꒰ 𝐇𝐎𝐍𝐄𝐘 𝐄𝐘𝐄𝐒 𑁯ᰍ will byers ꒱

07

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– Entonces ¿lo tienes todo? ¿metiste el estuche de emergencia en la mochila? ¿tus medicinas? ¿el bloqueador sol- —Daniel suspiró realmente profundo y detuvo la cadena de preguntas que le hacía su madre. Hoy era el día en el que saldría con sus ¿nuevos amigos? y Will a pasar el rato, principalmente a hacer algo que le emocionaba muchísimo: mejorar en el skateboarding con ayuda de Max.

– Mamá basta, son demasiadas preguntas, y sí está todo, lo prometo. Fuiste quien arregló mi mochila antes de salir después de todo —le recordó colocándose la mochila en su hombro derecho y tomando la bolsa con comida (claramente preparada por su madre para los siete), para luego terminar de salir del auto en donde recibía una mirada avergonzada y preocupada de Amanda.

– El chico tiene razón, cariño. No deberías preocuparte. Sabes que Will estará ahí así que relájate un poco —habló distraídamente Matthew quien terminaba de bajar la bicicleta de Daniel y rodear con uno de sus brazos a su esposa.

Amanda, quien solo atinó a recostarse de Matthew, asintió resignada para alejarse y acercarse a su pequeñito y tomarlo de las mejillas.

– Lo siento, pero sabes que no puedo evitar preocuparme. Es la primera vez que ya sabes... haces estas cosas, tesoro —lo jamaqueó un tanto hasta sacarle una sonrisa e hizo que su boca quedara en forma de patito, lo que era realmente gracioso y adorable de ver para cualquiera que pasara cerca.

– L-lof feee —Daniel mencionó como pudo un "lo sé" alargando la "e" a lo último de la palabra, y así logrando decir algo poco entendible y chistoso por la situación en la que se encontraba. Su padre rió negando con la cabeza un par de veces mientras se cruzaba de brazos y miraba divertido la situación entre ambos.

– Ya suéltalo, mujer. Sus mejillas están lo suficientemente rojas ya —Matthew intervino cuando recibió una mirada de "ayuda por favor" por parte del pobre castañito a quien ya se le estaban entumiendo los mofletes.

Amanda rodó los ojos y lo soltó, dejando un casto beso en los cabellos de su hijo quien disimuladamente se acarició los cachetes. Tomó la patineta que estaba recostada al lado del auto y como pudo, se las arregló para cargar todo y así poder despedirse de sus padres.

– Recuerda retocarte el bloqueador solar dentro de media hora o te hará daño el sol ¿de acuerdo? —le recordó su madre y él solo atinó a asentir animadamente, murmurando un "hasta luego" acompañado de una sonrisa para así despedirse de los mayores.

Ambos adultos subieron al auto para ponerlo en marcha, secretamente felices de que la vida social de su hijo haya comenzado nuevamente y con la esperanza de que esas nuevas personitas en su vida lo ayudaran a recuperarse de aquello que sufrió por varios años atrás.

Dan también se puso en marcha para dejar todo bajo un frondoso árbol que se encontraba a unos metros de aquel parque en donde se reuniría con los demás chicos. Había llegado mucho antes de lo acordado, así que tendría que esperar un rato, rato que usaría para acomodar todo y mirar un poco alrededor.
Recostó la bicicleta en el suelo y dejó con cuidado su mochila, la bolsita con la comida y la patineta cerca, para luego peinar un poco sus cabellos y tomar asiento recostado al árbol que le proporcionaba una gran y fresca sombra.

Sacó su termo con agua y le dio un pequeño sorbo mirando el lugar detenidamente. Había una gran pista para patinar con obstáculos algo alejada de donde de encontraba, más allá de la misma habían unos cuantos juegos junto a una gran caja de arena y todo estaba rodeado de árboles. Se perdió tanto en el lindo paisaje, que no reparó en la presencia que había llegado hace unos cinco minutos y que lo miraba atentamente, no queriendo ni teniendo ganas de interrumpirlo.
Daniel, quien volvió a tomar de la botella tranquilamente, giró su rostro para tomar unas galletitas de la bolsa y dio un respingo dejando caer el termo en el suelo el cual perdió la mitad de su contenido debido al susto.