Please... No || Yeongyu [Omegaverse]

•> Capitulo 2

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Beomgyu... Choi Beomgyu, ese estúpido omega de cabello largo que encuentro tan irritante.

Antes cuando lo veía feliz con sus amigos, solo pensaba que: “¿Cómo era posible tanta felicidad y energía en un cuerpo?”

Mierda, esa energía que tenía podía usarla perfectamente para saltar él mismo sobre mi polla y tragarsela toda con su trasero.

Aunque... Mis primeros pensamientos hacia ese indefenso y alegre omega, no fueron precisamente deseos carnales. Lo primero que se me ocurrió, fue que quería borrarle esa sonrisa que siempre pintaba en su rostro, hacerlo llorar por mis palabras.

Burlarme de él, eso lo hice muchas veces, tantas que perdí la cuenta. Lo lastimaba tocandolo con fuerza para así hacerlo llorar y que pidiera perdón para que dejara de lastimarlo, solo que... un día algo cambio.

Aquella vez, estaba con Soobin y Taehyun molestando a Beomgyu en las duchas, lo habíamos empapado de agua fría, el pobre estaba temblando y hecho una bolita en el piso mientras lloraba, todo iba normal en ese instante.

Hasta que llegó un alfa llamado Mingyu, que cuando vio al omega con aroma a leche, ese estúpido alfa, contempló al niño empapado de agua y tuvo la gran fantasía de querer arrancarle la ropa y joderlo en ese momento.

Mingyu dijo: “Mirenlo tan indefenso y mojado, debe ser tan bueno someterlo en la cama”.

Nunca había visto con ojos lujuriosos a ese omega que me gustaba maltratar, pero desde ese momento, mi polla palpitaba cada vez que me lo imaginaba debajo de mí, gritando y llorando, mientras yo sentía lo estrecho que debe de estar.

Mi perra es virgen, virgen e inexperto, pero yo me encargaré de destruirlo por completo, más aún, que al parecer está entrando en celo.

—Omega~, alfa está aquí para ayudarte... —digo con un fingido tono de dulzura, esperaba encontrarme el pelinegro sin ropa y con las piernas abiertas necesitando una maldita polla que lo llene, pero en cambio... —. ¡¿QUÉ CARAJOS ACABAS DE HACER?!

Grito fuerte y me acerco al cuerpo tirado del omega en el piso, el sitio olía a cloro, habían unas botellas derramadas en la esquina y se veían casi vacías.

»¡¡IMBÉCIL!! No me sirves si eres un estúpido cadáver... —gruño enojado mientras tomo su cuerpo en brazos, pero...

—P-por favor, n-no... —me dice en un susurro mientras cubre su rostro con sus manos.

Me molesto aún más y aparto con brusquedad sus brazos para abrirle la boca y comprobar su aliento.

—No bebiste cloro, ¿tan débil eres que no fuiste capaz de hacer algo por ti? —comento y veo los envases del producto químico, la habitación huele así, porque seguro Beomgyu las derramó a propósito.

—D-dejame ir, y-yo no q-quiero —ruega agarrándome de mi camisa, y yo giro los ojos.

—¿No te dilataste? Te dolerá como el carajo, porque yo no pienso hacerlo —hago que quede recostado en el piso mientras me le subo arriba para acorralarlo—. Estás en celo, omega no luches, será peor para ti.

Beomgyu empieza a llorar y a moverse como loco, pero no el tipo de movimientos sensuales para hacerme delirar y que quieran seducirme, sino todo lo contrario.

Quería escapar de mí. ¡¡ESTANDO EN CELO!! Mi orgullo de alfa se vio indignado, y mis ojos en ese momentos sé que brillaron en rojo, porque cuando lance un gruñido fue lo suficientemente fuerte para hacer que el omega se quedará quieto.

—¡Deja de intentar huir! —le doy un fuerte azote en el interior de su muslo izquierdo, eso provocó que llorara, pero ya no huía—. Vas a ser sumiso, vas a tragarte mi polla sin quejarte, ese es tu papel en la vida.

Beomgyu se resigna, y me doy cuenta de eso cuando termina de pegar su espalda al suelo y me muestra su cuello en señal de sumisión.

Por fin, había ansiado este día desde hace tiempo. Soñaba con deleitarme al escuchar sus gemidos de placer, y ya el celo de Beomgyu lo estaba consumiendo poco a poco.

—Y-yeonjun... —me dice en una especie de gemido bajo, yo sonrio con malicia mientras lo veo a los ojos, deslizó mi mano hasta llegar a su cuello para apretarlo un poco—. Alfa... Por favor, n-no m-me lastimes más...

Rio por eso, no pierdo tiempo para devorarle la boca, con fuerza y de una forma descuidada.

—Entonces haz todo lo que te digo, ese es el trato para que no sufras más.

Uso mi voz de mando y el omega se estremece.

Deslizo mis manos hasta sus pantalones y busco quitarselos con todo y ropa interior, al hacerlo, me encuentro con la grata sorpresa, de que Beomgyu estaba produciendo buenas cantidades lubricante.

—Estas tan mojado y listo para mí, como toda una puta sucia que solo desea que la usen.

Le digo para empezar a besar su cuello y poder dejarle mordidas y chupones que sean visibles.

Aún tenía la camisa puesta, y aunque estoy desesperado por arrancarsela, no podía darme ese lujo.

Con una paciencia que no sabía que tenía, fuí quitando los botones uno por uno, para así poder descubrir el cuerpo niveo del pelinegro debajo de mí.

Tenía una piel hermosa, pintada con zonas violaceas por sus caderas y cintura, unos hematomas más recientes que otros.

Sencillamente, arte y claro que son las marcas de mis manos.

—¿Te duele si los toco? —paso con delicadeza la yema de mis dedos por algunas zonas heridas, Beomgyu suelta un pequeño quejido de dolor—. Con que sí te duelen...

Mis manos picaban por tocar a Beomgyu y hacerlo gritar, siempre es así.

Aún más, que lo tengo mojado y con sus piernas abiertas solo para mí. Solo para satisfacerme y lograr que cumpla con esta fantasía que tengo.

Al tocar la cintura lastimada del omega, él derrama lágrimas y se deshace en pequeños gemidos.

Todo su cuerpo es tan hermoso, tan suave... Quiero tanto que lleve mis besos en su piel.

Sus pectorales son una delicia, más cuando empiezo a tocar sus pezones y a estimularlos con mi boca, entonces Beomgyu se empezó a mover del placer.

Pero en ese instante, su aroma se incrementa y él desliza sus manos por mis hombros hasta llegar a mi abdomen e intenta quitarme mi camisa.

—¿Ya quieres tener sexo? ¿Quieres que te llene de bebés verdad? Mi perra quiere ser llenada por mi semen. ¿No es así?

Le pregunto con malicia y él claro que responde.

—A-alfa~, a-alfa —su voz sale en un tono inusualmente más suave, levanto la vista ya que me estaba agachado hasta llegar a sus muslos, y en eso me percato de algo—. N-no l-lastimar.

Sus ojos eran azules, su omega había tomado el control.

—Demuestrame cuánto quieres mis cachorros, y tal vez piense en meterte mis dedos primero en tu entrada, antes que mi polla.

El omega asiente con sus ojos brillantes, lo dejo libre para ver qué hará y lo que sucede es que se pone de rodillas.

—¿Practicaste con la chupeta que te di? Veamos que tan bueno eres con esa boquita, Beom.

Sonrio con diversión cuando observo como el omega del chico está tan feliz y decidido... Sí, hoy la pasaré muy bien.

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Los TKM!! ❤️❤️.

-Rossie.