a love with no limits: there's nobody like us.

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De lloradas encerrado en el baño, de derrotas, de atracones de comida y una ansiedad que se lo comía vivo, Yuuri Katsuki no era perfecto, y cree, honestamente, que todos saben eso.

Y aún así, está allí, Viktor Nikiforov lo tiene a él, su rostro en sus manos, su mundo en sus manos. Como si fuera lo más lindo que haya existido jamás, y quizás para él, lo es, no, Yuuri es impecable en sus ojos, incluso con sus imperfecciones y defectos, sabe que nadie en el mundo es perfecto, pero... había algo más en el hombre con lentes y cabello estúpidamente negro.

Algo que nadie más conocía.

Pasión y amor.

Nadie podía amar tan bien a Viktor Nikiforov, ni viceversa, eran realmente los únicos que podían hacerlo, los únicos que podían amar de una manera tan increíble, tan pura, y tan lujuriosa a la vez, porque nadie más podía ser tan apasionado.

Yuuri era alguien que iba más allá de lo que siempre esperó, Viktor siempre pensó que iba a quedarse solo, encontraba comodidad en la soledad, pero eso también lo reprimía, y cuando lo vió a él, con una carga ansiosa en su pecho, lo único que supo era que quería compartirla.

''Te di miles razones para irte, y aún así... sigues aquí''

''Te amo, es realmente así de simple''

Y su Yuuri se reiría.

''Ven a mis brazos, sólnishko''

Era un sol, Yuuri era realmente uno, no, él es su sol. Aquel que hacía que las mañanas sean más cálidas y más apaciguadas, más tolerables, sí, estaba en lo correcto.

Y aún así, él era como el cielo nocturno, era otra persona, él era azul, aquel triste hombre, que usaba el hambre para calmar la exaltada ansiedad, que solía entrar en episodios depresivos por las derrotas, pero que su pasión nunca se iba no importa que pasara, porque Yuuri estaba hecho para patinar, nadie más podía hacer lo que él hacía. Su amante era como las estrellas también, quizás la luna, no, no, él era la luna, brillando eternamente hasta que su tiempo se acabara, así era Yuuri, su Yuuri, a veces, ese rayo de luz de luna, dejaba de relucir por su propia timidez e inseguridad.

Lo cautivaba por completo, porque para Viktor Nikiforov, Yuuri Katsuki, era perfecto, así es, era un misterio, realmente.

¿Eran la misma persona?

Eros, y Agape, ¿podían existir en una misma persona? Después de verlo, a él, en su máximo esplendor, cree que sí, era lujurioso, y a la misma vez, era un ser puro.

Y le encantaba eso, honestamente.

Ahora tenía a un Yuuri sonrojado en sus brazos, completamente en paz, hay tranquilidad en su rostro y no hará más que rogarle a cualquiera para que siempre sea así. Está mirándolo con sus pequeños ojitos que se achican sonrientes, con una mirada de enamorado, lentes torcidos, y manos entrelazadas, sí, este es el hombre con quien quiere pasar el resto de su vida.

Quiere adorarlo como a un dios mismo, que todos sepan que se pertenecen el uno y el otro, que no existe un Viktor Nikiforov sin su Yuuri Katsuki, ni un Yuuri sin su Viktor.

Entonces lo besa, y sella aquella promesa, de amarse hasta todo lo que puedan, hasta que sus cuerpos no den más y perezcan, porque la muerte solo es un camino a otra vida más, otra existencia juntos y si el destino no quiere eso, entonces se buscarán el uno al otro para desafiarlo.

''Liubimiy'' Y es exactamente ese rostro lo que vale la pena, ese rostro de felicidad, de contento y de satisfacción completa con su vida, lo que valió la pena haber ido a Japón solo por él, él y él, porque lo elegiría siempre a él, en sus momentos más vulnerables y débiles, en esos graciosos y vergonzosos, y por siempre, en sus buenos días.

Porque no era... sorpresa, Viktor estaba flechado en Yuuri desde el ''gran banquete'', (quizás desde mucho antes, pero nadie sabe eso), dónde la vida triste del ídolo de muchos iba a dar un giro para siempre, sí, no estaba feliz con su vida, el patinaje en algún punto llegó a frustrarlo, más allá de las caídas y las fallas, lo estaba aburriendo, no había nada nuevo, y quedarse sin creatividad e inspiración era como estar muerto.

Y llegó el gran Yuuri Katsuki.

Con su baile en barra, su enfrentamiento con Yurio, su corbata en su frente, casi desnudo en un punto, pidiéndole ser su entrenador.

Aquel mismo hombre al cual escuchaba llorar en los baños, o que las crisis de pánico se lo comían vivo antes o después de patinar, el chico perdedor.

Y lo piensa, ''¿De qué te ríes, Vitya?''

''¿Realmente no recuerdas el banquete?''

''¡Viktor! No me hagas pensar en eso, qué vergüenza'' Él esconde su rostro en su cuello, y suspira mientras el de pelo plateado acaricia su espalda tiernamente, dibujando figuras en esta con la punta de sus dedos, le gustaba dibujar pequeñas estrellas, corazones, todo lo que le recuerde a Yuuri.

A su Yuuri.

''Me encantas''

''¿En serio?''

No ríe, nunca lo ha hecho de sus pequeños y tímidos ¿en serio? sabe a la perfección lo inseguro que es este, la poca confianza y amor que se tiene, esa tonta, tonta ansiedad que solo lo deja pensando en lo malo, y realmente, lo único que quiere hacer es amarlo toda la vida y que nunca más tenga dudas de su cariño.

''Sï, Yuuri, en serio''

''Es bueno saberlo, porque estaré aquí contigo hasta que te hartes de mí'' Dice con una risita que le encanta escuchar, mirando aquel anillo en su mano izquierda, en su dedo anular. ''Nunca podría hartarme de ti''

Lo mira con esos ojos tristes y caídos, pero que demuestran más alegría que otros.

''Yo tampoco de ti''

Pequeños besos cortos y simples, no, complejos, llenos de emociones a los cuales aún no le logran ponerles nombres, pero que son todos positivos al fin y al cabo.

Miradas intensas, y pensamientos que ya, simplemente, no existen, no hay nada en sus mentes más que amar al otro. 

Frentes chocantes, suspiros temblorosos que se mezclan, y se vuelven uno.

Abrazos, abrazos que no deberían durar tanto, pero que lo hacen de todas maneras.

Y promesas, promesas selladas en forma de palabras ya conocidas, que ya saben, pero que tienen el mismo significado de la primera vez que lo dijeron, te amo


Porque llamamos ''amor'' a todo lo que se encuentra sobre el hielo, o para algunos, (como Viktor) todo lo que se encuentra encima de él, (osea, Yuuri recostado en su pecho).







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Solnishko: Mi sol.

Liubimiy: Mi amor/Amado.

¡Perdón si hay algún error ortográfico!

we made history on our hearts. ❄ viktuuri.Where stories live. Discover now