La hermana de Pablo Gavi no tenía ningún interés en el amor, ella solo tenía interés en Jack Ross su personaje literario favorito.
Pero ahí llegó Pedri poniendo todo su mundo patas arriba.
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sidney
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ME COLOCO MEJOR EL BOLSO cuando noto que Pedri no para de hacerme fotos por las calles de París. La verdad es que no me molesta, pero había algunas que madre mía.
—–¿Vas a parar ya?— Le pregunté cuando nos sentamos a comer en una terraza y no paraba de sacarme fotos.
—–No.— Respondió sonriendo.
Pasamos por enfrente de una librería donde me quedé observando varios libros que había en el escaparate. Pedri entró en la librería varios segundos después dejándome totalmente confundida.
Cuando volvió a salir traía con él una bolsa y venía muy sonriente. Lo mire confundida mientras caminaba hacia él. Me extendió la bolsa mirándome sonriendo.
—–¿Qué es esto canario?— Pregunté extrañada.
—–Tú tan solo ábrelo.— Contestó mirándome ilusionado.
Metí la mano en la bolsa encontrándome con los libros que estaba mirando antes. Me lleve una mano a la boca tratando de no llorar por el regalo.
—–¿No te ha gustado?— Me pregunto rápidamente acercándose a mi.
—–No, no si es que me han gustado tanto que ya sabes que soy muy sentimental.— Lo mire agradecida.
—–Cuando lleguemos a Barcelona te lo pago.— Hable mirándole.
—–Joder andaluza, que era un regalo no tienes porque pagarlo.— Hablo frunciendo el ceño.
En varios días volvemos a Barcelona y yo tengo que recuperar los exámenes perdidos. Todo me depende de aquella universidad.
Nos fuimos caminando por las calles de París tratando de esquivar a la gente hasta que llegamos a la Torre Eiffel.
—–Ven que vamos a cenar por aquí.— Hablo caminando hacia un restaurante bastante caro.
