✧ El fantasma que habita en la oscuridad ✧

209 15 3
                                    

El AMOR fue el principio de todo,
la razón de todo, el final de todo.

-Jean Baptiste Lacordaire.

Observando en la oscuridad, con la nostalgia que producen los buenos recuerdos de un pasado ya olvidado, las siluetas de los monstruos desaparecieron en el resplandor predominante del crepúsculo, sumergiéndose entre las sombras ambiguas de uno de los agrietados televisores del Vacío en silencio, antes de que éste, también, explotara.
Por muchos años esas cajas le mostraron todo lo que sucedía en el Underground y lo que hacía cada individuo del subsuelo, ahora se rompían y explotaban cual espejos rotos por ya no tener un lugar o una zona específica la cual mostrar. El botón de Reset había sido destruido, y los viejos televisores, que en otro tiempo fueron su única conexión con el mundo exterior, se estaban destruyendo con él.

El Vacío literalmente se estaba cayendo a pedazos frente a sus ojos.

Y no le importaba.

Desde que ella y su hermano fueron linchados por los humanos hace veinte años, flotó en la más absoluta e infinita nada, sin ver ni sentir algo en absoluto. Cosas como la tristeza, el dolor y la nostalgia eran irrelevantes cuando el único sentimiento constante era el odio; el odio que la incitaba a destruirlo todo.
El odio que la carcomía por dentro y le impedía ver más allá de sus propios deseos egoístas.
El odio que la impulsó a matar a los monstruos, la única especie que la recibió con los brazos abiertos, y a destruir el mundo más veces de las que le hubieran gustado, sólo para que todos pudieran sentir un poco del dolor y el sufrimiento que ella tuvo que soportar toda su existencia.

Ahora que ese Vacío se destruía, sólo una pregunta vagaba en su cabeza... ¿Qué sería de ella si no hallaba pronto la salida al exterior? La respuesta era sencilla, moriría, esta vez para siempre. Y no le importaba. Su determinación hacía mucho tiempo que se había esfumado, se sentía exhausta. No tenía esperanzas de salir de ahí. Nunca las tuvo. Si ese era el castigo a todas sus malas acciones del pasado, lo tenía bien merecido. Hasta podría decir que era apropiado... por matar a su hermano. Por engañarlo para que absorviera su alma. Por manipularlo para que matara a los humanos. Por intentar controlarlo cuando se rehusó a hacer tal cosa. Por ser la principal razón de condenarlo a vivir como una flor sin emociones ni sentimientos, solo Determinación.

Por convertirlo en Flowey y no poder salvarlo.

"—¿Qué piensas, Chara?

Hubo una pausa. Ella conocía la respuesta, pero aún así preguntó:

¿Sobre qué?

Flowey desenterró sus raíces de la tierra y trepó por la pierna de su hermana hasta llegar a su hombro levemente cubierto de polvo gris perteneciente a los monstruos que aniquilaron.
Los ojos de la flor aún estaba fijos en los de su querida hermana.

¿Crees que, aún después de todo lo que hicimos, de las vidas que quitamos, de los enemigos que hicimos, aún podremos... recomenzar?"

Tan inesperado y efímero fue ese recuerdo que ni siquiera se percató de que la entrada al Void, detrás la cual había desaparecido el espectral hombre esqueleto, volvió a abrirse. Entonces apareció una silueta de cabellos café obscuro y ojos rasgados que, aunque quisiera, no podría olvidarlos.

—... Tú...

Ahí, en la oscuridad menguante a la luz, fue que la vio.

Ella, “La salvadora de los monstruos”.
'La siempre pura e inocente Frisk' se le acercó, seria pero decidida. Sus ojos, tan seguros y determinados, en el fondo todavía expresaban un pavor frío hacia aquella que al principio de su aventura la había acompañado.

✧ No hay segundas oportunidades ✧Where stories live. Discover now