció entender todo y soltó una risa maliciosa, casi propia de un villano de película.

—A por ello, entonces.

El camarero regresó con nuestra comida justo en ese momento, y mi suerte decidió abandonarme, ya que al acercarse a la mesa, el chico se tropezó y uno de los platos terminó encima de mí.

*¡KARMA! *gritó Laqueno en mi cabeza. *Esta escena me suena conocida, solo que la que llevaba el plato eras tú y la que recibió el desastre fue una anciana millonaria.*

Ahí estaba mi querida conciencia, siempre intentando hacerme sentir mejor, tan encantadora. El chico se puso colorado e intentó disculparse mientras yo trataba de limpiar mi blusa llena de salsa. Érick había desaparecido sin yo darme cuenta, seguramente riéndose de mí en algún rincón.

—Tranquilo, estuve en tus zapatos. Bueno, en realidad, estaba en tacones. Quiero decir, que ya me pasó algo parecido, solo que yo le estampé unos huevos revueltos a una vieja millonaria y me despidieron por su culpa.

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Después de 3 años y 2 días más tarde tenemos nuevo caaap.

Disfruten de las locuras de Jessie y dejen muchos comentarios.

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