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La luz que se colaba por la gran ventana de su habitación lo hizo gruñir y realmente maldecía el momento en el que olvidó correr la cortina antes de dormir. Se estiró y rodó por toda la cama tal cual gatito y se sobresaltó al escuchar un gruñido. Al parecer había aplastado a su gato en el transcurso de su despertada.

– Oh no, no. Lo siento tanto Crookshanks —tomó rápidamente al gatito y repartió besitos y cariñitos como forma de disculpa— tienes tu propia cama y aún así prefieres dormir conmigo. Eres un caso perdido.

Rió al recibir un maullido como respuesta, el cual interpretó como un "sí". Talló su rostro para despejar el sueño que aún tenía y miró el reloj que posaba en su mesita de noche el cual marcaba las 7:30 de la mañana, muy temprano para despertar un domingo pero le costaría volver a dormir, así que tomó unos jeans largos de un tono gris oscuro, una remera blanca dos tallas más grande con un diseño de "The Beatles", ropa interior y dejó sus clásicas converse al lado de su cama.
Suspiró caminando hasta el baño de su habitación en donde cepilló sus dientes con toda la paciencia posible y se duchó, terminando exactamente a las 8 en punto. Se colocó las zapatillas rápidamente y miró a su mascota la cual descansaba cómodamente sobre su cama.

– Lo siento pero debo arreglar mi cama así que vamos, levántate dormilón —removió a su gato el cual ni se inmutó, así que lo levantó dejándolo en el suelo y recibiendo un maullido como protesta— no seas enojón. Tú no tenderás la cama por mí.

Luego de terminar, tomó nuevamente al gato entre sus brazos el cual se acurrucó soltando ronroneos gracias a las caricias dejadas sobre su cabeza. Bajó lentamente las escaleras siento recibido por su madre quien se encontraba tomando una taza de café tranquilamente.

– Buenos días mamá, ¿dormiste bien? —pregunta dejando al gato cuidadosamente en el suelo el cual  maulla y se pasea entre sus piernas.

– Buenos días corazón y sí, dormí perfectamente ¿quieres qué te prepare el desayuno? —hace un amago de levantarse pero vuelve a sentarse al recibir una negación por parte del menor.

– No, solo comeré cereal. No tengo mucha hambre —dice sirviéndole croquetas al gato en su platito especial— vamos Shanks, come algo ¿sí? Te prometo que será solo por hoy —le dio unas últimas caricias a su mascota y se dispuso a preparar su desayuno. Al terminar se sentó en la silla frente a su madre y comenzó a comer.

– El cereal no te llenará por completo, ¿estás seguro de qué no quieres algo más? ¿un emparedado? ¿huevos con tocino tal vez? —hace una mueca no muy conforme al recordar los problemas alimenticios de su hijo—

– Estoy bien mamá, sí como algo más probablemente lo devuelva —tranquilizó llevándose una cucharada de su desayuno a la boca— ¿y papá?

– Hum, entiendo y Matthew estaba terminando de arreglar unos papeles para llevarlos a la oficina más tarde. No demora en bajar —como sí fuera algún tipo invocación, el mencionado entró por la puerta de la cocina.

– Buenos días cachorro, ¿te sientes bien hoy? En unos minutos más nos iremos. Tengo que llegar a las once porque surgió una reunión importante —besó los cabellos de su hijo y tomó asiento al lado de su esposa.

– Buenos días y sí, estoy bien, gracias —sonrió mostrando sus dientes mientras terminaba su desayuno viendo como su madre le tendía el desayuno al recién llegado para que comiera.

꒰ 𝐇𝐎𝐍𝐄𝐘 𝐄𝐘𝐄𝐒 𑁯ᰍ will byers ꒱Where stories live. Discover now