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Banshee

Barry esta muerto.

Su mente le repetía eso una y otra vez. Desde que las ganas de gritar se presentaron, desde que su mente llegó el nombre de Barry. Desde el momento que soltó el grito. Lo supo, había perdido al velocista. Tal vez si hubiera hecho algo para que el se quedara en la fiesta, si lo hubiera alcanzado. El seguiría vivo, el estaría con ella, estaría ahí. En cuanto grito salió corriendo. Corrió, demasiado lejos. Ella sabía que corría, pero no sabía a dónde, a dónde rayos corría. Hasta que llegó a la casa de Joe. Eso significaba que ahí estaba el cuerpo, ahí esta lo que quedaba de Barry.

En la puerta estaba Iris o al menos su espíritu, que por lo que había entendido, ella podía verla.

Lydia: ¿Iris?

Iris: Llegas tarde Lydia -Lydia entro corriendo a la casa ignorando aquel fantasma, empezó a buscar en la sala, en el comedor y la cocina- No lo busques, no lo encontrarás

Lydia: -Ve al fantasma desde la sala- Dime donde esta, tengo que ayudarlo

Iris: No es tan sencillo como crees -Empezó a subir las escaleras- Ven, hay que esperar a que aparezca

Dudando un poco Lydia siguió al fantasma a donde fuera que iba.

Calles de Central City

Los héroes, ángeles, lobos, cazadores, Lucifer. Buscaban por las calles de la ciudad esperando encontrar a Barry. Desde los laboratorios veían las cámaras de seguridad, buscaban esperando encontrar algo o a alguien. No tenían nada, no encontraban nada, era horrible. Sentir tanta impotencia. Los ángeles eran los más paranoicos. No querían pasar de nuevo un siglo con un hermano emo. No querían eso más, era como un castigo, un gran castigo. La lluvia empezaba a mojar las calles, los edificios, no se detendrían, no tenían por qué hacerlo, lo encontrarían. Pronto lo verían a salvo y parecería solo una mala broma. No se supone que eso pasará, era sencillo todo eso. Solo hacer que dos personas se enamoraran y permitieran ser felices, y que de las personas de las que eran reencarnación fueran felices en la maldita eternidad.

Pero estaban en un juego difícil, debieron saber eso desde el principio, estaban en un juego de que tenía que ver con el amor. Tal vez hubiera sido mejor mandar a Cupido a hacer eso, a involucrarse. El amor era la única cosa que ni los ángeles entendían.

Oliver: Esta empezando una tormenta -Anunció por el intercomunicador-

Kara: Tenemos que volver

Oliver: No hasta encontrar a Barry

Sara: Oliver, la lluvia nos retrasará, mañana a primera hora lo buscaremos

Oliver: No voy a dejar de buscar

Will: Papá, por favor vuelve, tío Barry no quisiera que algo te pasara por su culpa

Oliver: -Suspiro- Bien, todos vuelvan a los laboratorios

Volvió a los laboratorios. Unos fueron a descansar a algún lugar, otros se quedaron en el cortex. Oliver caminaba por el pasillo, estaba mojado, enojado, quería golpear algo, quería gritar. Se detuvo frente a una pared y la golpeó. Se recargo en la pared, viéndola, sentía dolor en los nudillos por no a ver controlado su golpeé y pegar mal. Escuchó pasos atrás de el y vio a Allison. Ya no tenía el vestido de antes, ahora usaba un pans de laboratorios S.T.A.R. junto con una camisa y una sudadera del mismo.

Contigo Hasta El FinalWhere stories live. Discover now