Please... No || Yeongyu [Omegaverse]

•>Capitulo 4

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Todo estaba oscuro... Pero considerando mi infierno desde que comencé el semestre, es algo normal.

Teniendo en cuenta que, desde que el alfa empezó a maltratarme, siempre caigo desmayado o dormido en cualquier sitio.

Sí... Estoy acostumbrado a estar en la oscuridad. Y no en un sentido figurativo sino en la realidad.

—Beomgyu~ —susurran en mi oído y me remuevo un poco—. Despierta, omega.

Empiezo a abrir los ojos con cuidado, los párpados me pesan, y sinceramente no deseo despertarme. Pero al sentir como una mano toca mi muslo, me obligo a ver dónde estoy.

Ahora, todo era blanco. El techo de la habitación, las paredes, lo único de color a simple vista eran las suaves sábanas azules en las cuales estaba envuelto.

La cama en la que dormía era la gloria, si no tuviera al alfa rubio a mi lado mirándome con una extraña expresión cínica... Tal vez hubiera considerado que estaba en el paraíso.

—Ya era hora de que despertaras —lo veo a los ojos, y sonríe con autosuficiencia—. Traerte hasta aquí fue un poco complicado, pero... Valdrá la pena.

Seguido de eso, el alfa lleva su diestra a mi rostro para tocarlo con cuidado, mis alarmas se encendieron en ese momento, tenía miedo.

Siempre tengo miedo.

—Alfa... —digo con miedo, y él hace un sonido con su garganta para que continúe hablando—. ¿Dónde...

—Estas en mi casa, en mi cuarto —me interrumpe—. Fue complicado traerte, estabas dormido pero tu cuerpo no dejaba de lubricar y soltar feromonas, tuve que administrarte un supresor intravenoso, me ibas a volver loco.

Habla con tranquilidad, como si fuera lo más normal de la vida... ¿Esto no cuenta como secuestro?

»Tus padres no han dejado de llamarte, la última vez les contesté y les dije que estabas en celo y que yo era tu alfa, después apague tu iPhone. Ya no nos van a molestar.

Mierda... Mis padres, y yo aún seguía en celo, aunque no sentía nada por el supresor.

—¿P-por qué...? ¿Para qué me trajiste aquí? —pregunto con miedo y sin verlo a los ojos.

Yeonjun jamás había superado el límite de molestarme y maltratarme, pero ya he tenido sexo con él y me acaba de traer a su casa... ¿Qué quiere de mí?

—Para ayudarte con tu celo, precioso —dice con normalidad y empieza a jugar con mi cabello—. Yo te dije, que te usaría hasta cansarme.

Las caricias en mi cabello, pasaron a ser cambiados por un jalón fuerte por parte del rubio. Yo me quejo del dolor y llevo mis manos a la de Yeonjun para intentar apartarlo.

En eso, veo que tengo el brazo izquierdo con una pequeña curita. ¿En serio el alfa me coloco una vía intravenosa?

Mierda, odio todo esto, el alfa puede administrarme cualquier medicamento y yo no me daría cuenta.

—M-me d-duele —gimo y siento mis ojos llorosos. No solo era mi cabeza por el constante agarre de mi cabello.

Era mi cuerpo, no soportaba el dolor de los moretones en mi piel, no puedo describir la incomodidad en mi espalda por tener sexo en el suelo.

Me duele hasta respirar y...

Y mi corazón... No sabría si era algo físico, pero sentía una presión enorme en el pecho, estaba aterrorizado, triste y me odiaba tanto.

Me odiaba, aunque yo no tenía la culpa de estar aquí, yo no sé qué hice para merecer esto.

—Estas temblando —sonrie con satisfacción y suelta una gran cantidad de feromonas de alegría, eso hace que me mareé y quede embobado—. Hueles... Creo que tienes miedo, ¿miedo de mí? Si vas a pasar los mejores momentos de tu vida conmigo, omega... Haces que yo este triste.

Me contesta con fingida depresión y pasa su nariz por todo mi cuello, después sube y aspira el aroma de mi cabello, ya estoy temblando.

—A-alfa, p-por favor... Me siento m-mal.

Suplico, no puedo creer que aún así, él quiera...

—¿Te duele el cuerpo? —me pregunta mientras levanta la camisa que cargo... Camisa que no es mía por cierto—. Mierda... Si me pase de la mano contigo.

Sus ojos azules se me quedan viendo con intensidad y como si estuviera tomando una decisión, pero yo no pude sostenerle la mirada ni por dos segundos.

—Por favor... No me lastimes más —pido de nuevo y evito que se me rompa la voz, en este punto, ya no tengo ni dignidad.

Chasquea con su lengua y se levanta de la cama mientras busca algo en los cajones de su escritorio.

—Estoy siendo muy caritativo, omega... Cuando se te pase el efecto de supresor, ten en cuenta que nos vamos a divertir, por mientras, veré como hago para que dejes de chillar por el dolor.

»Se una puta obediente, así dejaré de golpearte y por lo menos, no te quejarás del dolor por esos hematomas.

El alfa se acerca mí con unas pastillas en la mano, y unos frascos junto con una jeringa... Me pongo aún más nervioso pero no digo nada.

Seguro va a dormirme o algo y...

—N-no... —me intento alejar y él gruñe con fuerza.

—Quieta, pequeña zorra —me ordena con su voz de alfa, hago lo que me dice, pero claro, tengo el corazón a mil—. Estos son anti-inflamatorios —alza las pastillas—, estas ampollas son para el dolor, igual te las administraré por vía intravenosa, será más rápido el efecto.

Decido confiar solo un poco en lo que dice... O bueno, tener un poco de esperanza en que no me haga algo peor, ya tengo suficiente con que me trajera hasta aquí.

Y aún no pasa lo peor.

—No te confundas... no eres especial para mí, no me siento mal por lo que te he hecho, no me gustas en lo más mínimo. Es entretenido tener un omega que llore por todo y tiemble al verme, puedes odiarme todo lo que te plazca, llorar todo lo que desees, pero no te vas a librar de mí.

Al final, empieza a reír bajito y yo me hago más pequeño en mi lugar, él me empieza a poner lo que sea que dijo, en el brazo. Yo solo me dejó hacer.

No puedo hacer nada por mí, solo me toca obedecer y esperar que un día de estos, todo acabe.

Sea como sea, que se termine y sea libre, que pueda salir sin miedo y sonreír de forma sincera.

Después de esto... Intentaré irme de la universidad al acabar el semestre, tengo que huir, voy a salir de aquí. No puedo luchar contra el alfa, no puedo pedir ayuda de nadie, pero si solo me voy... Tal vez así deje de vivir en este infierno.

Quiero irme del infierno, lo único triste, es que el diablo tiene sus ojos puestos en mí, quizás si se cansa de usarme, pueda tener mi libertad... Algún día.

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Esto originalmente iba a ser de solo 5 caps jajaaj, pero gracias a su cariño, es la historia que es hoy en día. Los adoro ❤️

-Rossie.