La pregunta confusa de Alex, me hizo fruncir el seño ¿A qué se refería y porque su sonrisa no se borraba?.
- ¿A dónde?...- mi pregunta quedó en el aire al sentir una mano sostener la mía. Al voltear me encontré con un Cinco sonriente.- ¿Por qué estás aquí?...- este empezó a caminar llevándome con él.- Todavía no he terminado de hablar con Alex.- el ojiverde ignorando mis palabras, me abrió la puerta del coche.
Suspiré rendida y me despedí de mi amigo desde lejos para después entrar dispuesta a descubrir que era lo que tramaba Cinco.
Este puso el coche en movimiento y después de unos cuantos minutos se detuvo frente a la escuela de Frank.
Sin ocultar mi emoción al saber que volvería a ver a mi pequeño, salí rápidamente del coche y sin esperar a Cinco, me adentré al edificio hasta llegar a las cancha de básquet.
- Buenas tardes señor.
- Buenas tardes.
- Frank ¿ Qué le pasó?.- preguntó Cinco al maestro que estaba con Frank.
- No sé por qué pero él insistió en jugar baloncesto solo en el patio de recreo y se negó a volver al salón de clases.
- Mis disculpas, señor. ¿Podemos tener un minuto con Frank a solas?.- este asintió con la cabeza.
- Sí. Seguro.
- Gracias.
- Ningún problema.- este se retiró dejándonos a solas.
- Frank ¿Por qué quieres jugar baloncesto?.- le pregunté incandome para estar a su altura.
- Frank ¿Hay algo que quieras hablar conmigo?.- le preguntó su padre.
- Juguemos baloncesto.- respondió de forma tan tierna haciéndome sonreír.
- Quieres jugar baloncesto con tu papá, ¿verdad?.- el asintió.
- Jugar baloncesto es divertido.- extendió el balón hacia Cinco a lo que este la tomó. Frank sacó un papel de su pequeño saco dejándonos ver una imagen de Cinco con la madre de Frank y un balón de básquet entre ellos.
- Si tu papá está aquí, te enseñará a jugar baloncesto.- le sonrió nostálgico.- Y hará todo lo posible para ganarte con trucos.
- ...Papá.- Cinco y yo nos miramos sorprendidos. Era la primera vez que Frank se dirige de esa forma hacia el.
Y ninguno lo podía creer. No cabíamos de la felicidad, y en el rostro de Cinco se reflejaba.
