Capítulo 5:Pigmentación Post-Alterada (PP-A)

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El lunes había llegado y consigo traía demasiada pereza. Era lunes, lo cual significaba que todos los estudiantes volvían a la tortura semanal: la escuela. Era lunes y todo volvía a su punto de partida. Mamá había dicho que me llevaría al instituto; pero era una vil mentira, ella no se despertó temprano y cuando era la hora de marcharme ni se mosqueo. Así que tuve que caminar.

Al llegar al instituto me encontré con Billy en la entrada; él se veía diferente, más alegre de lo que a veces suele ser. Me sorprendió el hecho de que me abrazara como si nunca lo hubiera hecho.

-¿Y ahora?- le susurré

-Lo siento- me dijo- no debí tratarte tan mal

Billy me soltó.

-Ya no importa- le dije- pero, ¿por qué estabas tan enojado?

Billy se mantuvo callado.

-Tú no debiste ir a buscarme

-¿Qué tiene de malo?

-No mucho; pero en todo caso, no vuelas a hacerlo

Billy me había sorprendido.

-¿Por qué no?

-Sólo déjalo así- me pidió-de ahora en adelante, te prometo que haré todo lo que tú quieras; siempre y cuando no sea visitar Villa Atlanta

En ese momento tuve la corazonada de que algo estaba mal con Billy, seguramente él no diría nada del tema y entonces se me ocurrió dejarlo pasar hasta que llegará el momento adecuado.

-Está bien- le dije- será como tú quieras

Billy me sonrió.

Luego de la corta charla, tuvimos que ir a clase y como éramos compañeros de curso, Billy tuvo que acompañarme al salón. Cuando entramos, todos se nos quedaron viendo y no solo por el hecho de que Billy estaba tomando mi mano, no, era porque yo estaba roja hasta las orejas; aún no podía tomar la mano de Billy sin sentir que me temblaban las piernas.

Lexa me miró extrañada mientras alzaba una ceja y medio abría la boca; ella estaba impresionada de mi presencia y más que todo, de quien sostenía mi mano. Billy me pidió que me sentará a su lado y no pude decirle que no; Lexa me miró seria cuando trate de sonreír y a la vez pedirle con la mirada una disculpa por abandonarla.

La señora Carreras entró al salón y décimas de segundos todo se había vuelto un total silencio.

-Buen día- nos saludó la maestra- es una pena que volvamos a vernos- dijo la mujer y todos rieron- aunque debo admitir que los fines de semanas son largos... En todo caso, eso no es importante- volvió a su actitud seria- hemos de empezar con pie derecho la semana...- ya no presté atención

Toda la clase me la pasé rayando la última página del libro que la señora Carreras nos obligaba a cargar; Billy era otro caso, se la había pasado hablando con alguien por mensajes.

-Deberías prestar atención- le susurré y él rápidamente guardó su celular

-Quien lo dice- me miró burlón- la persona que se la pasa rayando las páginas de un pobre libro- se burló

Y así fue en las demás clases. Lexa me había evitado todo el día y de igual forma Thiago, quien siempre me miraba como si estuviera decepcionado de mí; así que, tuve que pasar todo mi día con Billy. No me quejaba porque Billy se había comportado bastante bien conmigo.

Era martes en la tarde cuando me encontré con Lexa en el supermercado; al verla, mi madre la saludó como siempre lo hacía y de igual forma Lexa le correspondió mientras hacía todo lo posible por ignorarme. Todo el camino de regreso a casa, mi mamá me cuestionó sobre el comportamiento de Lexa y sencillamente, no supe que responder puesto que no comprendía el porqué de su enojo.

Estrella BinariaWhere stories live. Discover now