H. S. I. L. Y

Capítulo 2: La tortuga rebelde

Entonces, ¿a qué se aferraba? Sintiéndose a la vez agraviado y resentido, Xiao Jiashu caminó sin rumbo durante un rato, vio un estudio de estilismo y, con un brillo en los ojos, se metió dentro.

—Tíñeme el cabello, gris abuela, verde cebolla, amarillo mierda, qué tintes no convencionales para mí —Pensó un rato y agregó —Por cierto, hazme un tatuaje y un piercing en la oreja.

¿Verde cebolla y amarillo mierda? ¿Seguro que no vienes a arruinar nuestra marca? dijo el estilista en su fuero interno, pero sonrió y aceptó. Si no es convencional, no es convencional, ¡pero no puede ser feo! Por el bien de su propia marca, el estilista echó un vistazo al joven y se sonrojó. Este cliente era demasiado guapo, ¿verdad? Sus rasgos eran a la vez delicados y frescos, parecía agresivo, su nariz era alta y recta, sus labios finos y rojos, y sus ojos en flor de melocotón estaban ligeramente respingones, ¡así que podía seducir a su alma!

Con esta cara tan hermosa, ¡no estaría feo llevar los colores del arco iris! El estilista le dijo con confianza —Te haré un color degradado, negro en las raíces y volviéndose gris poco a poco. Tienes un pelo estupendo, es muy suave y lo suficientemente largo como para que cuando lo levantes puedas ver la transición del color y cambiar maravillosamente —mientras hablaba, sacó su iPad para mostrar los resultados al cliente.

Xiao Jiashu se quedó mirando el vídeo un rato y aplaudió —Este es el color —era lo bastante moderno como para estar de moda y, lo que era más importante, era absolutamente inaceptable para su padre.

El estilista parecía encantado y canturreaba feliz mientras ajustaba el tinte. Le encantaban todas las cosas bellas y le encantaba hacerlas aún más bellas con sus propias manos.

Cuatro horas más tarde, un renovado Xiao Jiashu salió del estudio de estilismo con un degradado en la cabeza y una obsidiana en las orejas, pero sin tatuajes en el cuerpo. Tenía tanto miedo al dolor que se acobardó en cuanto el estilista sacó las herramientas y no pudo esperar a pasar su tarjeta para pagar el trabajo y huir en volandas. Cuando volvió a casa, Xue Miao se estaba poniendo una mascarilla y, al ver el nuevo aspecto de su hijo, el papel de la mascarilla se cayó al suelo.

—¿Dónde está papá? —El rostro de Xiao Jiashu estaba tranquilo, pero le brotaba sudor frío en las palmas de las manos. Siempre había sido un buen chico desde niño, y esta era la primera vez que hacía algo rebelde.

—¿Cómo te pusiste así? —preguntó incrédulo Xue Miao.

—Me lo hice porque me gusta —Xiao Jiashu se alborotó el pelo para que su madre viera bien el fresco color de su cabello y dijo, como relajado —¿No me queda bien?

—Tiene buena pinta, pero duele un poco —Xue Miao se sujetó la frente con impotencia.

—Teñirse el pelo no duele, no soy alérgico a los tintes —Xiao Jiashu se cambió de zapatillas y cogió una nueva hoja de papel de mascarilla de la nevera.

—Puede que te duela cuando tu padre te pegue con un palo más tarde. Hijo, deberías volver a tu habitación y esconderte un rato — Xue Miao cogió el papel de máscara y dijo compasivamente.

Xiao Jiashu —...

Xiao Jiashu, que había estado escondido en la habitación durante un día y una noche, todavía estaba golpeado. Si Xiao Dingbang no hubiera regresado de repente para hablar con el padre de Xiao sobre la adquisición de la empresa, sus nalgas y pantorrillas se habrían perdido. Pero aún así resistió la presión y no se volvió a teñir el pelo. El padre de Xiao no forzó a su hijo después de que se le pasara el enfado, sino que sólo suspiró cuando lo vio, como si hubiera visto a una estrella emergente en el mundo de los playboys.

Xiao Jiashu no tiene muchos amigos en China, no fuma ni bebe, no liga con chicas ni apuesta, y no le gustan los coches de carreras, su único pasatiempo son los juegos. Si le dan un ordenador bien configurado con conexión a Internet y mucha comida, puede quedarse en casa durante meses sin salir de casa. Por lo tanto, las preocupaciones del padre de Xiao son totalmente innecesarias.

Pero Xue Miao no podía soportar la decadencia de su hijo. Sabía que si seguía así, tarde o temprano se derrumbaría, tanto mental como físicamente. Vivía sin ningún afán ni meta, como un cadáver andante, y eso era lo más terrible. Tras mucho deliberar, desconectó la conexión a internet de su hijo y lo acompañó a darse un baño y a ponerse ropa limpia y decente antes de sacarlo.

—¿Crown World Entertainment? Mamá, ¿para qué me traes aquí? —Xiao Jiashu miró el cartel del rascacielos y se quedó perplejo. Había perdido una gran cantidad de peso en sólo unos meses, y sus ojos parecían poco saludables con un pesado negro verdoso debajo.

—Te he traído al trabajo — Xue Miao entró en el ascensor y pulsó el botón de la última planta, esperando a que se cerrara la puerta antes de decir —Tengo acciones en Crown World Entertainment, todas pasarán a tu nombre en el futuro, también se te considera accionista mayoritario de Crown World Entertainment, tienes que venir a ver tu propia empresa.

—Mamá, ¿todavía estás involucrada con la industria del entretenimiento? Si papá se entera... — Xiao Jiashu se preocupó por su madre, olvidándose por completo de preguntarle por su trabajo.

—¿Y qué si se entera? Es sólo una gran pelea. No te dejará entrar en la familia Xiao, pero no puedo ver cómo te desperdicias, ¿verdad? Por lo menos estás en el último año en Wharton, ¿sólo puedes jugar cuando te gradúes? ¿Tienes miedo de que te regañen tu padre y tu abuelo cuando entres en la industria del entretenimiento? Si tienes miedo te retiraré inmediatamente.

—¿De qué tengo miedo? Ellos no se preocupan por mí de todos modos —Xiao Jiashu era un poco débil en su corazón, pero actuaba con calma en la superficie, como si no tuviera miedo.

Xue Miao conocía a su hijo lo suficientemente bien como para saber cómo obligarle a salir de la jaula que su padre y su abuelo habían construido para él. Ella había sacrificado la mitad de su vida por Xiao Qijie, y había estado deprimida y resignada desde entonces, pero nunca quiso que su hijo repitiera sus errores. ¿Y qué si el viejo está enfadado? ¿Aún podría comérselos a ambos?

En medio de sus pensamientos, las puertas del ascensor se abrieron y un hombre de unos cuarenta años se le acercó con una sonrisa de sorpresa en el rostro. Era muy alto y apuesto, y la frivolidad y maldad de su entrecejo no le restaban porte, sino que aumentaban su encanto. Le dio un fuerte abrazo a Xue Miao, luego se soltó rápidamente y suspiró —Miao Miao, pensé que nunca volverías. ¿Cómo has estado?

—Igual que antes —Xue Miao no quiso inventarse un cuento de hadas para estafar a su mejor amigo y paralizarse al mismo tiempo, y sacudió la cabeza con una sonrisa amarga antes de decirle a su hijo —Pequeño Shu, soy tu tío Xiu, llama a alguien rápido.

Xiu Changyu, el hombre al timón de Crown World Entertainment, también era una figura que mandaba en la industria del entretenimiento. Su madre había sido contratada por él y promovida por él en solitario. La relación entre ambos solía ser la de un superior y un subordinado, y en su larga colaboración se habían convertido en amigos íntimos que podían hablar entre sí. Pero desde que su madre se había casado con la familia Xiao, se había desconectado de sus amigos en la industria del entretenimiento, y como resultado, Xiao Jiashu no estaba familiarizado con este Tío Xiu, pero eso no le impidió reconocer el rostro apuesto que a menudo aparecía en las revistas de negocios y entretenimiento.

—Hola, Tío Xiu —Xiao Jiashu asintió e inclinó la cabeza obedientemente.

Había heredado el exquisito aspecto de Xue Miao, pero no se parecía en nada a Xiao Qijie.

Ha heredado el exquisito aspecto de Xue Miao, pero no se parece a Xiao Qijie. El primer papel de Xue Miao fue como protagonista, y representó al máximo a una guerrera gallarda y desenfrenada poco convencional e ingobernable. Después de su primer papel fue idolatrada por millones, tiene más fans femeninas que masculinos, y Xiao Jiashu, que se parece a ella siete u ocho veces, ha mejorado su aspecto.

Xiu Changyu se enamoró instantáneamente de este retoño espiritual, sin mencionar que también era hijo de Miao Miao.