Kang Taehyun era un aficionado a lo paranormal hasta el punto de meterse en lugares en los que no debía con tal de comprobar si algún rumor sobre un fantasma era real.
Una tarde, decide entrar en una casa abandonada con la fama de que ahí se encontr...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
—Hyung, ¿estás seguro de esto?
—Que sí, ya te lo dije como diez veces, estoy completamente seguro de esto— respondió de mala gana a su amigo, rodando los ojos.
—¿Y si te encuentras a Momo?
—Pero si Momo está en un tour justo ahora, ¿Cómo va a estar en esta casa?— bromeó un poco, sabiendo a quién se refería el menor.
—Hyung, recuerda que mucha gente una vez que entró, no volvió a salir. ¡Nueve de cada diez personas desaparecen una vez que entran a esta casa! No quiero que te pase nada, por favor, piénsalo dos veces— pidió al borde de un ataque de pánico, no quería perder a su mejor amigo por nada del mundo, aunque él mismo lo haya acompañado hasta ahí.
—Kai,— lo tomó de los hombros y lo miró a los ojos —sabes que llevo esperando esto desde que tengo uso de razón, haría cualquier cosa por, aunque sea, ver un fantasma— dijo serio, sin algún indicio de querer cambiar de opinión.
—Pero..
—Pero nada, Kai, ya lo hablamos— cargó su mochila en su hombro y volteó a verlo de nuevo —Nos vemos mañana o en dos días, entonces.
No dio ni dos pasos hacia la casa, y el menor ya lo tenía entre sus brazos. Como pudo, se volteó en medio del abrazo para poder corresponderle.
—¿Llevas todo lo necesario?— preguntó, aunque no se le pudo escuchar bien al tener la voz amortiguada con la mochila de su hyung.
—Sí.
—Por favor, si necesitas algo, llámame o llama a tus padres, te estaré esperando mañana a medio día y, si no sales, volveré al día siguiente— su voz se escuchaba baja, como si intentara que no se rompiera. Sabía que era muy probable que su hyung no salga nunca de ahí, pero no podía hacerlo cambiar de opinión, por más que lo intentara.
—Lo haré. Prometo llamarte si necesito algo— se separó un poco y se alzó de puntitas para darle un beso en la frente. El otro lo estrechó aún más fuerte, y se separó del abrazo después de unos segundos. Sabía que ya era hora.
—Si tardas más, llamaré a la policía y haré que te metan al bote otra vez— comentó burlón, sacándole una carcajada al menor —Bueno, nos vemos— le sonrió, tratando de no romperse ahí mismo.
—Nos vemos— le sonrió de vuelta, y comenzó a caminar hacia la casa, la cual estaba a menos de una cuadra de distancia. No crean que es un insensible, él también sabe que podría morir ahí dentro, que no sabe con qué se encontrará, también sabe que se le está partiendo el alma a su ser más querido en la tierra; pero esto era algo que quiere hacer desde que tiene memoria. Quiere saber qué se siente convivir con seres que se supone que ya no deberían existir, quiere saber cómo se ven en realidad, quiere sentir esa adrenalina como se ve en las películas de los caza fantasmas.
Él quiere eso.
—¡Hyung!— escuchó la voz de Huening a lo lejos, por lo que volteó rápidamente.