Casada Con Demonios! - (Hantengu, Karaku, Urogi, Sekido, Aizetsu) x Lectora

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-"Ooh pero mira nada más esos niños tan lindos!" La mujer dijo sonriendo "Encantada de conocerte Ureshi!"

-"Tú eres mi bisabuela?" El niño preguntó ladeando la cabeza

-"Dime abuelita! Esa palabra me hace parecer tan vieja!" Ella rio levemente "Y aquí está el pequeño Aishime.... Puedo cargarlo? Es tan pequeño... me recuerda a tu padre cuando lo tuve"

-"Claro! Aquí tienes" se lo entregaste con cuidado

-"No tiene ni un rasgo de demonio... es impresionante..." ella sonrió meciendolo con cuidado "Estoy tan feliz de que hayas venido a presentarmelos... Son hermosos, y no dudo que tus otros hijos lo serán"

-"Muchas gracias..." sonreiste sentada a su lado bebiendo una taza de té

Ureshi estaba entretenido con unos dulces que le había dado la mujer mayor.

-"Ha sido un poco... curioso todo este proceso... verlos tan grandes en tan poco tiempo... a veces me preocupa"

-"No tienes que preocuparte, es completamente normal" ella dijo con calma para devolerte a Aishime "Todos tienen distintos crecimientos... Pero normalmente lo hacen muy rápido, tú padre parecía de 12 años cuando a penas cumplió dos semanas" ella rio levemente para luego mantenerse en silencio y mirar a un lado "Se mantuvo en esa edad al menos los siguientes 3 años, luego parecía un hombre de 20 y estuvo en esa forma el resto de su vida"

-"O sea que... dejan de crecer en algunos puntos?" Mencionaste curiosa y viste a Ureshi

El niño solo te sonrió mientras seguía comiendo concentrado.

-"Así es, creo que funciona según la necesidad de la madre" agregó "Cuando era pequeño tu padre... ah yo solo quería verlo crecer, era un tiempo difícil, nos mudamos muchas veces de pueblo en pueblo y hasta vivimos en soledad... Luego se mantuvo en su cuerpo pequeño por un tiempo cuando conseguimos un sitio... Hasta que empecé a volverme débil y necesité a alguien fuerte y grande para que me ayude, allí tu padre volvió a crecer y en ese momento como un adulto"

-"Ya veo... Quizás- por eso Aishime nació tan pequeño... y con carencia de características de demonio... me había sentido tan separada de Ureshi cuando nació, ya que era muy independiente" reiste un poco "Es increíble..."

-"Me alegra que ambos estén sanos y tengas cuerpos fuertes, eres una mujer que si pudo darles resistencia" ella sonrió levemente

-"Uh? A qué te refieres abuela?" La miraste curiosa

-"Tu padre no tuvo un cuerpo fuerte de mi parte... No podía pasar mucho tiempo bajo el sol pero lo hacía por mi, y desarrollo una enfermedad, la cual hizo que al final muriera" ella suspiró

Acercaste tu mano a la suya y la apretaste con suavidad.

-"No fue tu culpa..."

-"Fue culpa del abuelito demonio!" Ureshi dijo firme golpeando la mesa "Seguro era un humano débil antes de volverse un demonio fuerte! Por eso abuelito medio demonio no pudo aguantar el sol como nosotros!"

La mujer empezó a reír por el comentario y le alborotó el pelo.

-"Realmente amo a este niño! Quieres dulces para llevar?"

-"Si por favor abuelita!"

Disfrutaste realmente la compañía de aquella mujer y te encantaba ver lo carismático que podía ser Ureshi con las personas, sabiendo que seguro iba a poder relacionarse bien con ellas.

-"Por cierto... Recuerdas cómo era el abuelo? Nunca supe nada de él" preguntaste por curiosidad

-"Solo recuerdo su cabello negro y largo, unos ojos sumamente extraños, rojos y con destellos amarillos" mencionó pensando "Lo vi una noche moribundo y decidí ayudarlo, se quedó conmigo un año entero y luego cuando me dejó embarazada se marchó!"

-"Que malo!" Ureshi se cruzó de brazos

-"Verdad que si?? Nunca más lo volví a ver desde entonces..." suspiró "Pero... algo curioso pasó también desde ese momento" ella sonrió "Los demonios nunca más me volvieron a molestar después de eso"

-"Quizás no se había marchado del todo" sonreiste leve

Cuamdo cayó la noche, te dirigiste de nuevo con los demonios para regresar a tu hogar.

Cargabas a Ureshi y a Aishime en tus brazos, ambos durmiendo placidamente apoyados en tu pecho.

Ambos padres tomaron a sus niños para dejar libre tus brazos.

-"Esta vez quieres volver rápido?" Karaku preguntó extendiendo sus brazos hacia ti y sonriendote

-"Por favor" extendiste tus brazos hacia él para dejar que te cargue y rodear tus manos por sus hombros "Oigan"

Llamaste la atención de los demonios, quienes voltearon a verte.

-"Los amo" declaraste en una sonrisa