Ghost! • taegyu

1.

—¿Sí?— gritó devuelta.

—Yo.. ¡Te quiero, hyung!— gritó un poco avergonzado al estar en público, haciendo sonreír a Kang una vez más.

—¡Yo también te quiero! ¡Mucho!— gritó devuelta, comenzando a caminar de espaldas para no dejar de verlo, teniendo que voltear cuando casi se tropieza por no ver el camino. Se despidió del menor con la mano, y comenzó a correr a las rejas de la casa, dejando al otro sólo.

El lugar era muy grande, pero muy peligroso por la cantidad de gente que se ha perdido ahí dentro, haciendo que las rejas estén cerradas con cadenas y tengan cintas de precaución, prohibiendo el paso. Obviamente, las ignoró y se trepó como pudo. Para bajar, sólo se aventó como si nada y cayó tal cual gato.

Y, hablando de gatos, había uno en la entrada de la casa. Caminó hacia él y acercó su mano con la intención de que el felino se deje acariciar, cosa que no logró, ya que huyó de él.

De lo que se pierde

Volviendo a lo que iba, tomó la manija de la puerta principal e intentó abrirla y, obviamente, no se pudo. Bajó su mochila al suelo y la abrió en busca de algo que le pueda servir para quitar el seguro, encontrando su navaja suiza.

—Bingo— bajó la navaja y subió un fierro con punta, especial para abrir cerraduras. Pero, antes de siquiera acercarlo, la puerta ya se había abierto, causándole escalofríos por todo el cuerpo.

¿Debería irme?

¡No! No seas cobarde, Kang, llevas esperando esto toda tu vida como para que una simple puerta te haga arrepentirte.

Se encaminó con cuidado dentro de la casa, la cual era demasiado enorme, pero no tanto como para ser mansión. Lo primero que se encontró fue un pasillo con una mesita alta, como si fuera una recepción. Se adentró más, pasando el pasillo y saliendo en una sala de estar bastante grande, tan grande que un parque entero podría caber ahí. Los muebles estaban cubiertos con sábanas blancas, los candelabros enormes estaban oxidados y llenos de polvo y telarañas, parecían a punto de desmoronarse. El suelo tenía una capa de polvo que lo cubría por completo, haciéndolo ver más oscuro. Como se podría esperar, todo se veía demasiado costoso y antiguo, por ejemplo, las paredes tenían diseños de flor de lis hechos a mano, el suelo era de azulejos con diseño floral, y podía deducir que los sillones tienen un diseño similar.

Tomó asiento en el sofá más grande y puso su mochila a un lado, abriéndola para sacar su celular.

Ningning 🐧💕

Ya estoy dentro
[Enviando]

Está muy bonito y grande
aquí, debiste entrar
conmigo
[Enviando]

Sakura

Oye
[Enviando]

Dile a mamá que ya
llegué
[Enviando]

Al parecer ahí dentro no había buena señal, así que no le dio importancia que no se manden los mensajes. Guardó su celular y sacó una linterna, ya comenzaba a oscurecerse y no quería perderse tan fácil. Se colgó su mochila en el hombro y se levantó en dirección a un nuevo pasillo con la intención de investigar el lugar. Abría una que otra puerta por la que pasaba, varias de un lado eran entradas a la cocina y otras al comedor, y del otro lado habían habitaciones con decoraciones y libreros, tal vez fueron un lugar de trabajo o algo así.